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a través de la municipalidad, atacando esa problemática de que no hay muchos puntos limpios". Agrega que este servicio, además, "va asociado a un monitor ambiental, cuya principal función es educar y concientizar a la población en cuanto a los temas de reciclaje", añade el ingeniero ambiental de Cosemar.

Por su parte, desde la Municipalidad de Puerto Montt, el alcalde Gervoy Paredes explica que este punto limpio recibe cinco tipos de residuos y que durante 2021 se desplegó en 132 locaciones como escuelas, poblaciones y jardines infantiles.

"Estamos contentos por la participación de los vecinos, organizaciones e instituciones, que solicitan el punto y se suman a disponer residuos con una mirada centrada en el reciclaje" apunta el jefe comunal.

Respecto de las cantidades mensuales que mueve el servicio itinerante de reciclaje, según el informe de noviembre de 2021, en plástico (PET 1) se recolectaron 22 kilos; latas de aluminio, 24 kilos; textos escolares, 300 kilos; cartón, 400 kilos; y vidrio, 700 kilos.

Además del punto limpio móvil, Cosemar tiene 42 contenedores amarillos acondicionados para el reciclaje distribuidos en Puerto Montt, los cuales están destinados para las botellas de plástico.

Sumado estas organizaciones, también está presente en Puerto Montt "Recicla-me", fundada hace cinco años y medio por la ingeniera ambiental Daniela Valenzuela, quien se encarga del reciclaje a nivel domiciliario e industrial, desde Río Negro hasta Puerto Natales.

"A nivel domiciliario tenemos más de 100 puntos verdes en Puerto Montt y en ellos recolectamos principalmente PET, que son botellas de bebida, jugo o agua. A nivel industrial, reciclamos otro plástico que es un HDP y un LDP, y también trabajamos con un poco de papel y algo de metal también", explica.

En cuanto a los puntos verdes para acopio de desechos electrónicos, este año se concretaron tres retiros de cinco toneladas, según consignaron desde la municipalidad. La carga se envía a la empresa Conare en Valdivia.

Desde la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato (Dimao) expresan que se ha manifestado un cambio de actitud de la ciudadanía, pues "se pasó de 25 a 40 personas al día aproximadamente que concurren a dejar sus desechos electrónicos. Sin embargo, todos los días alguien va por primera vez. Sólo hemos tenido algunas dificultades con residuos de vidrio".

Educación

El principal problema en cuanto a reciclaje sigue siendo la falta de educación que hay en la población respecto de este tema. Es por ello que en Cosemar, además del punto limpio que ponen a disposición de la comunidad, se han enfocado con fuerza en la educación ambiental, trabajando principalmente con colegios y organizaciones sociales.

"Los más pequeños son la generación que más adelante hará el cambio. Nosotros en sí ofrecemos charlas y talleres sobre el uso correcto del contenedor, acondicionamiento de residuos; que aborda cómo debe venir el residuo para que sea reciclado. Les enseñamos lo que es reciclaje, cómo se recicla, dónde se recicla, los colores asociados al reciclaje, qué material, por qué no, por qué sí", explica Torres.

Para Bryan Ulloa, de Recipulli, es fundamental que se creen instancias educativas y para él, "el llamado es a ser consciente de la cantidad de residuos que cada uno, como ciudadano, genera diariamente. Imagínate que diariamente cada ciudadano genera un poco más de un kilo. Son cifras alarmantes, por lo tanto, hay que hacerse cargo de esta problemática".

Misma percepción tiene Daniela Valenzuela, de Recicla-me, quien explica que "la gente cree que dejando cualquier desecho cerca de una jaula de reciclaje, en este caso, nosotros como gestores vamos a llevarnos todo, y no es así, nosotros por ejemplo no trabajamos con el vidrio".

Añade que es la "misma población la que está ensuciando su propio sector", afirmando que en algunos lugares ha tenido que sacar las jaulas porque no funcionan. "Retiro de material reciclable un 30 % y el otro 70% es desecho que no es reciclable", se lamenta.

Además, afirma que la comunicación entre los gestores y las juntas de vecinos es fundamental para evitar que los puntos limpios se transformen en pequeños vertederos. "Yo trabajo con muchas juntas de vecinos, entonces ellos me avisan cuando la jaula está llegando a su tope, así yo tengo unos días para hacer el retiro y evitar que las jaulas colapsen", señala.

Por su parte, Javier Arancibia señala que desde Puerto Verde, pese al poco tiempo que llevan operando, contemplan proyectos de educación ambiental, "principalmente a colegios, con el fin de enseñar cómo debe ser procesado el material".

En este sentido, explica que, por ejemplo, que hay residuos limpios, sin etiquetas, sin tapas y varias indicaciones que son proporcionados por los puntos limpios. "La idea -sostiene- es sumar la mayor cantidad de participación, con el fin de convertir a Puerto Montt en una comuna con cero residuos. La visión a largo plazo es lograr que la menor cantidad de basura vaya a dar a los vertederos comunales".

Valorización en la región

La cadena del reciclaje está conformado por los productores, que son quienes ponen el plástico en las calles, en este caso los consumidores, en el medio se encuentran los gestores y finalmente los recicladores. Todas estas pequeñas empresas que se dedican a la recolección de residuos son el nexo entre el consumidor y el destino final, que sería una planta recicladora que revalorice el residuo.

" Faltan más puntos limpios, más compromiso de parte de la comunidad y también de parte de las empresas locales, que se atrevan a revalorizar los residuos que se producen"

Moisés Adriano,, colaborador de la empresa Cristoro, que recicla cristales