"La acción oportuna para prevenir o mitigar es una tarea por mejorar"
Daniel Varela es biólogo e investigador del Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos de Ambientes Costeros i~Mar de la Universidad de Los Lagos (ULagos) y gran parte de su trabajo lo ha dedicado a explorar los orígenes y efectos de las biotoxinas que dan forma a las floraciones algales nocivas (FAN), como la que a fines de marzo y principios de abril afectó a centros de cultivo de salmones localizados en el fiordo Comau, cerca de Hualaihué, en la Provincia de Palena.
El doctor Varela también formó parte del equipo de cinco expertos que en 2016 integraron el Comité Asesor Científico de Emergencia para estudiar la Marea Roja, por el bloom de microalgas que afectó a 46 centros de cultivo y ocasionó una mortalidad de cerca de 40 mil toneladas de salmón.
En esa ocasión, el grupo de expertos hizo un acabado informe de la situación vivida en la región.
Aunque son diferentes episodios, accede a hacer un análisis de lo ocurrido esta vez, poniendo el énfasis en que se trata de situaciones derivadas de eventos ambientales específicos. "Desconozco las razones particulares de lo ocurrido en Comau. En general, las algas nocivas son parte de nuestras comunidades de fitoplancton. Normalmente, lo están en muy baja abundancia, salvo condiciones ambientales particulares que favorecen su proliferación. El conjunto de condiciones que favorece la floración de una u otra especie es distinto".
- ¿Pudo haber sido previsto este bloom de algas, luego de la experiencia del año 2016?
- Lo ocurrido en 2016 involucró a otras especies, distintas a la que hoy afecta al fiordo de Comau. Los esfuerzos de monitoreo en general procuran generar alertas tempranas.
Pero para ser efectivos, aún se requiere resolver varios problemas. Como por ejemplo, mejorar el conocimiento de las condiciones ambientales que favorecen la proliferación de las diferentes especies más riesgosas; reducir el tiempo entre la toma de muestras de agua y la identificación de las especies en el agua, lo que en una región tan grande es todo un desafío.
- ¿Existe algún riesgo a considerar para el medio ambiente del área donde se produjo este fenómeno?
- Los riesgos siempre están asociados a la especie que está en floración. Algunas pueden ser tóxicas para el ser humano, los peces u otros organismos del ecosistema. En tanto, otras no tóxicas, su gran abundancia genera cambios significativos en el ambiente, como la reducción del oxígeno en el agua, que puede afectar a muchas especies, particularmente las que no pueden huir.
- ¿Qué posibilidades existen de que un FAN de estas características pueda repetirse en otras zonas del mar interior de Los Lagos o hasta en el Seno del Reloncaví?
- Todo depende de la presencia de las especies nocivas y el conjunto de condiciones que las favorezcan. Las condiciones actuales, de otoño, tienden a favorecer a algunas especies más que otras, como los dinoflagelados y algunas especies de rafidoficeas. La probabilidad de estos fenómenos debiera disminuir en la medida que nos acercamos al invierno.
- ¿Tiene alguna recomendación que entregar para enfrentar sucesos de esta naturaleza y que permitan mitigar de mejor manera sus impactos en la biomasa de los centros de cultivo?
- A nivel mundial hay distintas recomendaciones, unas más factibles que otras. Por ejemplo, cortinas de burbujeo para evitar el paso de las algas, uso de arcilla para precipitar las microalgas o movilizar centros completos. Entiendo que algunas empresas están usando algunas estrategias, con más o menos éxito. Desconozco sus resultados. Mi impresión es que la escala en la que suelen ocurrir estos fenómenos desbordan casi cualquier estrategia. La acción oportuna para prevenir o mitigar es una tarea aún por mejorar.
- ¿Existe alguna colaboración o trabajo conjunto que estén impulsando desde la ciencia para que las empresas salmoneras enfrenten de mejor manera este tipo de contingencias?
- Existen y han existido varias iniciativas de trabajo conjunto entre científicos, así como entre científicos y entidades de gobierno y/o empresas. Un ejemplo de estas, actualmente vigente, es el proyecto MACH, liderado por investigadores de Japón, financiado principalmente por la agencia de colaboración japonesa, JICA, y la importante participación de la Universidad de Los Lagos, de Antofagasta y de La Frontera, además del IFOP. Este proyecto procura desarrollar métodos de monitoreo y sistema de predicción de floraciones algales nocivas en Chile, aprovechando la experiencia japonesa. En mi opinión, sin embargo, aún queda mucho por hacer para lograr un trabajo conjunto, con los distintos actores, para alcanzar resultados significativos.
- ¿Desarrollan proyectos en i~Mar para la detección temprana de FAN y cómo podrían contribuir con ello a disminuir sus efectos en la biomasa de centros de cultivo?
- Hay distintos proyectos, directa e indirectamente, vinculados al problema de las FAN. Por un lado, proyectos que procuran conocimiento básico sobre la oceanografía de nuestra región y la biología del fitoplancton, que son la base para entender las variables que favorecen las floraciones. Varias de estas iniciativas se desarrollan en torno a la Boya de la Universidad ubicada en el Seno de Reloncaví. Por otro lado, existe un proyecto más aplicado recientemente adjudicado, que se desarrolla en estrecha colaboración con una empresa tecnológica. Este proyecto procura usar una cámara especial (hiperespectral) instalada en un dron para detectar cambios de color, imperceptibles para nosotros, en la superficie del mar y relacionarlos con la presencia de algas nocivas. Todo ello apunta a tener un sistema de detección temprana más rápido y de escala intermedia.
"Las condiciones actuales, de otoño, tienden a favorecer a algunas especies más que otras (...). La probabilidad de estos fenómenos debiera disminuir en la medida que nos acercamos al invierno" "Aún se requiere resolver varios problemas. Como por ejemplo, mejorar el conocimiento de las condiciones ambientales que favorecen la proliferación de las diferentes especies más riesgosas"