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Liga Protectora de Estudiantes: más de 100 años de ayuda

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Nuestra capital regional acuna otro extraordinario ejemplo de patriótica y generosa iniciativa solidaria, que amerita el reconocimiento social, por lo que significa -para el porvenir chileno- ese modelo de humanitario actuar de la Liga Protectora de Estudiantes de Puerto Montt. Una entidad que, desde hace 111 años, tiende de su mano caritativa a la juventud, que, careciendo de recursos, se empeña -con sacrificio y tenacidad- en lograr profesiones y oficios, que impliquen dignidad de vida para ellos y sus familias, y sean, a la vez, una contribución para sus comunidades y el país.

Protagonistas

El 15 de mayo de 1910, nació esta noble institución puertomontina, que pronto cumplirá 111 años de vida apoyando la capacitación y formación de jóvenes carentes de recursos, pero ansiosos de superarse y de ser un aporte para sus familias y la región. En esa fecha, un grupo de generosos y visionarios porteños formaron el primer directorio fundador de la Liga: Pedro Avelino Bravo Troncoso, rector del Liceo de Hombres de aquel tiempo, presidente; Saturnino Andrade, secretario; Arnoldo Etcheverrigaray, tesorero; y los directores Alberto Croquevielle, Bernardo Ellwanger, Francisco García, Germán Oelckers, Juan A. Vera, Francisco Vivar, Guillermo Gallardo y Christian Brahm.

Este aniversario sorprende a la entidad dando su colaboración económica, a un promedio de 15 alumnos anuales que asisten a diversas carreras en universidades y centros de capacitación, a través de 20 becas, en los últimos 25 años, según informa el actual presidente de la Liga, Guillermo Maldonado Peñaloza. A quien asesoran Omar Melo Pérez, secretario; Manuel España Alarcón, tesorero; Ezaú Cosio Mansilla, Omar Melo Aros, Ramón Arcay Montoya, Sergio Gómez Ojeda, Julio Sanz Valenzuela y Bernardo Martínez Azócar, directores.

Maldonado recuerda que ingresó a la Liga en 1995 como socio cooperador. Y revela con emoción: "Sentí el llamado, al saber que hay muchos jóvenes aquí con talentos y que, por falta de recursos económicos, no se deciden a desarrollar todo ese potencial intelectual. Y hoy me atrevo a estimular a nuevos directores que se sumen, para continuar esta obra social tan querida por nosotros".

Postulantes y becas

Como timonel de la entidad, el líder dirigente recalca que para postular hoy a las becas de la Liga estudiantil, se deben presentar el certificado de notas, con un promedio de 5, y el informe social dado por un profesional, evaluando su carencia económica.

Añade que los fondos los obtienen de las cuotas de los socios, aportes anónimos, coronas de caridad y beneficios, además de donaciones de obras de los artistas pintores para sortear. Como el Bingo Telemático que harán el 12 de junio, con premios aportados por diversas personas y empresas. Por todo lo cual, únicamente sienten gratitud.

"Pero la gran ayuda anual que hemos recibido en los últimos años, es la que nos da la Municipalidad de Puerto Montt, sin la cual sería muy difícil mantener la cantidad de becarios que tenemos hasta ahora. Por eso, invitamos a las personas y empresas que nos colaboren. Así llegaremos con ayuda a más estudiantes de nuestro puerto que tanto lo necesiten", enfatiza optimista.

Las donaciones se pueden hacer a través de la cuenta corriente 82500000836 Liga Protectora de Estudiantes de Puerto Montt, la que además está habilitada por Impuestos Internos por el artículo 46 de la Ley N° 3063 de Donaciones, conforme a lo precisado por el agente cultural y socio colaborador de la Liga, Archibaldo Toloza Paredes, quien destaca que la entidad cuenta con personería jurídica N°1945 del 27 de julio de 1910 del Ministerio de Justicia.

A los alumnos postulantes a becas, el presidente de la Liga les subraya que "en la vida no todo es fácil y hay que hacer esfuerzos para lograr las metas que uno se plantea". Y añade que "a nuestra sociedad le hace falta que nos escuchemos más, que cedamos y perseveremos en nuestros ideales; todo ésto en armonía y fraternidad".

Obligación moral

A su vez, Julio Sanz Valenzuela, profesor, actual director y ex presidente de la Liga Protectora de Estudiantes, subraya que "es una obligación moral social no estar ajenos a las necesidades de nuestros educandos que anhelan seguir capacitándose. Y al conocer la labor altruista con ellos de la Liga por más de cien años, me puse a sus órdenes y ya llevo 49 años integrándola". Agrega que es muy reconfortante para él, "juntarnos en diciembre con los becarios, que nos cuentan sus experiencias y ver sus caras felices, que reflejan que van logrando sus objetivos. Este año se titularon dos alumnas de leyes y una profesora".

Sanz está convencido que la benéfica obra de la Liga Protectora de Estudiantes, requiere de más socios voluntarios, "que nos ayuden a obtener mayores recursos y así favorecer a muchos más jóvenes progresistas, con amor y solidaridad".

Estudiante agradecido

Uno de los jóvenes becarios emblemáticos apoyados por la Liga, es Marcelo Sáez Lafuente. Estudió Psicopedagogía en el Instituto La Araucana de Puerto Montt y se tituló en 2015. Actualmente, labora en el Hospital Base local, en la Unidad de Personal; lo que complementó con un título técnico.

Hondamente agradecido, rememora: "El aporte entregado por esta entidad, en ese entonces, fue un gran salvavidas para mí. Yo tenía un trabajo a honorarios y me pagaban 237 mil pesos, que no me permitían costear algunas necesidades. Por lo que empecé a buscar otros medios para poder pagar mis estudios, y me encontré con la Liga. Me entrevistaron y luego pasé a ser becario. Y hoy en día, sólo tengo gratitud hacia esta institución, que se dedica a tan loable misión apoyando a muchos estudiantes, que por diversas razones no cuentan con los medios para cubrir sus carreras".

También, reseña que en ese entonces había unos 20 beneficiados por la Liga en carreras como medicina, pedagogía, derecho, arquitectura, técnicos en cocina, que se juntaban una vez al año "para conocernos y compartir nuestras experiencias".

Con infinita satisfacción, Sáez no cesa de calificar a esa organización solidaria, como "un trabajo admirable de personas que desinteresadamente sólo piensan en el bien común y cuyo ejemplo contribuye a mejorar nuestra sociedad". Y estima -como un anhelo especial- que "solamente están faltando más socios, para seguir avanzando y ayudar a cumplir más sueños de tantos jóvenes que sólo quieren ser útiles a su prójimo".