Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos
  • Contraportada

Un estudio español alerta a la Unión Europea sobre una "segunda ola"

COVID-19. La investigación advierte que España ya se encuentra en esa etapa y que se podría extender rápidamente al resto de Europa. Mientras, Alemania debate sobre reducir la jornada laboral a cuatro días por la pandemia.
E-mail Compartir

España sufre una segunda ola de la epidemia de covid-19, que podría llegar al resto de Europa en los próximos días, alerta el estudio de un hospital y una universidad de la región española de Cataluña.

El Hospital Universitario Germas Trias i Pujol (Can Ruti), de Barcelona, y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ya enviaron el informe a la Comisión Europea, fechado el 2 de septiembre y conocido ayer. Estos centros de investigación explican que el efecto de bares y restaurantes podría tener grandes repercusiones en la evolución de las epidemias, donde las medidas se respetan mucho menos que en otras circunstancias, como la distancia interpersonal de seguridad y el uso de mascarilla.

Con el título "Análisis y predicción del covid-19 para UE-EFTA-Reino Unido y otros países", el estudio advierte a las autoridades europeas que el momento actual es crucial para detener la segunda ola, que en España ya supera 10.000 casos diarios y que, en caso contrario, se podría volver a una situación parecida a la de marzo, cuando estalló la transmisión descontrolada del coronavirus.

Los investigadores se preguntan por qué España encabeza en número de casos la segunda ola, un país de altas temperaturas en el verano, cuando se hace más vida al aire libre, pues la tasa de contagio es 20 veces más baja en este caso que en espacios cerrados. La clave está en que España levantó las restricciones de movilidad, especialmente entre provincias, antes que otros países de la Unión Europea en un momento en que "la tasa de casos positivos podría ser tres veces superior a la que realmente se estaba detectando y la actividad social se incrementó notablemente", según los investigadores.

Todo el país permaneció en estado de alarma más de tres meses, desde mediados de marzo pasado, con fuertes limitaciones de movimiento de personas, que se suavizaron gradualmente al final, hasta desaparecer totalmente el día 21 de junio. España sigue distanciada entre los países europeos por número de casos desde que comenzó la pandemia (más de 500.000), seguida por el Reino Unido (más de 340.000) y, sobre todo, por incidencia en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, 216,8 contagios, por delante de Francia (98,2), Bélgica (49,2) y Países Bajos (40,4). España también lideraba el 1 de septiembre la incidencia en Europa, con 1.002 afectados.

Alemania busca opciones

Mientras Alemania mira con preocupación los rebrotes de países vecinos y reporta cerca de 300 nuevos casos diarios, la semana laboral de cuatro días, como respuesta a la masiva pérdida de empleos por la pandemia, es una teoría tan atractiva como controvertida que está provocando debate en Alemania, por las dificultades para su implementación.

El asunto fue suscitado por IG Metal, el mayor sindicato sectorial de Alemania y Europa. En una entrevista, el presidente de IG Metall, Jörg Hofmann, dijo que propondrá "la semana de cuatro días como opción a cambio de un cierto ajuste salarial". Aunque no concretó las horas de trabajo ni las repercusiones económicas. El objetivo sería adaptar el volumen de horas de trabajo a la reducción de la producción de demanda, provocada por la crisis en muchos sectores, sin tener que reducir la masa laboral, algo que perjudica tanto a los empleados como a las empresas (que pierden capital humano). El ministro de Trabajo, el socialdemócrata Hebertus Heil, dijo que "la reducción del tiempo de trabajo con un ajuste salarial parcial puede ser una medida adecuada. Se necesitan ideas buenas y pragmáticas para superar la crisis juntos", argumentó Heil.

Aunque la idea divide a los economistas. El experto en mercado laboral del Instituto de la Economía Alemana, Holger Schäfer, calificó de peligrosa y sin sentido la opción, especialmente, la idea de promoverla desde el Estado con subvenciones. Mientras que Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica, se mostró a favor de los cuatro días y de una mayor flexibilización de los horarios de trabajo.

Francia suma 7.071 casos en la última jornada

Atrás quedaron los días en que Europa parecía haber controlado la pandemia. España volvió a registrar sobre 10.000 casos diarios, Italia se acerca a los 2.000, y Francia registró ayer 7.071 nuevos contagios, frente a los 8.550 del sábado, que elevan el total de positivos desde el inicio de la pandemia hasta 324.777. La Agencia de Salud Pública francesa detalló que la tasa de positivos sigue al alza y llegó a 4,9 %, dos décimas más en un día. En España, a pesar del alza de contagios, esta semana más de ocho millones de estudiantes comenzarán el año escolar con uso obligatorio de mascarilla desde los seis años.

500.000 casos positivos reporta España, seguido por Reino Unido con 340.000 desde el inicio de la pandemia.

216,8 contagios por cada 100.000 habitantes registra España, por delante de Francia con 98,2.

La pandemia golpea a la temporada de turismo estival en el Viejo Continente

ECONOMÍA. Los 27 países miembros de la Unión Europea se han visto afectados, desde las playas griegas hasta los museos en París.
E-mail Compartir

El alcalde de Brujas (Bélgica), Dirk De fauw, se dio cuenta de que algo iba muy mal con el turismo europeo una mañana de marzo, cuando cruzó la plaza de Burg ante el municipio gótico y sólo había silencio. "Siempre hay gente. Siempre", explicó De fauw. Pero, ¿esa mañana? Nada. No había nadie en esa gran plaza en el corazón de una de las ciudades más pintorescas de Europa.

Seis meses más tarde, mientras la temporada estival de turismo más lenta de la historia de Europa se acercaba a su fin, el covid-19 seguía sin dejar respirar al continente. De todas formas, la situación podría empeorar en los próximos meses, mientras se acumulan decenas de miles de millones de euros en pérdidas en los 27 miembros de la Unión Europea y crece la presión sobre las apreciadas ayudas gubernamentales y los sistemas de seguridad social del continente.

Por ahora, según la Comisión Europea, "la pérdida de ingresos en la primera mitad de 2020 para hoteles, restaurantes, touroperadores, operadoras de trenes de larga distancia y aerolíneas son de aproximadamente el 85-90%". Ningún país se ha librado, en una zona que va desde las playas griegas a las trattorias en Roma y los museos en París.

Incluso ahora, según indicó la Comisión Europea a The Associated Press, las reservas de septiembre y octubre siguen siendo inusualmente bajas, con un sombrío 10% de ocupación en Brujas. Los datos han golpeado las esperanzas de que un breve impulso en julio fuera el inicio de algo más permanente. Pero con el verano llegaron rebrotes de covid-19, nuevas restricciones y escalas de alerta regionales que anunciaban un desastre para el turismo local cuando alcanzaban los niveles más altos. A la industria turística Europea le quedó poco más que la esperanza. El descenso de turistas afecta a hoteles, restaurantes, comercios y a las familias que viven de esos negocios. Para los que son propietarios de sus locales es una situación más llevadera que para los que afrontan los pagos del alquiler. Las reservas de los próximos meses han caído y algunos hoteles simplemente cerrarán por insolvencia.

85-90% es la pérdida de ingresos en la primera mitad del año para el sector turístico, según la Cómisión Europea.