Denuncian contaminación y abandono en el sector costero de Chinquihue
PUERTO MONTT. Ruidos molestos son una constante por astilleros emplazados a metros de las casas.
Es un problema de más de una década que no ha tenido solución. Cada día son más los astilleros en el borde costero de Puerto Montt y que -según vecinos- contaminan el ambiente con olor a pintura y ruidos molestos.
Ese no es el único inconveniente en ese punto de la capital regional. Hay barrios sin áreas de juegos infantiles, pese a tratarse de poblaciones con más de 50 años de existencia.
La concejala independiente Marcia Muñoz, que llegó a esos puntos emplazados junto a la Ruta Chinquihue, develó una serie de problemas en los puntos habitados de la zona costera, los que en algunos casos se han tornado insoportables por los ruidos molestos.
Muñoz explica que por muchos años las familias han tenido que convivir con el funcionamiento de industrias pesqueras y astilleros, sin que se regule esa situación especialmente en el área del borde costero de Chinquihue.
"Esto ocurre ante los ojos de la autoridad marítima y de todas las demás instituciones que han abandonado su rol de fiscalización ambiental, de salud, prevención y seguridad de sus habitantes", critica la edil.
Agrega que durante años esos residentes "han vivido reclamando justicia ante la instalación de estas empresas en medio de la población. Lo que es peor, no se sabe cómo las autoriza y regulan, aunque se ha oficiado a instituciones y departamentos para que intervengan".
La concejala añade que los vecinos están molestos, ya que hasta hace algunos años se podía hasta mariscar en la costa.
Permisos
Helga Torrealba vive en la calle Las Golondrinas de Villa Marina. Cuenta que hasta hace un par de años había sólo dos astilleros, pero de un día para otro aparecieron otros cuatro.
"Ellos trabajan reparando embarcaciones, fabricando naves, arenan y pintan los barcos, problema que tenemos hace muchos años. Son muchos astilleros alrededor de una población muy pequeña", anota la pobladora.
Dice que se sienten abandonados, porque ningún organismo se responsabiliza por lo que está ocurriendo. "No se entiende cómo entregan estos permisos, a metros de nuestras viviendas", reclama.
Frente a la casa de Helga hay tres astilleros. Y, en una casa vecina, donde vive un matrimonio y cuatro niños, "no escuchan la televisión, la radio, y tienen que hablar muy fuerte para que se puedan entender, por el ruido diario. Incluso están cerca de los marinos, hay una base acá. Ahora, con el tema de la pandemia del covid, los niños se han tenido que quedar en la casa y estudiar por internet; pero no escuchan nada", reitera.
Otro problema es en una industria del sector, donde asevera que "limpian los pozos los días domingo y con fuertes olores. Es insoportable".
En otro sector
Ruth Téllez, de la población El Progreso en Costa Tenglo Bajo, confirma los problemas por la contaminación del medio ambiente, la presencia de muchos astilleros y la falta de señalizaciones en las calles, entre otros inconvenientes. Añade que "no tenemos áreas verdes, menos una multicancha o parque. No hay nada", sentencia.
Revela que producto del funcionamiento de esas industrias en el lugar, se han visto invadidos de roedores.
"Este es un barrio muy antiguo, tiene más de 60 años, y ni siquiera tenemos el espacio para llegar al borde costero. Nosotros no existimos en el mapa de Puerto Montt. Es lamentable, porque es mucha la población acá", detalló.