Erwin Schnaidt

El Concejo Municipal de Puerto Montt aprobó por unanimidad de sus diez integrantes contratar una auditoría externa, para evaluar la ejecución presupuestaria y el estado de la situación financiera de la Municipalidad.

A tal punto se llegó luego que cinco ediles pidieron efectuar una investigación financiera y contable del ejercicio 2016-2021 del Departamento de Administración de la Educación Municipal (Daem).

Como esa diligencia no está regulada por la Ley Orgánica de Municipalidades, fue necesario reformular la petición de los concejales, para una auditoría externa al municipio, lo que incluye al Daem.

La discusión del punto no llevó más de 15 minutos de la sesión ordinaria N° 47 del Concejo (que se extendió por tres horas y media ayer), oportunidad en la que el alcalde Gervoy Paredes llamó a los ediles a aprobar ese procedimiento.

Persecución

El concejal Emilio Garrido (DC), uno de los cinco firmantes de la solicitud, dio inicio al debate previo a la votación, ocasión en la que expuso que la auditoría "no puede ser un instrumento de persecución ni de focalización respecto de un departamento o entidad".

Planteó que la sociedad demanda hoy "máxima rigurosidad en términos de transparencia de la ejecución presupuestaria de los recursos públicos", por lo que subrayó la opción de poner a su disposición estos resultados.

Sin definir el valor del costo de ese trabajo, Garrido resaltó la necesidad de invertir "en transparencia y calidad respecto de la información que hoy requiere la ciudadanía. Esto no es un costo, es un deber".

Al concluir, el edil DC dijo esperar que a futuro "no sea un instrumento de artillería pesada, sino que uno que permita a la comunidad conocer los elementos externos como internos", ya que postuló establecer ese tipo de revisión como un ejercicio habitual, en cada cambio de administración.

Bases

La concejala Evelyn Chávez (RD) destacó el respaldo unánime a la propuesta y que el propio alcalde Paredes haya recomendado hacerlo. "Comenzamos a subsanar el manto de dudas que estaba en torno a la gestión municipal", estableció.

El próximo paso será la elaboración de las bases técnicas para el llamado a licitación pública de esa auditoría, cuyo costo estimó en $20 millones, según información de otros municipios que ya han pasado por el mismo procedimiento.

El edil Juan Carlos Cuitiño (PEV) acotó que esa será tarea de la administración municipal, a la que apoyarán "para ir observando lo que nosotros queremos que se audite".

Sobre la auditoría resaltó que "nos hace bien, por un tema de transparencia y para mejorar el sistema contable del Daem", en el que acusó que existe un "desorden administrativo", al poner como ejemplo el incumplimiento en la fecha de pago y el monto de horas extra adeudadas a conductores de buses escolares.

Llamó a preparase para -en tres años- entregar esa administración al Servicio Local de Educación. "Pero debe estar todo ordenado y sin deudas. Es posible que para esa fecha tengamos una Municipalidad quebrada. Hoy tenemos $3.200 millones sin rendir y habrá que pagarlos en cuotas. No sé cómo nos vamos a financiar", dijo.

"(La auditoría) no puede ser un instrumento de persecución ni de focalización respecto de un departamento o entidad"

Emilio Garrido,, concejal DC.

5 concejales pidieron esta auditoría: Evelyn Chávez, Fernando Binder, Juan Carlos Cuitiño, Emilio Garrido y Yerco Rodríguez.

En octubre conmemoramos el Mes de la Salud Mental, una instancia propicia para sensibilizar sobre la importancia que tiene en nuestra calidad de vida y recordar que prevenir los problemas de salud mental y conversar sobre ellos es importante para no descuidar nuestra salud física.

Por eso, en esta fecha y siempre, es importante hablar sobre salud mental, como una forma de dejar de lado los prejuicios y estigmas a los que muchas veces se asocia, en especial en este tiempo en que nuestras vidas cotidianas se han visto alteradas como consecuencia de la pandemia de covid-19, que ha tenido un gran impacto en la salud mental de las personas, aumentando los nuevos casos de afecciones de salud mental y empeorando las preexistentes.

Son muchos quienes han experimentado sentimientos de angustia o temor por los efectos inmediatos del virus en la salud, por el aislamiento físico, por temor a contagiarse o por perder a miembros de su familia.

Por más de un año las personas se han distanciado físicamente de sus seres queridos, han perdido familiares o amigos, se han enfrentado a diversos problemas económicos por haber perdido sus ingresos, o tuvieron un aumento de la carga laboral o familiar, repercutiendo todo esto en la salud mental.

Frente a esto, es importante tener en cuenta que es un tema que se debe evidenciar, conversar y, sobre todo, pedir ayuda. Pasarlo mal no es sinónimo de debilidad, contarles a otros cómo nos sentimos es un acto de confianza.

Con esta pandemia también han surgido nuevos conceptos como la "fatiga pandémica", instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para referirse a la reacción ante las medidas necesarias para cuidar la salud de las personas, las cuales terminan generando un agotamiento generalizado, lo cual puede llevar a que las personas se cuiden menos, usen menos mascarillas, se laven menos las manos y, por lo tanto, se expongan más a la posibilidad de contagio. Por eso es importante reforzar siempre el llamado al autocuidado, no bajar los brazos y seguir tomando todas las medidas, pues esta pandemia aún no ha terminado y de todos depende disminuir las probabilidades de contagio.

La invitación es a cuidar de nuestra propia salud mental y prestar apoyo a los demás, sobre todo a aquellas personas que viven con una de las enfermedades mentales más comunes, como la depresión.

"Es un tema que se debe evidenciar, conversar y, sobre todo, pedir ayuda. Pasarlo mal no es sinónimo de debilidad, contarles a otros cómo nos sentimos es un acto de confianza".