Correo
Renuncia de seremi Molt
La insípida opinión de Julio Muñoz es la peor señal de un lector de nuestro diario El Llanquihue, que con el título de "Cuarentena de Puerto Montt" aparece en la edición del 25 de noviembre, sección de Cartas al Director), enlodando con ello la labor de la ex seremi de Salud. En efecto, gremios, autoridades, Colegio de Enfermeras y parlamentarios de todos los matices han elogiado la labor desarrollada por la ex seremi de Salud, de reciente renuncia al cargo, Scarlett Molt.
La conocí en el ejercicio de su cargo, siendo el suscrito miembro activo del Consejo de Usuarios y también integrante de la Comisión de Ética Asistencial del Hospital de Puerto Montt. La ex seremi, al margen de sus funciones directivas asistía a nuestras reuniones aportando a sus profesionales luces de doctorado.
En relación a los factores de su renuncia digo que el centralismo mata los mejores propósitos regionales. En el caso de Los Lagos, en las oficinas santiaguinas, no conocen la singularidad y su vasta extensión geográfica: por el sector cordillerano del paso Pajaritos, ruta a San Carlos de Bariloche y hacia el sur hasta Pumalín, y más el extenso archipiélago de mar interior y por el sector costero desde el norte del puerto de San Pedro-Manquemapu y hacia el sur hasta la isla y Faro Guafo. Todo un inmenso territorio rural y, en algunos casos, de difícil acceso.
La región ha tenido resultados devastadores en el combate con el covid-19. Una inmensa mayoría hemos apreciado que la ex seremi hizo loables esfuerzos para manejar esta crisis en la región, pese a la incomprensión del centralismo.
Evi Barría
Aporte fiscal y pandemia
No nos dejemos engañar. Según el Monitor Fiscal, del Fondo Monetario Internacional, Chile es, entre los países emergentes, el que mayor esfuerzo ha hecho, como proporción de su PIB, para responder a la crisis generada por el covid-19. Eso sumando tanto el gasto público adicional como los ingresos fiscales sacrificados; si se miden solamente las transferencias directas a las familias es marginalmente superado por Brasil. En este sentido, es engañosa la manida afirmación de que nuestro país habría hecho poco por apoyar a la población en esta coyuntura, ya que Chile sería uno de los que más benefició a la población durante la pandemia. Si bien nadie rechaza dinero extra en tiempos de dificultad, es deber del Estado y de las autoridades (parlamentarios y Gobierno) entregar la información adecuada no sólo para cuidar el ahora (ya comenzamos una reactivación económica), sino para mantener la calidad de vida futura de todos los chilenos.
Renata García D.
Educación y pandemia
Este año ha estado lleno de problemas que nos tensionan y agotan, especialmente a quienes trabajamos en el sistema educativo y hemos visto un cambio constante y acelerado en nuestra área el último año. Pero estas mismas dificultades han abierto las ventanas, nos han sacado del piloto automático y nos han brindado una nueva mirada sobre lo que ocurre en nuestra sociedad, especialmente en educación.
Para nosotros en Enseña Chile esto ha significado un fuerte llamado a hacernos cargo de los nuevos desafíos que han llegado para quedarse. El escenario sigue siendo incierto, pero podemos generar soluciones si aprovechamos esta oportunidad y trabajamos en conjunto. Por eso apostamos por nuestro Programa de Liderazgo Colectivo que invita a trabajar en red para impactar positivamente en el sistema escolar.
Hoy queremos abrir nuestra red, ampliarla invitando a todos y todas quienes compartan nuestro propósito, trabajar porque un día todos los niños y niñas en Chile reciban educación de calidad, a sumarse a nuestra labor.
Las respuestas que necesita la educación están en las personas y el potencial que se libera cuando nos unimos.
Javiera Horta, directora general de Enseña Chile
Quórum de la Convención
No le hace bien al proceso constituyente el mito según el cual hay un sector político que a través de la obtención de un poco más de un tercio de los convencionales tendría una facultad de veto que sería nociva para la redacción de una nueva Constitución. No tiene sentido alguno presentar el quórum de dos tercios como un juego de suma cero.
Tal como advirtieron James Buchanan y Gordon Tullock, en un proceso supramayoritario el fracaso de una mayoría no cualificada no supone necesariamente el éxito de una minoría cualificada, dado que ambas partes deben soportar los costos de la inacción de una u otra forma (en el libro llamado "El cálculo de consenso", p. 296).
Presumir que una parte de los convencionales sólo está en función de perjudicar el desarrollo de la Convención es un prejuicio que no colabora en el esfuerzo de construir una casa común.
Juan L. Lagos