Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

Científicos logran anticipar convulsiones de epilépticos

ESTADOS UNIDOS. Expertos de la Clínica Mayo y la Universidad del Norte de Florida siguieron durante un año a los pacientes y, mediante un brazalete, pudieron detectar síntomas de un episodio inminente.
E-mail Compartir

Agencias/Redacción

Expertos de la Universidad del Norte de Florida (UNF) y la Clínica Mayo lograron anticiparse una media hora a las convulsiones de pacientes con epilepsia a través de mediciones hechas mediante un brazalete.

Para la doctora Mona Nasseri, profesora asistente de Ingeniería Eléctrica de la UNF, se trata de un regalo de tiempo que puede ofrecer la esperanza de una vida mejor a estos pacientes, permitiéndoles tomar medicamentos de acción rápida o alterar sus actividades para evitar esos episodios.

El estudio, señala la universidad en un comunicado divulgado esta semana, encontró patrones cuando los investigadores compararon datos fisiológicos recopilados por un dispositivo de monitoreo que se usa en la muñeca con el tiempo real de una convulsión.

Mediante el análisis de datos, como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el movimiento, los investigadores descubrieron que habrían podido pronosticar la mayoría de las convulsiones unos 30 minutos antes de que ocurrieran.

Estos hallazgos muestran que es posible proporcionar pronósticos confiables de convulsiones sin medir directamente la actividad cerebral, subrayó la universidad.

"He visto a estos pacientes y sé que necesitan algo como esto. Cuando tienen muchas convulsiones que son resistentes a los medicamentos, tienen que evitar tantas actividades. Esperamos poder ayudarlos", El estudio es parte de la Fundación de Epilepsia del Instituto Estadounidense de Innovación en Epilepsia y del proyecto My Seizure Gauge, que incluye colaboración internacional.

Cuando es inminente

Este es el primer estudio que siguió a las personas durante sus actividades diarias durante seis a doce meses, en lugar del trabajo anterior que se basó en el registro de datos de pacientes en el hospital, según Nasseri.

Rastrearon a seis personas con epilepsia resistente a los medicamentos y que tenían implantado un dispositivo de neuroestimulación que monitorea la actividad eléctrica del cerebro.

Debido al dispositivo en el cerebro, los investigadores pudieron recibir datos que indicaban exactamente cuándo ocurrió la convulsión, en lugar de tener que depender de que los participantes anotaran la hora en sus bitácoras personales, que es menos confiable.

La idea es proporcionar una advertencia cuando una convulsión es inminente.

Nasseri está contribuyendo al estudio mediante la implementación de técnicas de procesamiento de señales y aprendizaje automático para desarrollar estos algoritmos de detección y predicciones de convulsiones.

"Recopilamos los datos de los dispositivos de muñeca y diseñamos un algoritmo de aprendizaje automático", dijo.

El proyecto tiene su sede en la Clínica Mayo en Rochester (Minnesota), donde Nasseri trabajó con el doctor Benjamin Brinkmann, investigador principal del estudio, antes de unirse a la facultad de la UNF en 2020.

Disminuir los de colesterol "malo" evitaría desarrollo de aterosclerosis

E-mail Compartir

Reducir los niveles del colesterol LDL, conocido como "colesterol malo", hasta rangos por debajo de lo "normal", ayudaría a disminuir el riesgo de padecer aterosclerosis o sufrir una enfermedad cerebrovascular en Latinoamérica.

"Disminuir los niveles de colesterol LDL es una estrategia para prevenir y tratar la aterosclerosis -acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias-", explicó Pablo Corral, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Lípidos, durante la V Cumbre de Latinoamericana de Colesterol.

El experto señaló que, según estudios, en países latinoamericanos hay una "altísima" prevalencia de dislipidemia, una alteración de los niveles de lípidos y proteínas en la sangre, que incluye colesterol, triglicéridos o ambos.

