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TECNOLOGÍA

Con una impresora, crean primer TRANSISTOR 100% Reciclable

GRAN AVANCE. Grupo de científicos estadounidense creó un dispositivo electrónico a partir de componentes "verdes" que podría comenzar a usarse masivamente a medida que el "Internet de las cosas" siga expandiéndose.
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Efe

Científicos en Estados Unidos lograron crear con una impresora "verde" el primer dispositivo electrónico funcional y reciclable ciento por ciento, reveló un estudio publicado este lunes en la revista Nature.

La investigación, que fue desarrollada por un grupo de expertos de la Universidad de Duke, demuestra que es posible imprimir complejos componentes de computadores a partir de tres tintas de base de carbono sobre una superficie de papel o sobre materiales ecológicos.

Según destacan los autores en un comunicado, este avance podría resultar clave para lanzar una nueva generación de dispositivos totalmente reciclables y combatir la "creciente epidemia global de residuos electrónicos".

"Probablemente, los componentes de silicio en los ordenadores nunca desaparezcan, y no esperamos que dispositivos electrónicos fácilmente reciclables como los nuestros lleguen a reemplazar la tecnología y los dispositivos que ya se utilizan habitualmente", explica Aaron Franklin, ingeniero de la Universidad de Duke y principal autor del trabajo.

Uso de nanocelulosa

No obstante, precisa Franklin, estos nuevos componentes impresos podrían formar parte de "aplicaciones futuras", a medida que el consumidor incorpora cada vez más dispositivos a su vida diaria y se extiende, en general, la tecnología 5G y el Internet de las Cosas (IoT, sus siglas en inglés).

Para crear su nuevo dispositivo reciclable, un transistor de computador, el equipo partió de una base conocida, recurriendo al uso de tintas de grafeno y de nanotubos de carbono, habituales, recuerda, en el campo de "la impresión de electrónica".

El tercer "ingrediente" fue una tinta de nanocelulosa, un material dieléctrico aislante derivado de la madera, "biodegradable" y ya usada desde hace varios años en otras aplicaciones.

"Aunque se conoce desde hace mucho tiempo su capacidad como aislante en electrónica, nadie hasta ahora había descubierto cómo usar la nanocelulosa en una tinta de impresión. Esta es una de las claves para hacer que estos dispositivos sean totalmente funcionales y reciclables", destaca Franklin.

Los autores constataron que el uso de las tres tintas en una impresora de inyección (a temperatura ambiente) crea transistores de carbono funcionales para una amplia gama de aplicaciones, incluso después de seis meses desde su primera impresión.

Asimismo, demostraron que estos dispositivos son altamente reciclables cuando los sumergieron en una serie de baños, les aplicaron vibraciones con ondas sonoras y centrifugaron la solución resultante, un proceso con el que recuperaron casi el cien por cien de los nanotubos de carbono y el grafeno.

Estos dos materiales se pueden reutilizar después en otra impresión, sin que pierdan apenas sus cualidades, mientras que la nanocelulosa, dado que deriva de la madera, se puede reciclar junto al papel en el que está impresa.

3 tintas de base de

100% carbono, sobre una

Inseparables: el computador y su mouse cumplen 40 años juntos

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Llevaban tiempo flirteando y mirándose de reojo, pero no fue hasta el 27 de abril de 1981 que se consumó la unión: el computador y su ratón o mouse se prometieron amor eterno con la salida al mercado del Xerox 8010 Star, primera computadora comercial que integraba este complemento.

Desde entonces, han pasado cuatro décadas de fidelidad absoluta, en que ambos han evolucionado en infinidad de formas, colores y tecnologías, pero siempre uno al lado del otro, y sin que las intromisiones de las pantallas táctiles hayan dañado la relación.

Desde los años 60

Los orígenes del ratón se remontan a los años 60, cuando el estadounidense Douglas Engelbart diseñó una carcasa de madera que cubría dos ruedas metálicas y que el usuario podía desplazar con la mano para trasladar el correspondiente movimiento a la pantalla.

