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que reconoció que "constatan una realidad: los ocupados de la región, al cierre de este informe, son 342 mil".

El líder provincial de la CUT planteó que la comparación en cuanto a la pérdida de empleos debe realizarse con un año sin pandemia del covid-19. "En un año normal, los ocupados de la región eran más de 436 mil; es decir, se han perdido cerca de 94 mil puestos de trabajo".

Apuntó que esas personas no figuran en los índices de subocupación, "porque no andan buscando empleo, porque son transitorios, por cuenta propia, con contratos de obra y faena. Es un empleo no protegido". A ello sumó los confinamientos por cuarentena, que impiden los desplazamiento en comunas en esa fase.

Desafíos regionales

Al dar cuenta del perfil de los trabajadores de la región actualizado al trimestre enero-marzo de 2021, el análisis del Observatorio Laboral define que tanto la escolaridad, como la informalidad "son desafíos relevantes para la región".

En su presentación reportaron que sólo un 28 % tiene estudios de nivel técnico superior (9%) y profesional (19%). Mientras que un 31 %, o tres de cada diez trabajadores, ha podido alcanzar sólo estudios básicos "o incluso tiene una escolaridad más baja".

La doctora Ferrada hace notar el dato que tan solo un tercio de los ocupados haya logrado cursar la educación básica o menos, lo que dificulta que exista una mayor movilidad laboral y aspirar a mayores remuneraciones.

"Por un lado, afecta a peores condiciones laborales; pero también en la baja productividad", por lo que planteó que "debería ser de interés de todos mejorar estos indicadores, sobre todo ahora que vamos a tener más empresas con mayor automatización y digitalización, lo que requiere mejorar estos estándares".

Respecto a la informalidad, el Observatorio Laboral Los Lagos determinó que uno de cada cuatro trabajadores (26%) está en esa condición.

"La informalidad en nuestra fuerza trabajadora es alta, con la precariedad que eso implica, en materia de cobertura previsional (salud y sistema de pensiones)", detalló.

Por eso es que el presidente de la CUT Llanquihue conminó a las autoridades de gobierno a realizar nuevos esfuerzos para alcanzar mayores indicadores de formalización del empleo, "con la inyección de recursos que vayan en la dirección correcta, con programas de formación y de incentivo a esta actividad económica".

Expuso que un número relevante de trabajadores de la región se desempeña por cuenta propia, principalmente, en actividades agrícolas, pesca, comercio, servicios, turismo y otras de emprendimientos independientes. Pero, subrayó, "no cuentan con protección social, por lo que ante crisis como la que estamos viviendo hace más de un año, ellos no pueden hacer uso de ahorros de fondos de cesantía".

Pacheco propuso abocarse a formalizar ese segmento y darles protección previsional y de salud, "pero poniendo en el centro el trabajo y las personas, no la forma de sacar más recursos de ellos. Hay una tarea enorme como región, que las nuevas autoridades tendrán que tomar, porque no se puede seguir marcando el paso y haciendo lo mismo".

En cuanto al perfil de los trabajadores, el dirigente dijo que debe considerarse no sólo su nivel educacional, sino que "por la preparación que tiene, para desempeñarse en una actividad dentro de la sociedad".

El seremi del Trabajo compartió el criterio asignado de "desafíos relevantes" para ambos temas y en cuanto a la baja escolaridad mencionó la campaña del gobierno contra el trabajo infantil. "Nuestros jóvenes tienen que dedicarse a estudiar y después vendrá un período laboral", enfatizó.

En materia de informalidad, Gebhard admitió que ha tenido un incremento esa condición laboral, ante lo que han intentado revertir esa negativa situación.

"Con los incentivos a la formalización buscamos por un lado mejorar las rentas, con los subsidios a los empleadores; y que también tengan seguridad laboral, que es algo muy riesgoso cuando se incrementa la informalidad, por cuanto también se incrementan los accidentes, porque no hay nadie que los esté monitoreando, pero también hay una vulnerabilidad en la que quedan los trabajadores en materia de protección, en caso de sufrir un accidente grave", expuso.

Teletrabajo

La pandemia del covid-19 también ha implicado que las empresas estén optando por el sistema de teletrabajo, a fin de evitar riesgos de contagios entre sus trabajadores.

No obstante, en el análisis del Observatorio Laboral no se observa un notorio avance en dicha materia.

Según ese reporte, hubo una variación anual de un 5% a un 11% de personas que realizan sus tareas laborales desde sus domicilios; mientras que bajó de un 65% a un 62% quienes se desempeñan en oficinas o instalaciones de sus respectivos empleadores.

Al interpretar esos datos, la doctora Ferrada sostuvo que "nos están diciendo que hay una gran cantidad de ocupados que no están trabajando en el hogar". Pero, hizo notar que en el trimestre de análisis (enero-marzo) existe una importante demanda de mano de obra en labores agrícolas, "que en la región es importante, entonces, no todo es trabajo que se hace desde casa".

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"La informalidad en nuestra fuerza trabajadora es alta, con la precariedad que eso implica, en materia de cobertura previsional"

Luz Ferrada,, directora del Observatorio Laboral Los Lagos.

384.798 trabajadores estaban ocupados en el trimestre enero-marzo de 2020. De ellos, 237.425 eran hombres y 147.373, mujeres.

16,8 % es la caída de los puestos laborales de la región en dos años, ya que en el primer trimestre de 2019, había 411.782 ocupados.