Jóvenes, drogas y alcohol
La ONU advirtió que el consumo de estas sustancias aumentó durante la pandemia, probablemente producto de las medidas de confinamiento. Hay variados factores por los cuales los jóvenes incurren en el abuso de las sustancias, entre ellos, la baja autoestima.
Beber en exceso y el uso de drogas son patrones de conducta con cada vez mayor presencia en los jóvenes. Lamentablemente, ese abuso conlleva también la aparición de la violencia y, en ocasiones, el riesgo de caer en una acción delictual. Entre las causas que llevan al consumo se conjugan varios factores, como la baja autoestima, escasa percepción de riesgo, un medio familiar disfuncional o la necesidad de aceptación y pertenencia a ciertos grupos, ante el abandono de los padres. La Organización de las Naciones Unidas ha llamado a los países a luchar contra el consumo de drogas, que se ha acelerado con motivo de la pandemia. Es necesario que en estas circunstancias los padres tengan un rol más activo respecto de sus hijos, para no seguir incrementando las cifras de consumo.
Una encuesta del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol reveló que más de la mitad de los consumidores mantuvo el consumo de alcohol y marihuana en pandemia. El sondeo se efectuó en junio a más de 34 mil personas mayores de edad de todo el país. De ellas, el 51% de los consumidores frecuentes confirmó que durante la emergencia sanitaria continuó con la ingesta de esas sustancias.
Sobre el alcohol, el 41,8% de estos consumidores aseguró haber bajado la cantidad debido a las restricciones del covid-19, ya sea porque tuvo menos oportunidades, porque le preocupan sus efectos o porque disponen de menos recursos económicos. En contraposición, el 54,2% afirmó que su rutina siguió igual o mayor. En el caso de la marihuana, el 69,4% de los encuestados aseguró continuar con el mismo ritmo (36,1%) o haberlo aumentado (33,3%). Estos últimos dieron como principal razón el estrés, la ansiedad y depresión ligados a la pandemia, lo que resulta preocupante, porque se preveía que en estos procesos, especialmente de cuarentena, hay estados de alteración que llevan a una parte de la población a buscar vías de evasión a través de la ingesta de alcohol, de drogas o de medicamentos sin prescripción. Bien es sabido que la automedicación de fármacos sin supervisión de especialistas puede causar efectos muy nocivos para la salud de las personas, que pueden llevar a estados de ansiedad, de depresión, insomnio e intentos de suicidio.