Ernesto Segovia: la historia del creador musical del sur
El autor de una serie de obras ha llegado con su talento a distintas partes del país y del extranjero, así como a las aulas puertomontinas.
Creador, compositor y docente. Así es la vida profesional de Ernesto Segovia, quien desde el momento de su llegada a Puerto Montt en 1986 dio inicio a una extensa carrera en el ámbito de la música en la capital regional.
Pero su talento no sólo ha sido conocido en este territorio, ya que también ha realizado una serie de giras tanto a nivel nacional como internacional.
Argentina, Brasil, Perú, Colombia y Alemania aparecen como los países a los que llegó con sus trabajos.
Pero no sólo en la creación, composición y dirección ha destacado durante estos años, también en la vida docente, donde exhibe una carrera de 38 años, de los cuales 12 transcurrieron en la Escuela de la Cultura. A esta institución retornó este año, pero no ha podido llevar adelante sus planes producto del covid-19.
También se desempeñó como docente en el Liceo Comercial Buin y en la Escuela Kimun Lawal de Alerce.
Recorrido
Una vez en la capital regional, quien se titulara de la carrera de Pedagogía en Educación Musical en la Universidad Austral de Chile (Valdivia), en 1982, comenzó con su recorrido musical. Fue así como comenzó a dirigir al conjunto folclórico Antumahue.
Posteriormente, junto a Luis Arias formó el ballet folclórico Raiquén, para luego formar la Compañía Artística Archipiélago, que es la que mantiene hasta hoy y con la que recorrió gran parte del país, desde Arica y hasta Puerto Williams, lo mismo que con el conjunto del Magisterio de Puerto Montt.
Aspecto importante en la vida de Segovia ha sido la composición.
"Lo más importante es recoger los ritmos y los giros rítmicos y melódicos de Chiloé para plasmarlo en una obra que se llama Misa Chilota del Tercer Milenio", comenta.
Pero antes de esta obra creó la cantata "El último llamado", que habla sobre el exterminio de pueblos originarios, como los Selknam y Kaweskar en el extremo sur del país, tema que conoce muy bien, ya que vivió algunos años en Tierra del Fuego.
El texto de esta obra, según recuerda y destaca, fue escrito por el fallecido Leonel Toledo Klenner, "quien recorrió los canales del sur y conoció el ambiente de los indígenas".
Entre sus creaciones se encuentra también "La Suite Angelmó", que es la primera que grabó de forma profesional en Santiago y que consta de seis temas que recrean el entorno natural y humano de la caleta Angelmó.
Según cuenta, en ella describe su paisaje y todo lo que hace el hombre en torno a la caleta y al mar propiamente tal.
Luego escribe el poema sinfónico "Reloncaví" (2008), que narra siete momentos históricos de Puerto Montt, aunque previo a ello creó "Bendición Isleña", mientras que un año más tarde le da vida a "El Te Deum del Sur", una obra sinfónico-coral. "Es lo que yo más he compuesto", dice.
También se encuentra el concierto para dos violines y orquesta "Silvanakarenina".
Camino difícil
Pero no todo ha sido fácil, ya que, según dice, le ha costado mucho desarrollarse como director de orquesta y de coros en la capital regional, dado que existe escaso apoyo para esta actividad, lo que lo llevó a tener que irse a vivir a otros lugares como Los Ángeles, ciudad en la que estuvo dirigiendo el coro de los profesores, con los cuales viajó a Argentina y Colombia.
Además, cuenta que entre sus creaciones figuran algunos musicales, como el homenaje a Violeta Parra, que presentó en 2017 en Los Muermos, con ocasión de los 100 años de la artista nacional.
Junto con ello recuerda que durante el año 2006 fundó el Coro Sinfónico de Puerto Montt y que un año antes participó del programa Crecer Cantando dependiente del Teatro Municipal de Santiago, pero que fue extendido a todo el país.
-¿Cuáles son sus temáticas preferidas?
-El sur. Casi toda la música que he compuesto está basada en las raíces rítmico-melódicas del sur del país, del área cultural de Chiloé. Siempre lo que escribo es acerca de gente de este entorno, como de los pescadores, de las mujeres y del sector religioso, como "La Misa Chilota", "La bendición isleña" y "El Te Deum del sur".
-¿Cree que la pandemia ha dejado en claro la necesidad de potenciar las habilidades blandas en el currículum escolar?
-Soy crítico del sistema educacional en Chile porque, precisamente se han dejado de lado algunas cosas. Recuerdo que cuando se estableció la Reforma Educacional en nuestro país se extendió la jornada escolar; pero con la idea de colocar actividades como de música, teatro, deportes o literatura; pero resulta que siguieron llenando de lenguaje y matemática. Aquí comenzó el descontento de los alumnos porque terminaban el día reventados.
-¿Se necesitan más horas de música en el curriculum?
-El arte en general es importante y durante estos últimos años ha estado desapareciendo. De hecho, se quitaron horas de música y de artes y han estado relegados al último lugar de las asignaturas, por lo que es relevante retomar esto después de la pandemia y entregarle arte a los alumnos, quienes requieren tener conocimiento en otras áreas, por ejemplo, tocar un instrumento o que aprendan una disciplina artística. Que se involucren en la cultura de su pueblo. Y si bien la universal es importante, la del lugar donde viven los alumnos es algo que debieran manejar muy bien.
creador, director y docente, algunas de las características del profesional de la música.
"Yo soy un crítico del sistema educacional en Chile porque se dejaron cosas de lado"
"Toda la música que he compuesto está basa en raíces rítmico- melódicas del sur"