Correo
Matrimonio igualitario I
En Carta al Director publicada este jueves en El Llanquihue, Cristian Palma Valdés, presidente regional del Partido Republicano, despedaza al Presidente Sebastián Piñera por el anuncio sobre matrimonio igualitario y apunta básicamente a lo siguiente: no estaba en el programa; gobierna para la izquierda incluido el Partido Comunista y propende a la destrucción de la familia.
Continúa el psiquiatra (sí, es psiquiatra) apelando a las implicancias morales, éticas, religiosas, sociales y demográficas (sí, al psiquiatra le preocupa que hombres y mujeres heterosexuales dejen de procrear, porque parejas representativas de la diversidad sexual puedan contraer matrimonio). Todo lo anterior lo sostiene bajo el paraguas de un refrán: "la peor astilla es la del mismo palo".
Señor psiquiatra, permítame retrucar con otro refrán: "no hay peor ciego que el que no quiere ver". Si usted siguiera el acontecer nacional, percibiría fácilmente algunas cifras bastante reveladoras (excúseme el ajuste de números, no será relevante): 8 de cada 10 chilenos decidieron no modificar, sino reemplazar por completo la nueva Constitución por otra que sea representativa de la realidad nacional; 8 de cada 10 chilenos decidieron que los encargados de discutirla y fijar su contenido sea una convención electa popularmente; y adivine qué: una proporción casi idéntica decidió en las últimas elecciones que las ideas que usted tan locuazmente expresa y representa, no tengan cabida ni en gobernaciones, concejos municipales, alcaldías ni en la Convención Constitucional.
Permítame concluir con una cita al Premio Nobel Bob Dylan en su célebre canción The Times They Are A-Changin: "mejor empieza a nadar o te hundirás como una roca, porque los tiempos están cambiando".
Samy Zerán Sukni, abogado
Matrimonio igualitario II
Una sabrosa prueba tiene la derecha para que dé muestra de cuán sintonizada está con el nuevo Chile, a propósito del proyecto de matrimonio igualitario.
Rodolfo Núñez
Matrimonio igualitario III
Al parecer el Presidente Sebastián Piñera, en el Congreso, quiso parafrasear y hacer suyo un famoso dicho, algo así como "última cuenta pública, nadie se enoja". Sin embargo, una sorpresiva parte de su discurso igual produjo crispación a más de algunos, pero lo sorprendente fue que no precisamente a sus más acérrimos opositores, más bien a sus supuestos socios, que posteriormente declararon que no estaban para sorpresas y sí se enojaron.
"Uno de los mayores descubrimientos que hace un hombre, una de sus grandes sorpresas, es descubrir que puede hacer lo que temía no poder hacer": Henry Ford.
Luis Enrique Soler
Lenguaje de género
Resulta curiosa la moción N° 14272-07 que busca prohibir el llamado lenguaje de género en los establecimientos educacionales, toda vez que permanece en vigencia el Decreto 3879 de 1927 del Ministerio de Instrucción Pública (http://bcn.cl/2h0yg), el cual señala que la ortografía oficial para todos los servicios públicos es la de la Real Academia Española.
Si bien una ley tiene mayor fuerza que un decreto, en estricto rigor ya debería ser exigible censurar toda forma de expresión que no se ajuste a lo ya señalado.
Dicho eso, ¿no será prudente volver a nominar a la Cámara "de Diputados"?, digo, para respetar la normativa vigente.
Francisco Castro Felicori
Precio de medicamentos
En nuestro país, millones de personas pagan cientos de miles de pesos mensuales por el costo de sus medicamentos. En Chile, los precios a público para los medicamentos de marca, innovadores u originales son tal vez los más caros del mundo (hasta diez veces mayores a la Comunidad Europea).
Legislando en favor de los enfermos y no de las grandes empresas farmacéuticas, es posible alcanzar precios muy similares a los de la Comunidad Europea. Con ello, los enfermos chilenos debiesen pagar cinco a seis veces menos por sus tratamientos, algo muy parecido a lo que hoy está sucediendo con un acotado grupo de medicamentos dispensados en las farmacias independientes, incorporadas a la Ley Cenabast, único aporte favorable para los enfermos, abusados desde siempre por las grandes compañías farmacéuticas en nuestro país.
Ni con la regulación de precios o baja en el IVA se conseguirán alcanzar los precios a público existentes en muchos otros países del mundo, y los enfermos chilenos continuaremos pagando muy elevados precios por nuestros medicamentos, salvo por los genéricos y los aún pocos distribuidos por Cenabast.
Daniel Zapata Z.