tenido que permanecer en casa y sin poder desarrollar actividades que los pudieran distraer.

Estos meses, dice, han estado marcados por la angustia de no saber qué le pasó a Claudia en el trayecto hacia su trabajo. "No existen pistas aún... No sabemos si el teléfono arrojará antecedentes nuevos que ayuden en la investigación".

Su esperanza es que el celular pueda efectivamente entregar nuevos antecedentes en este caso.

Dolor

Irsio Hernández revive los complicados días que ha tenido que vivir junto a sus hijos desde el momento de la desaparición de su pareja.

"Ha sido complicado desde los primeros días... Los primeros días pensé que durante la semana o en un plazo de dos días se encontraría a Claudia, pero fue pasando el tiempo y los meses... y no aparece", detalla.

El primer mes luego del fatídico 2 de diciembre estuvo de vacaciones, pero después tuvo que acceder a licencias médicas porque intentó trabajar, pero debía estar en la casa al ver el estado en que se encontraban sus hijos. "No podía estar en el trabajo", se resigna.

Luego tuvo apoyo psicológico y permaneció con licencia durante cinco meses, tiempo en el que se fortaleció un poco desde el punto de vista mental. "Finalmente no es quien te levanta de esto, ya que es uno mismo quien debe tirar para arriba", afirma.

De sus hijos, cuenta que a la menor, de 12 años, le ha costado mucho estos meses, razón por la cual llegó a una situación muy complicada y recibió ayuda psicológica.

El mayor, en tanto, asistió a sólo una sesión psicológica. "Me dijo que no le hacía bien, que no estaba preparado, que no era el momento, así que hasta la fecha no ha querido tomar una ayuda de este tipo", indica.

No fue lo único tampoco, ya que los tres estuvieron contagiados de covid-19.

Pasó que en la empresa en la cual trabaja Irsio Hernández se registró un contagiado un mes, "después apareció otra persona y ahí salieron 10 contagiados, entre los cuales estaba yo".

De los tres, el más complicado fue su hijo mayor, porque perdió el gusto, tuvo diarrea y un día antes participó de la búsqueda de Claudia, por lo que se mojó. "Colapsó", dice.

"Lo llevé a médico, quien dijo que era de todo un poco. Todavía no se había realizado el examen PCR, pero le indicó que era un colapso de emociones, de todo que ha vivido", recuerda. Ahora están recuperados y, según cuenta, él tuvo solamente algo de dolor de garganta, mientras que su hija no presentó ningún síntoma.

-¿Confía en la justicia?

-Todo esto te pone a desconfiar de todo. Esa es la verdad… Siempre he dicho que podríamos haber tenido un equipo (investigación) en paralelo, está el tema de las cámaras, de buscarlas… Espero que exista un registro de llamadas en el teléfono y se pueda saber sobre la última llamada.

Decirle a sus hijos

Irsio Hernández espera que esto termine. "Quiero saber y así y decirle a mis hijos esto le pasó a su mamá... y si no está con vida, poder decirles: está en este lugar... y si está con vida saber dónde está..."

Este año su hijo mayor egresa de cuarto medio, mientras que la menor pasa a séptimo básico. "Vivirán otra fase de sus vidas a partir del próximo año", reflexiona Irsio Hernández.

"A mi hijo mayor le he comentado que tiene que hacer lo que quiere. Nos quedamos hasta la 1 de la mañana conversando... es duro lo que nos tocó, pero tiene que hacer su vida como un lolo de su edad... más encima con la pandemia tampoco pueden recrearse, entonces ha sido un año complicado y duro".

Un escenario que se dificulta aún más después de cada jornada de búsqueda. "Mi hijo vuelve demasiado derrotado cada vez que buscamos. Vuelve agotado. Él quiere encontrar a su mamá. Tenemos que salir adelante", sostiene.

Es el relato de una familia puertomontina a la que le cambió la vida de manera radical el 2 de diciembre de 2019, cuando a una de sus integrantes se le perdió el rastro.

Sus seres queridos aseguran que no bajarán los brazos y seguirán luchando hasta encontrar a Claudia Agüero y saber qué ocurrió con esta joven madre, de la que nada se sabe desde aquel día en que salió en dirección a su trabajo.