Correo
Amistad cívica
Convivir en comunidad parece una cuestión elemental, pero cada vez más se evidencia lo complejo que es llevarlo adelante. La violencia, el desánimo, la ignorancia, la pandemia, la corrupción y la anomia social han colaborado a la fragmentación comunitaria y social.
En este fragmentado país no cabe duda que estamos cada vez más lejanos de la amistad cívica, aquella virtud que implica vivir en concordia y fraternidad, que no sin duda, todos hemos colaborado en desecharla. ¿Qué nos pasó Chile? Es un cuestionamiento que resuena fuera y dentro de la nación, debido a los últimos sucesos que se han desencadenado desde el 18 de octubre del año pasado.
La pregunta es muy amplia, sería más preciso ¿qué nos pasó a cada uno?; ¿en qué fallamos para romper esta virtud?; ¿qué omitimos? La carencia de relatos que nos unan, la nula comunicación de la familia, la poca convivencia entre vecinos, el actuar no siempre de buena fe entre compañeros de labores y el afán refundacional son elementos que llevan a alejarnos cada vez más en la concordia y la fraternidad. O bien, alejarnos de nuestra segunda naturaleza, el simple hecho de ser un ser social o político.
En pro de la buena convivencia comunitaria y ciudadana, conviene poner sobre la mesa el futuro de nuestra nación, sabiendo que existen notables diferencias, pero que nos une nuestro amor a la patria, aquella que proviene de las entrañas del esfuerzo, el sacrificio y la templanza para colaborar en la regeneración de la amistad cívica, tal como aparece cada vez que juega nuestra querida y atribulada selección de fútbol.
Juan Carlos Alvial, académico del Instituto de Filosofía de la Universidad San Sebastián
"El día se vive hoy"
Qué estamos esperando para hacer las cosas hoy, para disfrutar lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Por qué seguimos aferrados a que esto haré en una fecha o en un día muy especial.
Qué es para nosotros un día especial si no sabemos, menos, en las actuales circunstancias, si existe el mañana. Por qué no recordar en cada instante que la vida se vive una sola vez. Cuántos casos conocemos, e incluso lo hemos palpado en carne propia. No, esto pienso hacerlo cuando… Y resulta que se va el tiempo y no hemos cumplido nuestro anhelo.
Cuántas personas postergan el pedir perdón, cuando saben que han estado mal en ciertas conductas o actos. No lo hacen porque ellos tienen dentro del alma la soberbia y otra es la que en forma permanente amanece en calma, sumisa y dispuesta a corregir esos errores. Cuántos matrimonios se han roto porque una de las personas que integran ese sagrado vinculo no cedió, no cambió, o no se dio cuenta del daño que le estaba produciendo al otro (a).En definitiva, porque no fue capaz de pedir perdón por sus faltas; hayan sido cometidas por omisión o por acción.
Por qué hemos perdido la noción de hacer hoy lo que corresponde que hagamos y no dejar para… mañana u otra fecha lo que debe ser hoy y no más. Cuántas personas que son entrevistadas y se les pregunta, ¿de qué cosa usted hoy se arrepiente o le pesa? Miles de respuestas en la que escuchamos lo mismo: "me arrepiento no haber sido lo suficientemente claro y perseverante en decirle a mis padres cuánto los quise y cuánto ellos me entregaron a lo largo de mi vida". Lo más importante que me dieron fueron los valores, por la cual navego hasta hoy por la vida y que no los canjeo por nada del mundo.
Cuánta gente hoy, en una época donde abunda la conveniencia en reemplazo de la convicción, se avergüenza de nombrar a Dios, porque la Iglesia está muy cuestionada, con o sin razón, pero que nada tiene que ver con el amor inquebrantable que debemos tener por Dios.
Mariano González Riquelme
"Camelias en pandemia"
Las camelias del jardín de mi vecina/Duraron apenas un día.
El manzano tiene sus hojas escondidas/Y todas las plantas tienen miedo.
La calle pasa por las ventanas.
Apaga la música, cierra las páginas de los libros/Que no alcanzaré a leer, las palabras están enfermas.
Asustan los gritos violentos/No puedo abrir la puerta a la primavera.
Este encierro pesa como un inmenso diccionario/Me cuesta tomar el lápiz verde oscuro.
Se me pierde lentamente la longanimidad.
Antonieta Rodríguez Paris
Aquino, el VAR y Qatar
No sacamos nada con seguir acordándonos de los parientes más cercanos de Aquino o de los miembros del VAR, porque lo importante es que nos mentalicemos que "para clasificar a Qatar, los partidos de local se deben ganar" y agregar "porque si no podemos ganar de local, aunque Aquino y el VAR nos hubieran otorgado el penal, con toda seguridad, igual no vamos a Qatar".
Luis Enrique Soler