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-¿Cuánto afecta el cambio climático en estos problemas?

-El cambio climático tiene efecto en eventos tales como la marea roja, pero es un hecho que ocurre en todo el mundo, no sólo en Chile, porque la marea roja se esté expandiendo, ya que ha más y más fuertes y por más tiempo y esto es algo que observamos especialmente en los últimos años en todo el mundo y que están conectadas al cambio climático, por un lado y a la contaminación, por el otra.

Ello, porque para que crezcan estas algas se requiere de sol, calor y comida. Las dos primeras tienen relación con el cambio climático, mientras que la tercera con la contaminación.

-¿Esto influye en la aparición más constante de la marea roja?

-Son estos factores los que producen que exista más marea roja. Y los años del Niño son más fuertes también y en la Patagonia tenemos la sequía más fuerte, más sol y más marea roja. Son muchos elementos, pero, en realidad, el único factor que podemos influenciar como humanos, a corto plazo, es la presencia de nutrientes porque no podemos cambiar lo que pasa con el cambio climático. Ojalá lo podamos frenar, pero no podemos cambiarlo y por eso lo que podemos hacer para evitar que esto pase es asegurar que existan menos nutrientes en el sistema.

-¿Qué acciones se pueden ejecutar en el fiordo?

-Un fiordo, como sistema semicerrado, no es apto para el cultivo de salmón en forma industrial, porque eso significa gran cantidad de nutrientes que se agregan al sistema y eso es claramente el único factor que puede causar estas mareas. En otros países, como Nueva Zelanda, hace muchos años decidieron no cultivar salmones, en gran estilo en fiordos y en Noruega se está discutiendo el tema, porque es un problema la cantidad de nutrientes que se acumula en sistemas semicerrados, como fiordos.

-¿Cómo analiza el tema de la floración de algas y la muerte de los salmones ocurrida recientemente?

-Ahora murieron los salmones, lo que es un problema para las salmoneras, porque se trata de un daño económico. Pero, lo otro es que como se demoraron bastante para sacar la mortalidad, se descompusieron y el agua que quedó detrás, cuando sacaron los salmones, igual influye porque están descompuestos y eso aumenta la cantidad de nutrientes y la hipoxia.

No temo por los salmones que quedan en el fiordo, sino que por los peces activos, por la vida marina en el fondo del mar, porque ellos no pueden escaparse, ya que cuando muere esta floración de algas, bajará al fondo y se generará una situación de hipoxia y lo único que podemos esperar es que no mueran demasiados. Pero no sabemos lo que puede pasar y no se puede hacer mucho. Ya pasó.

-¿Esta mortandad podría impactar en la muerte de otras especies?

-Sí, porque el que murieran los salmones no es un problema para otros animales, pero sí lo es la floración de algas, porque van a morir. Esto es lo mismo que cuando uno deposita material orgánico muerto al agua, que se comienza a descomponer y se forma como una sopa donde no queda oxígeno. Y eso es un problema para toda la vida en el fiordo.

Políticas

-¿Cómo analiza las políticas de Gobierno para abordar el cambio climático y todos estos temas?

-Hay trabajos en este sentido. Se está tratando de bajar la cantidad de carbón dióxido. Pero yo creo que se tiene que realizar mucho más. Y en acuícultura, por ejemplo, un paso importante es discutir el sacar las salmoneras de los fiordos porque hace casi dos años el Instituto Multidisciplinario de Investigación en Acuicultura (Incar) señaló que el fiordo comau es una zona de alto riesgo para la floración de algas nocivas. Además, en 2019 recomendaron sacar las salmoneras de este lugar porque es un riesgo, así que el que no se discutiera este tema demuestra que no existe suficiente reacción a esta alarma y por eso lo que pasó ahora no es inesperado y por eso necesitamos tomar esto de una forma más seria y ahora, con lo que pasó, yo creo que se comprobó lo que dijo el Incar hace casi dos años, respecto a que hay un problema y que se tienen que sacar las salmoneras de este fiordo.

Pienso que se tiene que comenzar una discusión general sobre qué áreas son aptas para el cultivo de salmones en estilo industrial y para no poner en peligro otros ecosistemas que se encuentran en esta condición, de tener un daño a largo plazo.

-¿Qué falta para abordar el cuidado del ecosistema en nuestro país?

-Mas monitoreos, más discusiones sobre evaluaciones de impacto-ambiental; de chequear antes qué sistemas de verdad son aptos y se requiere de estudios de capacidad de carga y donde en qué regiones sí se pueden hacer estos cultivos de salmón y sin hacer un daño permanente al ecosistema. Hay que realizar más estudios y declarar áreas protegidas hasta no saber con exactitud qué actividad humana puede soportar un sistema y no simplemente hacerlo y ver qué pasa.

-¿Se requiere de una mayor inversión en investigaciones en esta área y de un rol más activo de parte de las universidades?

-Siempre es bueno tener más ciencia; pero en este tema ya sabemos cuál es el problema, ya conocemos lo que pasa en los fiordos, por lo que no es necesario realizar más estudios. Ya tenemos suficiente información para saber que una cierta cantidad de nutrientes causa esta floración de algas nocivas y que estas causan situaciones, de poco oxígeno; por lo que creo que se tienen que decidir acciones y proteger al mar patagónico en la forma que corresponde y con la información que tenemos.

Tiene que existir una discusión con la ciencia de cómo manejamos esta área de forma sostenible. Tenemos la información necesaria para comenzar a debatir y tomar determinaciones y acciones.

-¿Qué le parece el tratamiento que existe del borde costero, en cuanto a sus cuidado?

-Siempre es importante trabajar con los niños, con las nuevas generaciones para crear más conciencia para que todos sepan la importancia que tiene el mar para nuestra vida en general, de cuánto dependemos de la naturaleza para nuestra vida, porque todos los equilibrios depende de una naturaleza sana y por eso tenemos que evitar que el cambio climático y la extinción de especies sigan en la forma en la que están aumentando porque no tenemos otro planeta para vivir, así que tenemos que educar mucho a las próximas generaciones para que comprendan la importancia de la conservación de la naturaleza, para que ellos mismos puedan tener una calidad de vida como la tuvimos las generaciones anteriores.

20 años en el que dice la científica se advirtió los sobre los problemas que se pueden generar en el mar.

cuenta la investigadora lleva trabajando en lo que sucede en la Patagonia. en que comenzó a observar una productividad primaria en el mar sureño.