Consecuencias de la guerra
A nivel local, ya se atisba que el precio del pan y los combustibles experimentarán nuevos incrementos por la conflagración europea. Chile, un país muy abierto al mundo, necesariamente va a sentir los impactos de la invasión de las tropas rusas en Ucrania.
Es difícil discutir los actuales alcances de la globalidad. Cualquier situación que ocurra en el mundo tiene un impacto de gran, mediana o menor intensidad en todos los rincones del mundo. Es por esta razón que en Chile se sigue de cerca el minuto a minuto de la invasión rusa a Ucrania y los avances en las negociaciones diplomáticas que puedan lograr un fin a las hostilidades. De hecho, los expertos anuncian que los valores de materias primas sufrirán constantes alzas si es que no hay un cese al fuego pronto, como lo advirtieron analistas locales consultados por este medio la semana pasada, los que proyectaron incrementos relevantes en el precio del pan y los combustibles.
Rusia es conocida por ser uno de los grandes exportadores de petróleo y gas, lo que significa que al estar en guerra, los valores del crudo sufrirán alzas, lo mismo que el gas. Chile vive de la exportación de ambos y por ende, si los precios inician una escalada, obviamente repercutirá en los precios internos. Lo positivo, se señala, es que no será en lo inmediato.
Por otra parte, Ucrania es conocida como el granero de Europa por sus enormes producciones de trigo y maíz. Aunque Chile no es un importador directo, nuevamente se verá afectado por la cotización internacional, lo que puede repercutir en un alimento tan sensible para los chilenos como en el precio del pan.
Las esperanzas están cifradas en que exista una pronta solución y que se conozcan informes de una desescalada de las tropas de la Federación Rusa. No obstante, ya hay algunos analistas que ven que esta invasión será una nueva guerra fría y que durará años.
El país no puede restarse a lo que ocurre en otras latitudes o pensar que no habrá un impacto local. Todo lo contrario, la obligación es estar al tanto de los sucesos mundiales, conocer de sus repercusiones en el territorio y prepararse para sus efectos.
Hace décadas que Chile dejó de ser una isla. Hoy más que nunca el país debe tener conciencia que se atraviesa por un alza inflacionaria que las autoridades intentan controlar, pero que tras el episodio ruso-ucraniano será aún más difícil.