Sueldos precarios en la región
La Encuesta Suplementaria de Ingresos ya ha demostrado que el año pasado las remuneraciones eran bajas. La pandemia seguramente las ha golpeado aún más. Es muy probable que si los sueldos en Los Lagos ya eran bajos el año pasado, en este 2020 han experimentado una contracción mayor por la pandemia.
Números poco halagüeños para la región trajo la última Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) que elabora regularmente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para ir monitoreando el estado del mercado laboral en el país y en los distintos territorios. De acuerdo al informe, la mitad de los trabajadores de Los Lagos recibió un sueldo igual o menor a los $382.000 mensuales durante el año pasado, verificándose, además, una evidente brecha entre lo que ganan los hombres, $400.919, en comparación con las mujeres, con apenas $322.619. Y con relación al año anterior al del objeto de estudio del INE, hubo aumentos de sueldo muy desiguales para ambos grupos: $30.700 en el caso de los hombres y $2.700 en el de las mujeres, entre 2018 y 2019.
Con todo lo negativo que resultan ser estas cifras para un país miembro de la OCDE, hay que advertir que con toda seguridad la fotografía laboral de este año debe ya ser infinitamente peor, considerando la aguda crisis económica derivada primero del estallido social y luego por la pandemia, y que tiene en el caso de Los Lagos a comunas con prolongadas cuarentenas, en particular Puerto Montt y Osorno. Si los sueldos ya eran bajos el año pasado, hay que suponer que este 2020 se han deprimido todavía más, en un escenario en el que, además, se ha configurado un inquietante aumento del desempleo en la región, particularmente en los sectores del comercio, turismo y gastronomía.
Una vez que la economía pueda iniciar la senda de la reactivación en Los Lagos, algo que por cierto todavía se ve lejano por el extenso confinamiento y los indicadores sanitarios que se resisten a mejorar en la región, debiera ser tarea primordial de los actores políticos locales generar escenarios que propendan en el mediano y largo plazo a un incremento justo y digno de los salarios, sobre todo para los sectores más vulnerables. Aquí, la educación y la capacitación asoman como ejes relevantes para tal propósito, en un contexto mundial que, por lo demás, está produciendo bruscos cambios en el mercado laboral que aún no se atienden con suficiente prioridad en el país.