Crecimiento inmobiliario
Recientemente ha aparecido en la prensa la ciudad de Puerto Montt como una de las líderes nacionales en cantidad de proyectos inmobiliarios en proceso de desarrollo. Esto no debe sorprendernos, puesto que la condición de capital regional en un lugar tan estratégico del país hace de Puerto Montt una ciudad nodo, un punto clave de conexión del sur austral del país con el centro-norte. Además, la relevancia nacional e internacional de la industria del salmón nos hace un foco productivo industrial clave, donde la ganadería y agricultura también aportan con potentes porciones de figuración. Sumado a lo anterior, la condición de ciudad universitaria -sí, hace tiempo que superamos los 20.000 estudiantes de educación superior en la ciudad- brinda un dinamismo sólo comparable con el de ser una urbe parte de un sistema de ciudades y poblados que comparten un territorio de grandes atractivos turísticos que aportan a esta condición de ciudad principal para el país.
De esta manera, es clave entender los desafíos de la ciudad. Ésta, seguirá creciendo y haciéndose más atractiva, pero su infraestructura y funcionamiento deben crecer a la par para evitar problemas serios que afecten la calidad de vida de sus habitantes.
Sus instrumentos de planificación deberán tener agilidad y pertinencia en su validación y operación, además de consistencia en espacios de tiempo razonables que den certidumbre a los diferentes actores de la ciudad (no más corto plazo; mediano y largo es lo que necesita la planificación de nuestra ciudad).
En línea con los objetivos de nuestro actual plan regulador que se encuentra en proceso, debemos tomar la idea de la ciudad de "15 minutos", donde los equipamientos, servicios y espacios públicos estén en múltiples subcentros distribuidos transversalmente en la ciudad y cercanos a todos los ciudadanos -a 15 minutos de distancia-.
La infraestructura de la ciudad deberá ponerse al día. No nos referimos sólo a la infraestructura tradicional asociadas a la vialidad del automóvil, la que sin dudas debe alcanzar los desafíos de conectividad existentes y los que se vienen, sino que también esos otros elementos que nos afectan en el diario vivir. El auto privado hay que desincentivarlo con un plan de transporte público robusto y complejo, como en las ciudades del primer mundo: buenos y coordinados buses, trenes livianos, ascensores, ciclovías y bulevares deben poblar la ciudad e invitarnos a recorrerla a pie, en bicicleta y en scooter, que nos olvidemos de que necesitamos el auto.
Un elemento clave para lograr una ciudad que soporte los crecimientos que estamos experimentando es el espacio público, éste debe desarrollarse a la par para complementar a las viviendas y las oficinas, la calidad de vida de la ciudad se la juega en el espacio público. Plazas y parques deben equiparse a como de lugar.
Parques urbanos, los prometidos, los que están en proceso y los que se pudiesen considerar existentes deben emerger y desarrollarse con urgencia, no es viable tener calidad de vida sin espacios verdes para el desarrollo de una vida integral.
Finalmente, la infraestructura verde es otro elemento y concepto fundamental a incorporar urgentemente, debemos entender que los mal llamados "accidentes geográficos" de nuestras urbes deben pasar a ser la infraestructura y motor de las mismas: los cerros, laderas, humedales, lagunas, etc., deben pasar a ser reactivados como espacios públicos abiertos y elementos que nos ayuden a lograr los equilibrios ecológicos perdidos, a ser las piezas claves para la resiliencia de nuestras ciudades cuando nos encontremos con un próximo evento como los sismos, inundaciones, tsunamis o incendios.