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cultivo, lo que también genera un rechazo. "Hoy en día, la industria se ha preocupado más de maximizar sus ganancias y sus producciones, en lugar de mantener estándares internacionales desde el punto de vista ambiental, sanitario y laboral. Y esto le va a empezar a pasar la cuenta este año".

Valoran estudio

El Consejo del Salmón, que agrupa a las empresas AquaChile, Australis, Cermaq, Mowi y Salmones Aysén, informó que como gremio están adheridos a este programa desde el mes de agosto del año pasado, con el fin de "avanzar en la reducción de antibióticos a través del acceso y análisis de datos relevantes de la industria en completa transparencia, en conjunto a un organismo internacional de prestigio como lo es el Monterrey Bay Aquarium".

"A diferencia de las opiniones dadas a conocer por algunas ONG ante los resultados del más reciente índice del Seafood Watch, como gremio vemos que este trae buenas noticias para el sector y para el país", apunto la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich. Así, el Consejo del Salmón destaca que el índice del Seafood Watch considera que los centros que cuentan con la certificación internacional del Aquaculture Stewardship Council (ASC) pueden considerarse bajo la clasificación amarilla ("buena alternativa") y son recomendadas. En Chile, cerca del 55% de la producción de salmón (tanto de su especie salmón atlántico como salmón coho) está certificada bajo el estándar ASC. "Por lo tanto, sería incorrecto afirmar que el estudio del Seafood Watch no recomienda consumir salmón cultivado y producido en Chile", sentenció Davidovich.

Respecto del salmón atlántico, desde el Consejo del Salmón contextualizan que el trabajo del Seafood Watch evaluó en total 27 zonas geográficas en seis países donde se cultiva esta especie, calificando en rojo a 19 de ellas (70%), encontrándose así áreas en rojo también en países como Noruega o Canadá. Por ejemplo, en Noruega 10 de 13 sectores geográficos tienen calificación roja y en Canadá, 3 de 4 sectores geográficos tienen la misma calificación.

Esto, según Davidovich, indica que los desafíos sostenibles en el cultivo de salmón atlántico (uso de antibióticos, uso de pesticidas para combatir el cáligus, evitar los escapes, entre otros) son transversales a los países y no son exclusivos de Chile o de las empresas chilenas productoras de salmón.

Tanto el cultivo de salmón atlántico -no certificado aún bajo ASC- en dos de las tres regiones evaluadas (Los Lagos y Aysén), así como el cultivo de salmón coho en las tres regiones de la macrozona sur, siguen calificados como rojos, pero "cada una por distintas razones y, pese a aquello, cada especie muestra avances", dicen desde el Consejo del Salmón.

En opinión de la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, "pese a que los resultados del índice no son lo positivos que nos gustarían, sí vemos buenas señales en el reporte y que demuestran los años de esfuerzo que como industria hemos dedicado a gestionar los mares y los peces sosteniblemente. Sabemos que los cambios significativos toman tiempo, y como industria, estamos comprometidos en hacer los ajustes que sean necesarios para seguir mejorando nuestros estándares y hacer del salmón chileno un producto aún más sostenible", cerró Davidovich.

"organización respetable"

Ricardo García, vicepresidente de Salmones Camanchaca, y quien también preside Chilean Salmon Marketing Council y es director de SalmonChile, sostuvo en un escrito que el "Monterey Bay Aquarium SeafoodWatch es una organización respetable que ayuda a consumidores y productores de alimentos del mar a tomar decisiones que ayuden a mantener los océanos más saludables".

Por el tema fármacos en la industria nacional, García se explaya: "Sobre el uso de antibióticos, la comparación parece ser Noruega, que tiene poco uso. Pero la crítica luce como si en Chile lo usáramos voluntaria e indiscriminadamente, lo que es erróneo. En Chile se requiere de una orden de un médico veterinario, quien debe acreditar que los peces a tratar están enfermos y debe ayudárseles a sanar. Lo contrario sería contra todo cuidado al bienestar animal. No hay uso de antibióticos de forma preventiva ni voluntariosa".

Y agrega que el principal antibiótico utilizado en nuestro país es "de uso exclusivo para medicina veterinaria y de eliminación rápida". Es decir, entre el tratamiento con el medicamento y el faenamiento pasan los tiempos correspondientes para garantizar la eliminación del antibiótico y que así no llegue a los platos de los consumidores.

"La industria chilena a través de SalmonChile y el Chilean Marketing Salmon Council se comprometieron hace unos tres años atrás con la organización Monterrey Bay Aquarium, a reducir el uso de antibióticos mejorando prácticas operacionales e incorporando nuevas tecnologías que mitiguen los riesgos, entre las que está uso extenso de vacunas que, aunque no del todo efectivas, sí ayudan; o el uso de alimentos funcionales que mejoren las capacidades inmunológicas de los peces. Los avances han sido destacados con rebajas substanciales, aunque aún hay progresos por hacer. Las empresas están comprometidas con esto pues es una fuente de significativas mejoras para los resultados de la actividad; las enfermedades son muy caras también para las empresas, y a nadie le conviene, salvo quizás a nuestros competidores fuera de Chile", explica García.

Producto seguro

El gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), Esteban Ramírez, explicó que "el salmón chileno es un producto de gran calidad, seguro y nutritivo, reconocido mundialmente por su sabor y frescura". Agregó, según publica el sitio "Aqua", que "en Chile somos fiscalizados por más de 25 instituciones, lo que asegura un producto de alta calidad que día a día es preferido por millones de consumidores de todo el mundo que buscan un alimento saludable"

El científico aseguró que, si bien valoran el interés de esta y otras ONG por estudiar y conocer la actividad, la información corresponde a un ranking que entrega una percepción y valoración sobre el producto, "que en nuestra opinión ellas distan mucho de los esfuerzos realizados entre ambos reportes, así como del análisis que hacen diariamente los países consumidores, entre ellos Estados Unidos y Japón, que exigen una serie de estándares de sostenibilidad, seguridad y calidad, en los cuales se tiene alta valoración del salmón chileno".

"Este ranking busca dar una recomendación al consumidor, pero no indica que el producto no pueda ser consumido por las personas. Es más, nuestro salmón supera diariamente exigentes análisis en materia de calidad e inocuidad alimentaria en los 104 exigentes mercados a lo largo del planeta donde es consumido", concluye Ramírez.

"A diferencia de las opiniones dadas a conocer por algunas ONG ante los resultados del más reciente índice del Seafood Watch, como gremio vemos que este trae buenas noticias"

Joanna Davidovich, Directora ejecutiva Consejo del Salmón

"La industria se ha preocupado más de maximizar sus ganancias y sus producciones, en lugar de mantener estándares internacionales"

Juan Carlos Cárdenas Director Ecocéanos

"Por años las empresas se han opuesto a transparentar estos datos (antibióticos), que son de suma importancia en la evaluación del manejo de centros"

Liesbeth van der Meer, Oceana

"La crítica luce como si en Chile lo usáramos voluntaria e indiscriminadamente, lo que es erróneo. En Chile se requiere de una orden de un médico veterinario"

Ricardo García, Salmones Camanchaca

3,1 veces al año cada espacio de cultivo de salmón del atlántico es sometido a antibióticos, sostiene el reporte de Seafood Watch.

104 mercados del mundo es consumido el salmón cultivado en Chile, sostienen desde el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal).

70% de las zonas de cultivo de salmón del atlántico evaluada por el Seafood Watch resultó con nota roja. En ella aparecen Aysén y Los Lagos.