Aunque es un misterio quien bautizó el dispositivo con el nombre de ratón, se sabe que por su parecido con el roedor, los ingenieros del Instituto de Investigación Stanford (California, EE.UU.), donde trabajaba Engelbart, empezaron a llamarlo así.

La noción de operar el interior de una computadora con una herramienta en el exterior fue revolucionaria, y en los 70 la empresa Xerox PARC diseñó varios modelos de computador con los cuales el usuario interactuaba mediante un ratón.

El primer aparato en salir al mercado fue el Xerox 8010 Star el 27 de abril de 1981, con un ratón de dos botones y que ya presentaba la popular forma de pastilla de jabón con la que luego se daría a conocer en el mundo entero.

Apple adopta la idea

Aunque ese modelo fue un fracaso, la idea del ratón causó sensación y fue recogida más tarde por Apple, que lo incorporó con gran éxito en sus equipos Lisa y Macintosh.

La firma de Steve Jobs y Steve Wozniak hizo del mouse parte estándar en sus equipos, y con el desarrollo posterior del sistema operativo Windows pasó a formar parte de los PCs.

En 1987, la patente que Engelbart había registrado 17 años antes venció, y la tecnología del "mouse" pasó a ser de dominio público, lo cual impidió que su inventor se beneficiase de las ventas del ratón justo en su explosión comercial.

Y así hasta nuestros días, en que pese a la dura batalla que libran las tabletas y las pantallas táctiles, el combo "ordenador y ratón" sigue siendo la preferencia de millones de usuarios en todo el mundo.

Investigador recopila la sorprendente vegetación del desierto de Atacama

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El investigador español Carlos Pedrós-Alió recopiló la sorprendente vegetación del desierto de Atacama, el más árido del mundo y que alberga 2.500 especies vegetales, de las que casi la mitad son endémicas.

Pedrós-Alió reunió esa riqueza en el libro "Las plantas de Atacama. El desierto cálido más árido del mundo", editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Catarata, incluido en la colección "Divulgación.

El desierto de Atacama se extiende entre el océano Pacífico y la cordillera de los Andes, por unos 178.000 kilómetros cuadrados, donde a simple vista no se percibe un rastro importante de vegetación.

El desierto reúne lugares donde no llueve en décadas, y otros en los que la media anual de precipitaciones no llega a los cinco milímetros. La Nasa lo utiliza como un análogo de Marte para probar allí sus sondas espaciales.

A pesar de sus condiciones climáticas extremas, en este desierto se han descrito miles de especies de plantas, según da cuenta esta obra.

"Después de veinte años visitando este territorio para estudiar microorganismos, vi que en algunos sitios había plantas; primero quise saber de qué especies se trataba y luego cómo se las arreglan para vivir en este entorno, qué adaptaciones tienen a la aridez, de dónde sacan el agua, cómo se distribuyen y cuánto tiempo hace que aparecieron en la evolución", explica el científico del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).

Carlos Pedrós-Alió es doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos) y profesor de investigación en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC; durante 25 años trabaja en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona y es miembro de la American Academy of Microbiology.

OASIS COMO GAlÁPAGOS

El libro recorre cada uno de los tipos de desierto que encierra Atacama, en los que, contra todo pronóstico, crecen plantas de numerosas especies, flores de vivos colores, o incluso un bosque, y el investigador ha destacado en la obra los "oasis de niebla" ubicados a unos 600 metros de altitud en los acantilados entre el norte del Perú y el Norte Chico de nuestro país.

La riqueza de estos oasis es excepcional, ya que se han identificado hasta 700 especies de plantas en esta zona costera, el 40 por ciento de ellas endémicas; "parece como si las plantas hubieran colonizado un archipiélago remoto, como las Galápagos", dice el autor.

Para complementar toda la información contenida en el libro, cada capítulo concluye con información útil de dónde, cuándo o cómo visitar algunos de estos lugares. "Esta publicación es la que a mí me hubiera gustado tener cuando emprendía los viajes a Atacama. Mi intención es hacer de guía y ayudar a leer el paisaje de un lugar tan diverso como desconocido", señala Pedrós-Alió.