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para los dirigentes, el tiempo de descanso de los funcionarios es fundamental para luego retomar sus labores con energía.

En su relato, cuenta que la sobrecarga laboral, el no poder ver a las familias, el que algunos se fuesen a vivir solos por temor a contagiar a sus seres queridos, sobre todo si se trata de adultos mayores, está generando consecuencias negativas para quienes se desempeñan en esta área.

Jorge Tagle, director del Servicio de Salud Reloncaví y coordinador de la Red Regional Público-Privada de Camas Críticas, reconoce el complejo escenario que enfrentan los funcionarios de la salud.

Al respecto, señala que la pandemia ha significado un estrés laboral, psicológico y una sobrecarga de trabajo para los equipos de salud que están atendiendo a los pacientes, lo que se ha traducido en licencias médicas.

Tagle detalla que, entre las acciones tendientes a abordar este panorama, se encuentra la contratación de personal, la habilitación de más camas y la redistribución de funciones dentro del mismo equipo de salud. "Este mes estamos con una resolución nacional que suspende la actividad quirúrgica en adultos que no sea de urgencia o que no tenga algún carácter de gravedad y por lo mismo tenemos redestinación de personal, lo que ocurre en el hospital y en todos los establecimientos de la red público y privada".

Además, como una forma de hacer frente a las complicaciones que han tenido los trabajadores de esta área, es que el Colegio Médico solicita algunas medidas que tienen que ver con que puedan disponer de un descanso que les permita desconectarse de sus labores y el que puedan gozar de flexibilidad para el desarrollo de actividad física.

Así lo plantea el presidente del Colegio Médico Puerto Montt, Carlos Becerra, quien advierte que las personas que presentan cansancio, falta de sueño y que no pueden desconectarse de su trabajo en los períodos de descanso "presentan un menor rendimiento en su trabajo".

Panorama

Ramírez explica que los problemas no se encuentran en la UCI (Unidad de Cuidados de Intensivos) ya que en este sector "todavía tenemos el radio enfermera-paciente estable, por lo que el equipo está en condiciones para trabajar".

Sin embargo, no ocurre lo mismo en otras áreas. De hecho, Ramírez acusa que una enfermera pasó de tener 18 a 24 pacientes a su cargo. "Es una sobrecarga para los médicos, las enfermeras, técnicos y auxiliares. Para todo el personal".

Pero, además, dice Ramírez, la situación se complica porque al tener un enfermo

covid, "que está aislado, las medidas precautorias que se tienen que tener deben ser mayores y, por lo mismo, el tiempo que ocupa una enfermera en su atención aumenta".

Fernanda Ampuero, dirigenta del Colegio de Enfermeras Regional Puerto Montt y de la Asociación de Enfermeros del Hospital Puerto Montt y Carolina Parada, líder de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros del Hospital Puerto Montt, coinciden con Gabriela Ramírez, respecto del escenario que hoy les toca enfrentar y sobre las exigencias que deben cumplir en el cuidado de los enfermos que tienen coronavirus.

Más aún, como dice Ampuero, muchas veces ocurre que "al tercer o cuarto día la evolución de ellos es negativa y empiezan a requerir oxígeno y es ahí donde no quedan cupos en la parte intensiva, que es el sitio donde debería estar el paciente".

Esta demanda es compartida por el Colegio Médico. Es así como Carlos Becerra sostiene que si bien el cansancio es algo normal dentro de los equipos de cuidados críticos, sin embargo, "en esta pandemia es más grave y sabemos que esto redunda en una cantidad importante de licencias médicas".

Becerra lamenta, además, que los funcionarios de las unidades críticas de todos los hospitales no han podido tomar un descanso y unas vacaciones en las que puedan desconectarse de la situación que atraviesa el país producto de esta enfermedad, puesto que hay restricciones al movimiento y por lo tanto "a lo más pueden optar por un descanso más bien físico". "En la práctica tenemos equipos absolutamente agotados y a los que hoy día, dada la contingencia, se les exige aún más", reclama.

Realidad

Ampuero y Parada acusan que los mayores problemas pasan porque hay secciones en las que las funcionarias se deben multiplicar para poder abordar todos los requerimientos que presentan los pacientes.

En este contexto, el problema, advierten, radica en que estos espacios también son ocupados por enfermos covid, quienes se pueden descompensar en cualquier momento, lo que significa que la enfermera tiene que estar con él hasta que se pueda estabilizar o hasta que se pueda liberar un cupo en la UCI o en la UTI.

Si bien, detallan, que en la UCI y en la UTI no se están generando mayores problemas, sostienen que lo ideal es que en los otros sectores del hospital las profesionales puedan contar con un apoyo para cumplir sus labores.

Otro problema que identifican ocurre en la UPC (Unidad de Paciente Crítico) pediátrico, donde hay enfermeras que han realizado rotaciones para ir en apoyo de otras áreas, tanto del Hospital Puerto Montt, como del ubicado en Seminario (ex Hospital Base).

Junto con ello comentan que a la UPC pediátrica le ha tocado recibir pacientes

Gabriela Ramírez, presidenta de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros del Hospital., Fernanda Ampuero, dirigenta del Colegio de Enfermeras., Carolina Parada, dirigenta de la Asociación de Enfemeras.