"Estamos atentos a esta iniciativa, y poder trabajar, en un futuro, en apoyarla"
Un nuevo respaldo ha recibido el proyecto presentado al Consejo Regional por el doctor puertomontino Felipe Tapia, investigador del instituto alemán Max Planck, quien busca instalar un centro de producción de vacunas en la región.
Esta vez se trata de un apoyo desde el lado académico, el que ha sido impulsado por la vicerrectora de la Universidad de Los Lagos, campus Puerto Montt, Anita Dörner, quien al conocer el trabajo propuesto por el profesional quiso que la casa de estudios se hiciera presente en esta iniciativa que está en su fase preliminar.
Respecto al papel que juega actualmente la universidad, y que pretende aportar a futuro, conversó la representante local del establecimiento que, junto a la Universidad Austral, se une a una idea que podría cambiar la realidad nacional, con un trabajo realizado desde el sur del país.
- ¿Cuál es el rol que tendrá la universidad en este proyecto?
- Obviamente, la Universidad de Los Lagos como institución pública que forma capital humano en ciencias de la ingeniería, la agronomía y salud, donde destacan ciertas competencias académicas, está muy motivada a que este proyecto pueda instalarse en la zona, ya sea en Valdivia o en Puerto Montt, como así lo promueven los investigadores, y que como universidad del Estado podamos involucrarnos desde la perspectiva de la intención política e institucional que implica un proyecto como este.
La universidad está atenta a esta iniciativa, y a poder trabajar en el futuro próximo en apoyar esta instancia, ya sea con este laboratorio o alguna otra propuesta que promueva la producción de vacunas en el país.
- Usted fue una de las que inició con este apoyo académico, ¿cómo conoció este proyecto?
- Yo vi la noticia en la portada de Diario El Llanquihue, en donde se publicó la intención de este proyecto, y donde el doctor Felipe Tapia manifestaba el detalle de esta iniciativa y la posibilidad de buscar cooperación en diferentes líneas, tanto del gobierno regional y de las instituciones tanto públicas como privadas, y ahí nació la intención de poder comunicarnos con ellos, conocer de esta iniciativa y ver de qué manera como universidad de la región pudiésemos aportarles para que esto evolucione positivamente.
- En concreto, ¿qué acciones realizarán como institución?
- El proyecto cuenta con el potencial de ser apoyado por nuestra universidad, por sus capacidades investigativas en el área, procurando favorecer y promover la generación de nuevo conocimiento, y así también, apoyar en la búsqueda de financiamiento para nuevos proyectos, publicaciones, patentes y licencias. En este sentido, el proyecto que realizan estos investigadores genera una inversión sumamente alta que con una sola institución no puede llevarse a cabo, por lo tanto, requiere de los apoyos desde el Gobierno, del Ministerio de Salud y de diferentes instituciones de educación superior.
- Eventualmente, ¿la universidad aportará con recursos humanos a la iniciativa?
- Hoy, en la fase que va el proyecto, todavía no hemos bajado a esa conversación con los investigadores, porque en la fase que está ahora, en principio, requiere que muchas instituciones puedan apoyar esta idea, por lo tanto, todo lo que implica poner a disposición recurso humano o laboratorios, eso viene mucho más adelante, una vez que el proyecto esté en condiciones mucho más avanzadas. Hoy el compromiso es el apoyo político-institucional, así como lo está haciendo la Universidad Austral.
- ¿Cómo cambiaría la realidad del país y de la misma universidad, el hecho de que este proyecto se lleve a cabo?
- De alguna manera, todavía no podemos decir que efectivamente se van a producir vacunas en Chile. La idea que propone este laboratorio, con el doctor Felipe Tapia con el instituto Max Planck, es que se puedan producir vacunas en el país, pero para que eso pase, primero tiene que haber una infraestructura, presupuesto y capital humano avanzado que pueda asegurar esta producción.
Eso requiere de muchos procesos y en eso están todos los sistemas de calidad, y en este caso Chile tiene su sistema integrado. Si el país fuera capaz de producir sus propias vacunas, sería mucho más fácil atender las necesidades de la población y, por qué no decirlo, que posibilita a comercializar vacunas al exterior.
La universidad hoy solo se compromete con la intención tanto política como institucional de apoyar esta iniciativa y después, más adelante, conversaremos de qué posibilidades más técnicas, de infraestructura y de recursos humanos tenemos para poder hacer frente a este gran proyecto.
"El proyecto cuenta con el potencial de ser apoyado por nuestra universidad, por sus capacidades investigativas en el área". "Hoy el compromiso es con la intención política e institucional y después se conversarán posibilidades técnicas, de infraestructura y recursos humanos".