¿Sabemos algo del sol? Poco. La chilena María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997, primera mujer en titularse como astrónoma en la Universidad de Chile y doctora en Astrofísica en Princeton, escribió todo lo que sabe en "El sol" (Debate).

Y redactó el libro casi sin ver, con la ayuda de su marido el físico Fernando Lund, Premio Nacional de Ciencias en 2001, quien le leía los capítulos que lentamente iba escribiendo María Teresa en el computador.

"Hace ya un tiempo que empecé a sufrir de degeneración ocular, hubo un ojo en que se me fue la vista rápido hace 10 u 8 años. Y hace como 4 años empezó el otro ojo poco a poco, ha ido más lento. Es sólo la visión central, que sirve para leer y para escribir, lo demás lo veo bien. Me costó. Es demoroso para mí leer. El cerebro trabaja el triple, escribía un poco y tenía que descansar. La verdad es que el computador es una maravilla, ajusto la tipografía y el contraste, casi no leo en papel", detalla la Premio Nacional.

-¿Este libro lo leyó en computador solamente?

-En computador, pero tengo el libro físico al lado para ir escuchando como pasan las hojas. Me gusta el sonido y el olor de los libros. No se compara el computador con la experiencia de leer un libro.

-¿Se inspiró en algún escritor o escritora para escribir bajo estas condiciones?

-Supe por ahí que la Gabriela Mistral tenía un problema similar. Y ella no tenía computador. Así que se puede.

Mirar el sol

Hace unos años que María Teresa Ruiz está escribiendo "en simple". Es decir, que acerca la ciencia a los lectores que no son científicos. En este nuevo libro, ella explora el origen del astro rey y las relaciones que la humanidad ha establecido con él. El volumen "El sol" también contiene una serie de imágenes comentadas, que nos acercan a la experiencia de verlo con instrumentos adecuados.

"Hace 10 años me di cuenta que, siendo astrónoma, no sabía mucho y mis colegas tampoco. Nos hemos dedicado a investigar estrellas lejanas, y con ellas -de rebote- hemos aprendido del sol", cuenta por Zoom. Su fascinación con respecto al sol comenzó en AURA, la fundación astronómica que maneja los observatorios Géminis y Tololo, el telescopio espacial de EE.UU.

"Yo siempre he dicho que lo que uno no conoce, no lo quiere. Mi intención es presentar al sol con todos sus ropajes y todas sus características. Cuando veo la foto de la cromosfera solar, parece un peluche, me dan ganas de abrazarlo y hacerle cariño", dice la astrónoma.

"Pero no todo es suavidad", cuenta María Teresa Ruiz. El año 2012 los astrónomos solares estuvieron nerviosos porque el sol tiró plasma solar y cayó cerca de la tierra.

"También, hace algunos años, el sol mató una serie de radares de Estados Unidos, les hizo varias malas pasadas. Es un tema estratégico. Hay que observar el sol y estudiar el sol. El sol puede dañar los GPS, por ejemplo. Eso es delicado porque la navegación área y los trenes se guían con GPS. Los chorros de partículas han destruido grandes servidores de datos. La tecnología debe hacerse más robusta cada vez.

-¿Ha cambiado el estudio del sol en estos 10 años?

-Se lanzaron muchos satélites. En este momento hay decenas que están mirando el sol con distintos instrumentos, para monitorear estas eyecciones, o chorros de partículas que salen de improviso. Hay también radiación de alta energía, rayos X (que llegan en 8 minutos, porque viajan a la velocidad de la luz). Se visualiza también plasma, que es esencialmente material del sol, gas cargado con campos magnéticos, que son los más dañinos.

-¿Cómo definiría el carácter del sol?

-Si uno mira otras estrellas, el sol es lo más buena gente que hay. Nos ha cuidado, es bastante estable, nos ha dado tiempo para evolucionar, no sé cuántos millones de años. Así la vida ha podido prosperar en el planeta. Hay otras estrellas con las que no tendríamos compatibilidad. Hay otras estrellas que tiran esa artillería que mencioné a lo bestia, estaríamos todos cocinados. Es de bastante buen carácter, nuestro sol.

- ¿Qué sucede con la temperatura de la tierra en relación al sol?

-Los astrónomos solares piensan que por lo menos debería haber un 20% de influencia en el clima de la tierra debido a la actividad solar, pero no han hecho el cálculo exacto, porque es súper difícil. Pero hay registros históricos desde cuando el sol ha cambiado su actividad. Desde el año 1645 a 1715, se quedó descansando en el mínimo: nadie lo entiende hasta ahora. En ese tiempo, en Europa, no hubo veranos.

-¿Por qué dejamos, como humanidad, de mirar el sol?

-Yo creo que fue la modernidad en que nos sentimos todopoderosos en muchos sentidos, como si el sol no fuera indispensable para la vida. La luz eléctrica, la estufa a gas, el petróleo, la luz led, lo que sea. Reemplazan el sol, nos permiten seguir funcionando. Pero en realidad no funcionaríamos nada de bien sin el sol.

-El sol tiene etapas. ¿Qué se viene?

-El máximo se viene en un par de años, que es cuando estará más activo y lanzará estas llamaradas locas. Esa actividad puede durar meses. Hay que tener ojo porque nos hace daño con "estos regalitos" que nos manda.

María Teresa Ruiz también es especialista en estrellas enanas y supernovas.

Por Cristóbal Gaete

Lorena Palavecino