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En Puerto Varas el padre de Kristel Köbrich apoyará a nadadora olímpica

SEGUIDOR. Michael Kobrich se radicó en 2019 en la zona lacustre, maravillado del lago y los volcanes. Destacó las virtudes de la deportista, quien dijo que sueña con llegar a la final de los 1.500 metros.
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Javier Andrade

La nadadora chilena olímpica Kristel Köbrich tendrá este lunes en Puerto Varas a un televidente muy especial. Se trata de su padre Michael, quien se radicó hace dos años en esta ciudad, en la que se encuentra disfrutando del paisaje lacustre, que a su juicio, es el soñado para vivir.

Acompañado de su actual pareja, Carmen Schürmann, el progenitor de quien es considerada la mejor especialista de la historia de la natación chilena, no esconde sus deseos de presenciar y disfrutar la quinta participación de la menor de sus tres hijas en una cita olímpica, que está programada para mañana, a partir de las 6 de la mañana, en la prueba de 1.500 metros libres.

La nacional también estará compitiendo el jueves 29, en los 800 metros libres, en el mismo horario.

Michael Köbrich comenta que con esta pandemia, hace poco más de dos años que no ha visto a su hija, quien tampoco ha venido al sur. Corría el año 2003 cuando la deportista de entonces 18 años, se trasladó hasta la ciudad argentina de Córdoba, donde ha desarrollado prácticamente toda su carrera deportiva.

Destaca virtudes

Con la emoción de todo padre, afirma que Kristel es una mujer muy perseverante, muy seria para sus cosas, planificada y ordenada, para rendir al máximo en su trayectoria deportiva.

"Que vaya a sus quintos Juegos Olímpicos, lo encuentro como un premio a toda su entrega y de su lucha por alcanzar metas en la vida. Le elogio ese profesionalismo que tiene, en una actividad que es tan particular, dado que practicar una disciplina competitiva no es nada de fácil, más considerando el alto costo que significa financiar a un deportista de elite en Chile", aseveró el papá de la deportista.

Recorriendo la historia de su hija, afirmó que su experiencia y el aprendizaje que ha tenido en Córdoba, ha sido imprescindible de la mano de su entrenador Daniel Garimaldi.

Viaje al sur

Sobre su traslado a Puerto Varas, recuerda que se va sintiendo cada vez mejor en esta zona, después de residir toda una vida en Santiago, donde se desempeñó como profesor de educación física del Colegio Alemán de la capital, durante 44 años.

"Me vine acá, el destino me atrajo. Había visitado varias veces esta zona, en Puerto Varas y Puerto Montt. Comencé a apreciar la calidad de vida que existe, en un lugar muy tranquilo y con un escenario natural de ensueño, aunque sí junto a mi pareja, hemos estado más bien encerrados para cuidarnos (del covid)", afirma.

A pesar de la excelente relación que une a la deportista con su padre, ha sido muy difícil efectuar una reunión con ella. "Desde que se fue al país trasandino viaja muy poco a Chile y sólo va a Santiago para estar con sus hermanas y sobrinas, así que estamos esperando que pueda pasar el tiempo y que este virus se vaya alejando, para poder verla y compartir y que pueda llegar al sur cuando se den las condiciones", manifestó Köbrich.

Destacó las expectativas que la especialista olímpica tendrá en esta nueva aventura planetaria. "Hemos hablado bastante. Está en la Villa Olímpica y supe que no había participado en la ceremonia inicial. Está muy feliz, con esta nueva oportunidad que tiene y el privilegio de estar compitiendo y defendiendo a su país", aseveró.

Refiriéndose a sus posibilidades de llegar a la final en una de las dos pruebas , cree que su mayor opción de alcanzar una definición será en la prueba de 1.500 metros, sabiendo que no será una tarea fácil, pero lo claro es que ella quiere clasificar con el mejor tiempo y quedar entre las ocho mejores.

6 de la mañana del este lunes será el debut en los 1.500 metros libres de la deportista nacional.

5 participaciones olímpicas está a punto de concretar la nadadora nacional, las mismas que tiene la retirada atleta, Erika Olivera.

Disputa del 13 al 18 lugar queda como consuelo para Sanhueza

REMO. Dupla con César Abaroa no pudo pasar del quinto lugar en jornada de repechaje de ayer en Tokio.
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El remero puertomontino Eber Sanhueza y su compañero César Abaroa, ocuparon anoche (hora de Chile) el quinto lugar de la etapa de repechaje en la competencia dos pares de remos (doble scull) peso ligero varones, clasificando a la Final C de las Olimpiadas de Tokio.

El binomio nacional terminó en el quinto lugar de su serie en el repechaje, con un tiempo de 6 minutos, 48 segundos y 22 centésimas -superior a la primera clasificación- , superando esta vez sólo a Tailandia, con una diferencia de 44 segundos.

Los equipos que en esta etapa consiguieron su clasificación a semifinales fueron los de Ucrania, Canadá y Uruguay.

Con ello, Eber Sanhueza y César Abaroa tendrán como consuelo el acceso a la Final C, en la que se define del 13 al 18 puesto, competencia que está programada para este martes, desde las 20.10 horas de Chile.

Otro quinto lugar

En la jornada anterior, en su debut en las Olimpiadas, la dupla Abaroa-Sanhueza terminó en el quinto lugar de la tercera fase clasificatoria de doble scull ligero masculino.

Los remeros chilenos consiguieron un tiempo de 6 minutos, 53 segundos y 15 centésimas en la manga tres de la clasificación, superando sólo al binomio de Argelia, lo que les permitió clasificar al repechaje de anoche, en el que hubo 12 países en competencia. Los tres primeros avanzaban.

Uchimura cayó de la barra y se despidió

GIMNASIA. Doble campeón olímpico no pudo llegar a la final.
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Kohei Uchimura, campeón olímpico de gimnasia en Londres 2012 y Río 2016, se cayó de la barra cuando ejecutaba su rutina y su nota de 13,866 no le permitió entrar en la final.

Este accidente, en los Juegos Olímpicos llegó en el momento más inoportuno para rey Kohei, cuando había decidido solo disputar esa competencia, pero no empaña su carrera como el mejor gimnasta que ha habido en la historia.

A sus 32 años, Uchimura renunció a ser parte en la competencia por equipos al considerarse mayor para hacer un buen papel. Quería centrarse así en luchar por una medalla en la barra para firmar "el ejercicio perfecto". No fue posible.

Con una rutina de dificultad 6,600, la más alta presentada hasta el momento en los Juegos, el seis veces campeón mundial (ningún hombre o mujer tiene más triunfos) empezó su ejercicio de forma espectacular, con tres sueltas de altísimo riesgo que ejecutó con seguridad. Sin embargo, al final de la rutina, en un desplazamiento sobre la barra con doble giro se le soltó una mano y cayó al suelo.

Esta actuación puede poner punto final a su carrera, aunque nunca ha dicho que estos Juegos fueran la despedida, pese a que había afirmado que "si los juegos no fueran en Tokio ya me habría retirado".