Vicente Pereira

"Nos ha tocado duro. Y parece que no nos quiere soltar la vida dura", se lamenta Irsio Hernández, la pareja de Claudia Agüero, la joven madre que está desaparecida desde el 2 de diciembre de 2019.

La vida sin ella ha sido compleja para toda su familia, cuyos integrantes aseguran que no bajarán los brazos hasta saber qué fue lo que pasó con ella y luego que se le perdiera el rastro cuando se dirigía a su trabajo en Valle Volcanes.

Este año ha sido duro, ya que aparte de lo que ha significado su ausencia, su pareja e hijos debieron hacer frente a un contagio de covid-19, enfermedad que afectó más al hijo mayor de la pareja, hoy de 18 años.

Pero también generó todo un cambio en el diario vivir. Es así como José Agüero e Irsio Hernández estuvieron algunos meses sin poder ir a trabajar, mientras que Jessica, la hermana de Claudia, forma parte activa de las jornadas de rastreo, las que comenzaron desde el momento de su desaparición. En esta labor la familia no ha estado sola, ya que ha contado con el respaldo de una comunidad que también exige saber qué ocurrió con la hija menor del matrimonio compuesto por José Agüero y Silvia Agüero.

Su padre José, su hermana Jessica y su pareja Irsio Hernández relatan a El Llanquihue cómo han sido estos meses sin Claudia.

Están expectantes de la información que pudiera arrojar el teléfono celular de Claudia, el que está en manos de la Policía de Investigaciones de Puerto Montt, luego de que fuera sometido a una serie de peritajes en Estados Unidos y Londres.

Este procedimiento permitió recuperar el tráfico de llamadas y el contenido que compartió en redes sociales (pese a estar destruido), según confirmó hace unos días el abogado querellante, Andrés Firmani.

En este caso, cuya investigación se encuentra a cargo de la fiscal Nathalie Yonsson, el Ministerio Público ya ha entrevistado a unas 500 personas, mientras que 170 personas han entregado su declaración.

Marcela Zúñiga, en tanto, amiga de Claudia, aparece hasta ahora como la única imputada en este caso.

Desde Maillen

La familia formada por José Agüero y Silvia Agüero es oriunda de Maillen. En esta isla, Jessica y su hermana cinco años menor, Claudia, vivieron hasta su juventud.

Su padre recuerda que jugaban todo el día en el campo y que Claudia siempre "andaba con su muñequita". También que les fabricó un columpio para que se entretuvieran.

Años más tarde jugaron fútbol. Ambas eran defensas de un equipo que recibía la denominación del sector Puqueldón.

Ya jóvenes y por motivos laborales, Jessica y Claudia se trasladaron a vivir a Puerto Montt. Posteriormente lo hicieron también sus padres, quienes desde hace 10 años viven en Alerce y para quienes estos meses han sido terribles.

De hecho, José cuenta que mientras trabaja no para de pensar en lo sucedido con su hija. "Espero que aparezca pronto y ojalá viva", dice.

Tras su desaparición estuvo cuatro meses con licencia médica y con apoyo psicológico. Luego volvió a sus labores en la empresa Pocuro, a la que le agradece el respaldo otorgado y las facilidades que le brinda para ausentarse cada vez que lo requiere.

Pero su vida, admite, cambió de forma radical. Por ejemplo, antes tomaba su carretilla y se dirigía "al monte en busca de leña, pero ahora no tengo ánimo para hacerlo".

José Agüero recuerda la preocupación de Claudia por su familia y destaca su cercanía con su madre, Silvia.

"Con mi señora se visitaban mucho. Vivía preocupada de sus padres y a su mamá le compraba cositas... le compraba ropa y la sacaba a pasear. Siempre buena hija", relata.

"Jessica (la hermana de Claudia) también es regalona y su apoyo ha sido fundamental, ya que es ella quien se comunica con la fiscal y con el abogado. Ella está a cargo de todo. Yo no tengo palabras ni ánimo para hacer eso... Ella es la que anda buscando a su hermanita", relfexiona.

José Agüero agradece la respuesta de la comunidad puertomontina, pues mucha gente que no conoció a Claudia se ha sumado a la búsqueda y a colaborado con la familia en estas labores y en cada actividad que han organizado.

"Todo Puerto Montt nos apoya. Yo estoy muy agradecido de la gente", remarca.

Sin embargo, le apena que la pandemia y la cuarentena total que se extendió por más de 100 días en Puerto Montt le impidiesen ver a sus nietos (hijos de Claudia) con la regularidad de antes, debido a las limitantes que se han impuesto para el desplazamiento. Sólo se han visto en algunas jornadas de búsqueda.

Hermanas UNIDAS

Jessica y Claudia siempre han sido unidas y acostumbraban