Vicente Pereira

Luis Alvarado nunca pensó que la bicicleta aro 20 que le regaló su hermano Juan (fallecido) marcaría su vida. Y es que el deporte del pedal se ha transformado en la vida de este comerciante y director técnico del Club Ciclista Melipulli y de Promesas Chile.

Cuatro décadas han transcurrido desde que comenzara en este mundo, "en mi deporte", como a él le gusta señalar, el mismo que le ha brindado las más grandes satisfacciones junto a su familia.

Además, "gracias a mi deporte he podido estar en muchos países, tanto de Europa como de Sudamérica. Y por eso si en estos momentos me sacaran del ciclismo, me sacarían parte de mi vida".

Sus primeros años fueron sólo de ciclismo de ruta. Pero después, en la medida que fue teniendo un poco más de recursos incursionó en pista, mientras que sus primeras competencias tuvieron lugar en el velódromo de Curicó y después en del Estadio Nacional.

Como corredor obtuvo varios logros. Uno de ellos a los 51 años, cuando alcanzó la medalla de oro, de la serie máster, en la prueba ruta del Campeonato Nacional que tuvo lugar en Curicó, competencia en la que consiguió la presea de plata en la contrarreloj.

En su trayectoria figura la medalla de bronce que logró cuando formaba parte de la cuarteta regional que corrió en el Campeonato Nacional de Rutas realizado hace 36 años en Curicó. "Costaba mucho practicar este deporte, llegar a una competencia era un hito y terminarla era otro hito", rememora.

Si bien describe que el ciclismo siempre ha sido un deporte muy sacrificado, asegura que este escenario comenzó a cambiar durante los últimos 15 años, porque pudieron contar con recursos y con ello lograron sacar más corredores para competir en distintos lados, desde donde han vuelto, muchas veces, con más de un triunfo.

Y es que, dice, se comenzó a trabajar de manera más dura en la parte formativa, competitiva y de alto rendimiento. Por eso durante los últimos 15 años "hemos sacado más de 250 campeones nacionales y 34 medallas de nivel panamericano", entre otros logros.

"Nos ha ido muy bien. Tres años consecutivos ganamos los Juegos de La Araucanía y también hemos triunfado en los Juegos Deportivos Escolares", por citar algunos títulos conseguidos por sus pupilos.

En este contexto, destaca el trabajo realizado por Patricio Almonacid, quien se coronó campeón de la Vuelta a Chile. "Para ganarla hay que andar muy bien y hay que ser muy táctico, comprometido y bueno. Y el Pato ha tenido el rendimiento y la disciplina que debe tener un deportista de alto rendimiento", afirma.

Alvarado, en 1985, también corrió la Vuelta a Chile. "Gané el premio Montaña, en la Panamericana, en Salvador Allende. Le dimos un bonito triunfo a Puerto Montt porque estaba muy lindo todo. La corrí y la terminé. Era selectivo el equipo que debía ir. Es una experiencia inolvidable", evoca.

Junto con ello destaca el apoyo que le otorga el Instituto Nacional de Deporte, así como los proyectos aprobados por el Gobierno Regional para el desarrollo de esta disciplina.

Comercio

-¿Su desarrollo comercial también tiene que ver con el ciclismo?

-Tengo un local de bicicletas y aunque no lo he trabajado mucho por mis compromisos como técnico de la selección, se ha convertido en el apoyo permanente que tienen mis deportistas, ya que cuentan con la posibilidad de reparar sus bicicletas gratis. Por eso mis deportistas tienen muy buen material. Me inicié con un local súper chico, de 6 metros cuadrados y ahora tengo unos 30 metros cuadrados. Ha crecido harto, aunque no me he dedicado mucho porque salgo a competencias y debe quedar cerrado; pero los meses que puedo trabajar me va bien. Con la pandemia estos locales pasaron a ser prioritarios. Contábamos con permisos de Salud para atender, porque mucha gente pide andar en bicicleta ante el encierro de tres, cuatro o cinco meses. Y es que el ciclismo es como una terapia y con dos horas que andes en bicicleta te relajas al cien por ciento.

-¿Pese a los éxitos de este deporte, aún sigue esperando por el velódromo?

-Espero que el alcalde Gervoy Paredes cumpla lo que dijo. Llevamos siete años esperando el velódromo. Está el terreno en Alto Bonito y al proyecto sólo le falta el RS. Será de primera línea, climatizado, techado y podría implicar una inversión del orden de entre los 9 y 11 mil millones de pesos. Pero no será sólo para el ciclismo, también estará el taekwondo, el patinaje artístico y el tenis de mesa. Este velódromo es un sueño y con eso yo descanso en paz.

-¿Sus hijos también siguieron sus pasos?

-Adrián se dedicó más. Lleva como nueve años en la selección, campeón nacional, tanto en junior como en elite, campeón panamericano y corrió en España, donde tuvo importantes logros. En el caso de Luis, él se dedicó a estudiar Medicina Veterinaria, pero está igual ligado al ciclismo, ya que organiza eventos internacionales y nacionales. Se armó una productora. Ellos se manejaron desde chiquitos porque vieron que esto es bueno, ya que los valores que se le entregan a los deportistas son inolvidables. La disciplina, la lealtad, la convivencia es mucho. Aquí se vibra el compañerismo. No hay envidias.

los valores que otorga el ciclismo es uno de los aspectos que más resalta el entrenador puertomontino.