Correo
Educación TP de calidad
Por mucho tiempo la educación técnico profesional (TP) se ha visto como el medio para adquirir habilidades que permitan desenvolverse directamente en el mundo laboral, ejerciendo muchas veces tareas básicas. Pero en la actualidad, dos de cada tres estudiantes que egresan de un establecimiento TP siguen estudios superiores.
Es evidente para ellos la necesidad de contar con mayores competencias técnicas que permitan no sólo alcanzar mejores puestos laborales, sino también contribuir al desarrollo económico del país a través de trabajos más calificados. En la actualidad, el 39% de la matrícula de estudiantes de tercero y cuarto medio del país estudia en un establecimiento técnico profesional, y en promedio concentran un 83% de los estudiantes que provienen de contextos con mayor índice de vulnerabilidad.
Por eso, hoy más que nunca debemos buscar entregar educación técnica profesional de calidad, acorde a las aspiraciones de jóvenes y necesidades de sectores productivos. Ante esta realidad, la educación técnico profesional no sólo debe capacitar y entregar herramientas a los estudiantes para desenvolverse en el mundo laboral, sino también apoyar su preparación para continuar estudios o seguir capacitándose.
La educación media TP no debe ser el fin de la educación, sino abrir puertas y oportunidades para especializarse y desarrollar el potencial que cada uno tiene.
Francisco Santelices, mentor de formación de Enseña Chile
Nuevo seremi de las Culturas
Luego de una carta que envié la semana pasada sobre la corrupción en el Estado al aceptar un cargo público sin tener las competencias necesarias, lamento el hecho de que una cartera tan importante como la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, quede a cargo alguien que viene del mundo de la salud. ¿Qué relación o conexión puede tener?
Una vez más este Gobierno convierte el Estado en una bolsa de empleos y se va quedando sin piezas de ajedrez.
Eduardo Zuchel Muñoz
Lista del Pueblo y notaría
Gracias a "Los Listos del Pueblo", porque con las 23 mil firmas autorizadas en una notaría cerrada desde el año 2018 y ante un notario fallecido en febrero pasado, han logrado probar de manera irrefutable que la sociedad no se divide entre los buenos del pueblo y los malos que están contra aquel.
Lorenzo Miranda Morales
Candidatura de MEO
Viendo la gran cantidad de candidatos que se están presentando para asumir la Presidencia de nuestro país y de los cuales sólo dos o tres tienen alguna posibilidad, cabe preguntarse, ¿qué es lo que guía al resto para embarcarse en esta aventura?
Me parece que sólo es el amor al dinero, ya que como es sabido, el Estado cancela una suma aproximada a los $1.500 por voto a los participantes en esta votación, considerando que cada uno de aquellos, sin la menor opción, por muy malacatoso que sea, conseguirá una cantidad de votos que le permita una excelente recaudación de dinero para su bolsillo.
Me referiré sólo al candidato MEO (Marco Enríquez-Ominami), quien, por información aparecida días atrás en la prensa, considerando todas las oportunidades en que se ha presentado y sin tener la menor posibilidad de obtener un triunfo, le ha significado vivir cómodamente con una renta superior a los 20 millones de pesos, además de viajar, obtener permanente tribuna en diarios y televisión y eludir cargos por hechos en lo que ha participado y que, curiosamente, nuestra justicia nunca se ha atrevido a castigar.
Todo lo mencionado es consecuencia del aprovechamiento que han tenido nuestros políticos, a través del Congreso, para después de la vuelta a la democracia ir obteniendo prebendas que ni en países económicamente superiores al nuestro obtienen sus funcionarios.
Me refiero a sueldos o dietas y un sinfín de regalías, como vehículos, gastos de combustible, asesorías, etc.
Con la situación por la que atraviesa el país, sería lógico esperar más mesura y mayor patriotismo de parte de toda esa cáfila de frescos que siguen viviendo en jauja.
Aldo Forno Bas
Votación de MEO
Si algo teníamos claro para estas elecciones, era que Marco Enríquez-Ominami haría todo lo que estuviera a su alcance para estar por cuarta vez en la papeleta de la elección presidencial. Y lo logró.
¿Pero cómo le irá esta vez? Teniendo a la vista las elecciones anteriores (en 2009 sacó 20% de los votos; en 2013, 10%; y en 2017, 5%) y el daño que le causará el caso SQM y OAS (aunque haya salido "absuelto"), aventuro lo lógico: un 2,5%.
Diego Ormazábal