El país ha demostrado una gran eficiencia en la Operación Vacuna Covid-19, amén de una importante habilidad para conseguir provisiones con naciones donde tenemos buenas relaciones diplomáticas y comerciales: China y también Estados Unidos. Todo esto ha vuelto a poner el nombre de Chile en los primeros lugares mundiales de países exitosos en la gestión de salud pública. Y hemos recuperado el sitial que siempre tuvimos en materia de organización y gestión de políticas públicas.
Lo anterior ha sido resaltado por la prensa internacional, que ha aplaudido el proceso de vacunación del país, el cual supera lo realizado por la mayoría de las naciones desarrolladas del mundo. Con el actual proceso de inoculación en curso, se piensa que más de 5 millones de personas tendrán su vacuna completa para el 31 de marzo, cubriendo casi toda la población de riesgo y aproximadamente un 30% del total. Todo un record logrado en tan solo dos meses. De seguir con esta tendencia, se estima que 15 millones de personas estarían vacunadas al término del primer semestre del 2021, lo que implicaría una cobertura superior al 80 % de la población. Sería un tremendo logro, que dejaría a Chile con una inmunidad prácticamente total y en óptimas condiciones para enfrentar la pandemia, en términos generales.
Es realmente destacable lo hecho por el Estado y por el gobierno en este ámbito. Lo primero que salta a la vista es la amplia red de contactos internacionales impulsados por la Cancillería chilena durante las últimas décadas, lo cual ha facilitado mucho la obtención de vacunas e información fidedigna; y de manera especial cabe resaltar la privilegiada relación con China de más de 40 años, desde donde vendrán la mayoría de las dosis de vacuna. El gigante asiático ya ha sido un proveedor habitual de todo tipo de vacunas para Chile durante mucho tiempo, vínculos que hicieron posible un rápido y exitoso desplazamiento diplomático. Pero también ha existido una diversificada búsqueda de otros proveedores fiables, lo que está permitiendo la actual campaña de vacunación.
Y tan importante como lo anterior es la cobertura en salubridad pública, que ha sido posible gracias a la experiencia acumulada del país desde hace más de medio siglo. Cada año se realizan vacunaciones masivas a lo largo de Chile, por ejemplo, contra la influenza entre niños y adultos mayores, con una implementación muy rápida y eficiente a través del sistema primario de salud, mayoritariamente a nivel municipal. Así, se ha podido erradicar el sarampión, la peste cristal, la poliomielitis, y tantas otras patologías, con operaciones masivas de vacunación desde hace décadas.
Hemos podido constatar, una vez más, que el éxito de una campaña de salud preventiva y de emergencia como la actual, depende de la eficiente mantención del sistema de salud pública del país, reforzado cuando sea necesario por la infraestructura y el esfuerzo privado.