Correo
Colapso de Puerto Varas
No deja de impresionar las múltiples informaciones, en distintos medios nacionales, de la cantidad de proyectos inmobiliarios en desarrollo y en carpeta en Puerto Varas, tanto de edificios como de loteos de parcelas, las que producto de la pandemia, en vez de disminuir, han aumentado más que nunca producto de la fuerte demanda que está ocurriendo, principalmente desde Santiago.
Hace algún tiempo, los tacos importantes eran solo en meses de verano, pero ahora son todo el año, lo que está causando un deterioro sostenido en la calidad de vida en nuestra ciudad. A ojos de un simple ciudadano, no dejamos de estar perplejos frente a esto sin ver atisbo alguno de nuevas obras viales, nuevo plano regulador , una mejor cobertura de la locomoción pública, etc.
Por ejemplo, una obra muy necesaria sería un bypass que conecte camino a Ensenada con la Ruta Alerce, con la finalidad de evitar la entrada a Puerto Chico de un gran volumen de autos. Otro punto crítico muy estresante es la intersección Arturo Prat con Del Salvador. Y para qué decir de la construcción de edificios en la intersección mas compleja de la ciudad, como es Costanera con Avenida Los Colonos (al lado de la Capitanía de Puerto). Lo que ocurre en la Costanera es terrorífico, sin mencionar la contaminación del lago que va amarrada a lo ya descrito.
Francamente esto ya se salió de madre y uno no logra visualizar una mejoría, justo lo contrario.
Ojalá en algún futuro próximo se vea algo que de esperanza en un mejor futuro para todos.
Dennis Smith Brauning
Diálogo
Hace 40 años, Jorge Millas, el mayor intelectual chileno del siglo XX, llamaba a oponerse al plebiscito de ese entonces, con reflexión y sin ira. Hoy, también estamos ad portas de un plebiscito, pero que se ve ennegrecido por la ira, se extravió la reflexión y el diálogo.
La violencia se ha tomado las calles, las redes sociales, la convivencia ciudadana y los medios de comunicación social, peor aún está validada y justificada.
La bélica convivencia chilena se ha tomado la agenda pública, política y ciudadana, de forma lamentable. Quizás, lo más criticable es que se pedía justicia social, trato igualitario, libertad de expresión y un Chile mejor. Sin embargo, parece que de un día para otro, todo se difuminó y aparecieron acciones más qué palabras. Claramente, acciones violentas que derribaron el diálogo y la razón, reemplazando las legítimas demandas.
El cultivo de la violencia por sobre el olvido de la razón y el diálogo, están ganando la batalla; mientras, que las quemas de las Iglesias, el ataque a las comisarías, la destrucción del comercio y las mismas calles, no hacen nada más que darle mayor cabida al tirano sin sentido.
La única forma de salir de este estado de anomia social es sentarnos a dialogar y razonar, pero ante todo, es labor de cualquier ciudadano de a pie, ¡condenar la violencia!, no justificarla, porque debe primar la razón, el diálogo y la fraternidad, si es que aún queremos lo mejor para Chile.
Juan Carlos Alvial Vargas Filósofo
Acuerdo por la paz
El 15 de noviembre de 2019, en el contexto del estallido social, políticos tanto de oficialismo y oposición firmaron el denominado "acuerdo por la paz social y nueva constitución" como vía institucional para contener la embestida de violencia, saqueo y demases actos delictuales.
Con lo visto en estos días, especialmente en el contexto de la conmemoración del primer año del 18-O, bien podría considerarse que si uno de los puntos del acuerdo no se cumple, como es el caso de la paz social, habría fundamento suficiente para no llevar a cabo el plebiscito.
Ahora bien, como este fue un acuerdo político, de seguro se realizará igual porque el costo de no efectuarlo será mucho mayor que las consecuencias posteriores, para el país, del acto en sí mismo. Mal que mal, esta consulta, por una nueva carta fundamental, es de absoluto y único interés de las elites de lado y lado quienes, que duda cabe, nunca consideraron las reales demandas y prioridades de la ciudadanía: salud, educación, empleo, medio ambiente y seguridad ciudadana, entre otras las cuales, dicho sea, seguirán estando en lista de espera.
Rodrigo Durán Guzmán
Quema de templos
No soy católico, pero sí creyente y ciudadano, y puedo decir que los incendios intencionales sobre dos templos católicos, acaecidos en el contexto de la conmemoración del estallido social del 18 de octubre de 2019, edificios que no sólo eran la expresión de la fe Católica, sino que además testigos de parte de nuestra historia patria, implicó también la destrucción de una parte de nuestra alma nacional.
Yusef Hales Hott