Detalló que, por ejemplo, en México, la prevalencia de dislipidemia en la población es de 43,6%, mientras que en Chile es del 39%, en Argentina del 28,9% y en Brasil del 22%: "Los niveles altos de lípidos y colesterol es uno de los factores principales que explica que el infarto y las enfermedades cardiovasculares sean la primera causa de muerte en la región".

Carlos Alberto Aguilar, médico adscrito del Instituto Nacional de Nutrición "Salvador Zubirán" de México, señaló que el colesterol alto siempre ha sido de gran preocupación: es un trastorno puede transmitirse de padre a hijos, lo que se conoce como hipercolesterolemia familiar; sin embargo, es una enfermedad que está infravalorada e infratratada.

"Es un padecimiento más frecuente de lo que se pueda pensar, pero no se hace el diagnóstico porque es una enfermedad asintomática", indicó.

Señaló la importancia de hacer escrutinios familiares para detectar el riesgo y hacer intervenciones educativas específicas y, en ese caso, iniciar con tratamientos tempranos para evitar que el colesterol alto sea un riesgo. "El mejor momento para iniciar el tratamiento es lo más temprano posible. Hay pacientes a los que se les empieza a tratar a los 10 años de vida y eso impacta en la expectativa de vida y en la reducción de riesgo de padecer eventos cardiovasculares", precisó. Ambos expertos coincidieron en la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios y de ejercicio para reducir los niveles de colesterol, además de revisarse constantemente y conocer la historia familiar. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en América: cobran dos millones de vidas al año, según la OMS.

Incendios forestales han dejado 1.760 megatoneladas de carbono globales en 2021

E-mail Compartir

Los incendios forestales que a lo largo de 2021 han devastado amplios terrenos en todo el mundo han dejado un total de 1.760 megatoneladas de carbono; además, en varias regiones se registraron los mayores niveles de emisiones, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copérnicus (CAMS).

Los registros se recogen por el Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS) del CAMS desde hace 19 años.

Esas regiones concretas son el este y centro de la región mediterránea, Norteamérica, Siberia y el norte de África, según una nota publicada por el CAMS, en la que a su vez describe a abril, julio y agosto como los meses con más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) registrados como consecuencia de incendios forestales.

Según el científico y experto en incendios forestales de CAMS del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), Mark Parrington, "las condiciones regionales más secas y cálidas provocadas por el calentamiento global aumentan el riesgo de inflamabilidad y de incendio de la vegetación".

Julio tuvo por un tiempo el récord en emisiones globales de 2021 con 343 megatoneladas de carbono liberadas a la atmósfera, un reconocimiento que le duró poco puesto que agosto registró números incluso mayores, con 378 megatoneladas de carbono a escala mundial.

En abril, las regiones marcadas en rojo son Siberia occidental y Canadá; en la primera "un número ingente" de incendios devastó zonas en torno a Omsk y Tyumen, según la nota.

Posteriormente, los incendios forestales en la República de Sajá, al noreste de Siberia, registraron el mayor total veraniego en el conjunto de datos del GFAS de CAMS entre junio y agosto, que fue más del doble que en los años anteriores.

Por esas fechas, el fuego también desolaba el oeste de Norteamérica, concretamente varias provincias de Canadá, California y los estados del noroeste del Pacífico en EE.UU., con un total de 83 megatoneladas de emisiones de carbono a la atmósfera.

El humo resultante llegó a cruzar el Atlántico Norte y, tras mezclarse con las emisiones procedentes de Siberia, alcanzó las zonas occidentales de las islas británicas y el noroeste de Europa a finales de agosto.

En Europa no quedaron libres del fuego; las secas y cálidas temperaturas registradas en verano contribuyeron a que julio y agosto fueran los meses más críticos en este aspecto; de esta manera, Turquía fue el país más afectado, seguido por Grecia, Italia, Albania, Macedonia del Norte, España, Argelia y Túnez.

Al norte de India, la frecuente quema de rastrojos entre septiembre y noviembre provocó un aumento de los niveles de contaminación, siendo los estados de Punyab y Haryana los más afectados.