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Propuesta solidaria planea llevar más de tres mil libros usados a las escuelas rurales

EDUCACIÓN. Iniciativa casera evolucionó a un movimiento mayor. Su gestora pide ayuda para continuar con la campaña antes del inicio de clases.
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E n medio de las dificultades que la pandemia ha provocado en la comunidad escolar, una noticia positiva entrega una luz de esperanza para este nuevo año. Se trata de una campaña que una puertomontina realiza por iniciativa propia y solo con las ganas de ayudar.

"Una casa, un libro" es el nombre de esta acción que busca recopilar libros usados para donar a escuelas rurales de Puerto Montt. "La idea se me ocurrió porque tengo un hijo mayor, de 28 años, y antiguamente uno compraba los libros, los dejabas en tu biblioteca y los ibas amontonando. Ahora mi hijo más chico está saliendo de cuarto medio y me quedé con otra cantidad. Entonces, me encontré con esa tremenda cantidad y dije: ¿qué hago con esos libros? Me daba pena tirarlos a la basura o romperlos, y pensé: vengo de una escuela rural y tuvimos tantas necesidades, ¿por qué no regalarlo a esos lugares?", recuerda Francy Antiñirre, impulsora de la cruzada.

Comenta que en primera instancia planteó la iniciativa en la Escuela Rural Senda Sur, donde estudió cuando era niña, y "les encantó la idea".

Realidad en escuelas

Así lo confirma Selma Martínez, directora de esa escuela, ubicada a unos 4 kilómetros desde el cruce a La Vara. "Lo encontré espectacular, porque en las escuelas la conectividad es muy difícil y a los niños no les gusta mucho leer en línea. Es una iniciativa muy linda".

La directora dijo que encargó hacer una biblioteca móvil, "para que los niños puedan llevar y traer libros desde sus casas, y también para motivar a sus papás".

"Esta campaña les cambia bastante la realidad. Yo no les puedo pedir, como lo hacen en la ciudad, que compren un libro para leer. La realidad de ellos es distinta. A veces esa plata le sirve para leña, para sus necesidades básicas. Los libros que entregamos, son los que tenemos, que van quedando deteriorados", añadió.

Cerca de 3 mil libros

La idea, que comenzó en noviembre pasado, vive sus últimas semanas, dado que se espera recibir a los alumnos con las nuevas adquisiciones al inicio del año escolar 2021.

"Hay que aprovechar enero. Yo misma retiro los libros. La gente solamente tiene que buscarlos, ni siquiera tiene que preocuparse de ponerlo en cajas, porque yo llevo bolsas. ¿Por qué enero? Porque en febrero quiero entregarlos a las escuelas rurales y que en marzo los niños se encuentren con esa enorme alegría", sostiene la creadora de la campaña.

Antiñirre asegura que se trata de una tarea diaria: "Me levanto y después del mediodía recaudo libros. Hago una lista y ahí elijo poblaciones. Voy todos los días a distintas poblaciones a retirar donaciones", detalla.

La puertomontina apunta que el único requerimiento es que "no sean los libros que entrega el Estado, porque esos ya los tienen".

Aunque cuenta con cerca de 3 mil libros, Antiñirre quiere continuar ayudando. "Nunca me canso de recibir libros, porque quiero llegar a más escuelas rurales, no solamente donde yo estudié, y entregar parte de mi tiempo", afirma.

Quienes deseen aportar a la campaña pueden comunicarse con Francy al celular +56 9 7573 0934, o al correo francynueva2120@gmail.com.

975730934 es el número de teléfono de la creadora de la iniciativa, quien sigue recibiendo textos.