La aguerrida dirigenta del Mercado Melipulli
Rosa Soto se hizo conocida por las protestas en la costanera y liderar el "Bus de la dignidad" en plena cuarentena por el covid-19.
En los momentos más críticos de la pandemia, comerciantes del Mercado Pueblito Melipulli de Puerto Montt hicieron noticia regional y nacional en septiembre del año pasado, al bloquear el tránsito en la costanera para expresar su malestar, quebrando platos además, por no poder trabajar, ante las medidas restrictivas que impuso la autoridad sanitaria, para frenar los contagios por covid-19.
Además, tuvieron una activa participación en la delegación de feriantes y locatarios de mercados que -en diciembre de 2020- viajó a Santiago en el denominado "Bus de la dignidad", para pedir a autoridades del nivel central, el fin de la cuarentena en Puerto Montt y apoyo económico para reactivar sus negocios.
Al frente de todo ello estuvo Rosa Soto (46), actual secretaria y vocera del Mercado Melipulli, quien admite que gestionar esas actividades obedeció a su ímpetu y carácter fuerte, que fue forjando desde niña, cuando vivía en Alerce Histórico, junto a su madre, Graciela Mansilla, una mujer "muy esforzada y trabajadora", una artesana que logró criar y educar a sus tres hijos.
Gracias a ese ejemplo, formó su temple y apego a la actividad comercial. "De muy pequeños le ayudábamos y además salíamos a vender maceteros y artículos de jardinería por poblaciones. Siempre hemos estado con ella, al pie del cañón".
Así comenzó a trabajar por cuenta propia como comerciante, atendiendo negocios o como garzona, a lo que sumó sus estudios secundarios, que cumplió al egresar de cuarto medio. Con el tiempo, accedió a un local comercial en la rotonda Presidente Ibáñez, con la venta de ropa americana, desde donde -siendo dirigenta- dio el salto al Mercado Pueblito Melipulli. Eso hace 14 años, cuando supo que había un local que estaba vacante.
Al instalarse en ese nuevo espacio junto a la costanera, supo que la agrupación de comerciantes estaba en proceso de cambio de directiva, ante lo que recibió la invitación para formar parte de ese equipo de trabajo, por lo que pasó a ocupar el cargo de tesorera.
A partir de ese momento, comenzó una nueva etapa en su vida, al compartir la actividad de dirigente y comerciante, con un local destinado a la venta de productos del mar congelados y ahumados. Hace ocho años, sumó uno de gastronomía "que me apasiona", confesó. Por su gestión, recordó, hace cuatro años fue reconocida por la Segunda Comisaría de Carabineros, como la mejor dirigenta del centro de Puerto Montt.
- Su actividad va más allá del cargo de secretaria de esa directiva...
- Soy la vocera, la que pelea, la que toma de repente las decisiones, soy más aguerrida. Todos me dicen que soy la presidenta, pero no es así. Es mi marido el presidente.
- ¿Cómo nace la inquietud de movilizar a los comerciantes durante este tiempo de pandemia?
- Lo que pasa es que aparte de liderar un poquito a mi gente, gracias a Dios con buenas acciones, soy una persona creíble; soy una actora social que lucha por el bienestar de mi gente. A veces los ministros toman decisiones sin conocer la región, sin conocer la ciudad, sobre todo a través del escritorio. Nunca han estado en una casa donde no ha habido pan, que gotea el techo. Han nacido con un estándar económico muy alto. Cuando uno pasa hambre y necesidades, ve al vecino, a la amiga, a la colega que tiene a la mamita postrada y no les alcanza ni siquiera para un paquete de pañales. Eso me duele el corazón y tengo dos casos en el Mercado. Tenenos que luchar, porque las decisiones a veces no son bien tomadas y no ven la realidad de las personas, de cada ciudad. Hay que ir a decir qué está mal. Tenemos que luchar por nuestra gente, sobre todo por la persona que es un poco más débil. Con educación, astucia e inteligencia, podemos conversar con todas las personas.
- Con ese carácter y deseo de hacer el bien por la ciudad, ¿no ha pensado en postular a un cargo, como concejal?
- Con la política no quiero nada. Es muy sucia. Como dirigenta he conseguido muchas más cosas que un concejal. A Dios gracias, puedo decir que en cuatro meses nos entregan 158 departamentos en condominio a mi gente.
- Además hemos sabido que está muy interesada en el bienestar de los adultos mayores...
- Antes de la pandemia iba a buscar a abuelos que han dejado olvidados en hogares. Muchos van a dejar a sus papás, a sus mamás y no los van a ver nunca más. Me gusta ir a ver a los adultos mayores, me gusta trabajar con los niños. Los abuelos han servido al país, a la comuna y tenemos que ser agradecidos y, de repente son los que están más olvidados.
"Tengo una noticia que no le iba a dar a nadie. Creé la fundación 'Esperanza y dignidad', especializada en el adulto mayor. Soy la directora principal y la segunda directora es Fabiola Oyarzún, presidenta de la Unión Comunal del Adulto Mayor. Tenemos un plan de trabajo, que comenzaremos con nuestros vehículos y después esperamos montar nuestra oficina para tener a profesionales especializados en la atención del adulto mayor, porque tienen muchas necesidades; están muy abandonados".
- ¿Cuáles son sus planes, seguirá en el mercado, piensa en diversificarse?
- Gracias a Dios, junto a mi esposo tenemos varios locales. En materia de negocios, estamos bien con lo que tenemos. Me gusta lo que hago y me quedo con lo que tengo.
A SU LOCAL DE CONGELADOS Y AHUMADOS, ROSA SOTO SUMÓ LA COCINERÍA "EL REY II", ACTIVIDAD QUE ADMITIÓ QUE LE APASIONA.
"Todos me dicen que soy la presidenta, pero no es así. Es mi marido el presidente"
"A veces los ministros toman decisiones sin conocer la región, sin conocer la ciudad"