La Armada dio inicio en todo el país al Plan Nacional de Protección Civil para Playas y Balnearios, que se extenderá hasta el 15 de marzo de este año. Corresponde a esa institución, a través de la Dirección General del Territorio Marítimo, determinar las playas de mar, ríos y lagos que son aptas para el baño, cumpliendo las exigencias necesarias.

Por ello, se ha reiterado el llamado al autocuidado, entendiendo que respetar las indicaciones de seguridad puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Esta semana, tristemente, la comunidad puertomontina ya ha tenido que lamentar la muerte de una niña de 3 años y su papá, quienes fallecieron ahogados al quedar atrapados en un remolino del río Chamiza, mientras disfrutaban de una tarde veraniega.

A diferencia del año pasado, cuando había restricciones de desplazamiento y cuarentenas, se espera ahora un aumento de veraneantes debido a las mayores libertades. La Armada dispondrá de medios humanos y materiales en las playas autorizadas para proteger la vida de quienes estén de vacaciones. En la temporada anterior, a nivel nacional se registraron 157 rescates, en los cuales se tuvo que lamentar el fallecimiento de 23 personas. La mayoría de los accidentes ocurrieron en playas que no son aptas para nadar. Por ello, se llamó a los veraneantes a informarse y descargar la aplicación "Playas Habilitadas", que encuentra disponible para sistemas operativos Android e IOS y que permite conocer las playas con bandera verde a nivel nacional, cómo llegar a ellas, el número de salvavidas disponibles y las recomendaciones en caso de emergencia.

Se ha reiterado la responsabilidad colectiva e individual que le cabe a los bañistas, para evitar los riesgos que conlleva ingresar al mar cuando no se cumplen las precauciones mínimas de seguridad. De ahí que se ha pedido a los veraneantes respetar los letreros que indican cuando un sector sólo tiene la condición de playa solanera y no de baño.

Hay que considerar la labor que realizan hombres y mujeres encargados del salvataje en los distintos balnearios y playas, quienes se transforman en personajes clave al ser los primeros en acudir en ayuda de quien la necesita, exponiendo incluso sus propias vidas para salvar otras.

Desde hace muchos años, independiente del gobierno de turno, venimos escuchando sobre la importancia de descentralizar nuestro país. Si bien este anhelo parece ser unánime entre la ciudadanía, existe poca discusión del significado de ella.

La descentralización como fin en sí mismo no asegura cambios importantes. Hoy tenemos un país dividido geográficamente que lo demuestra. Sin embargo, si miramos la necesidad de descentralizar basada en desarrollar el territorio, nos pone como fin el mejorar la calidad de vida de las personas a lo largo de Chile.

Lo anterior impacta de manera directa en las familias, entregándoles nuevas oportunidades para el desarrollo educacional, profesional y personal.

Para esto es necesario trabajar directamente en tres ámbitos relacionados con mayor autonomía administrativa, política-legislativa y económica. Sin estas tres áreas es difícil que se genere una descentralización real de las regiones.

Es por esto que necesitamos que el gobierno local cuente con el poder de tomar decisiones y contar con los recursos adecuados.

En las regiones se dan relaciones de confianza entre las autoridades, instituciones y la comunidad que facilitan el trabajo diario. En cambio, si los líderes deben escalar cada una de las decisiones a nivel central, toda la intención de articulación local se pierde, demorando proyectos que son fundamentales para la comunidad.

Lo mismo se debe trabajar a nivel de instituciones y empresas privadas. Ellas tienen una oportunidad única de captar profesionales y desarrollar áreas de desarrollo regional. Para esto es fundamental contar con los incentivos necesarios de parte del Estado y generar las confianzas para la inversión.

Hoy nuestro país está discutiendo la elaboración de una nueva Constitución, lo que nos entrega una oportunidad única para mejorar lo que es necesario. Es por esto que es importante tener este tipo de discusiones y pensar cómo desarrollar nuestro territorio poniendo énfasis en las personas, con el fin de ser un aporte real al futuro de Chile.

Francisca Sanz, presidenta

de la CChC de Puerto Montt

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