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Octava Compañía: resilencia y cooperativa

El próximo 2 de septiembre la Compañía de Bomberos de Puerto Montt Padre José Fernández cumplirá 43 años de vida de servicios a una población que surgió de una cooperativa, voluntarios que estuvieron en proceso de formación por largos casi 10 años y quienes, en los últimos 17 años, han debido seguir sufriendo para reponer un cuartel indigno a su alta función.
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Hay dos tipos de orígenes de las compañías de bomberos en la capital regional: las que corresponden a la primera terraza fundacional y las que surgen en los cerros o terrazas. Las primeras -en general- estuvieron vinculadas en sus inicios a la elite local y las segundas a los sectores populares que crearon sus propias poblaciones con y sin ayuda del Estado en El Alto.

Como lo indica su nombre, está Compañía debe su organización en gran parte al mismo padre José Fernández Pérez (1919-2000) y a su esfuerzo para que tuviera todos los servicios necesarios y la que se llamó por muchos años Población Techo Para Todos (ahora lleva el nombre de su fundador). A solo dos semanas después del terremoto -el 10 de junio de 1960- el Padre Fernández impulsa la creación con 200 familias de una Cooperativa administrada por la Corporación Fe, Unión y Esfuerzo, con la que pudieran ahorrar e invertir en sitios propios para poder auto construir sus viviendas sin necesidad de recurrir a las "tomas".

El Padre Fernández desde el comienzo tuvo la idea de crear otras organizaciones que pudieran ir resolviendo las múltiples necesidades de la nueva población. Con el fin de defender la propiedad y las vidas de quienes con tanto esfuerzo les había costado crear su propia población, es que un 26 de junio de 1968 nace la Brigada de Bomberos de la población Techo Para Todos de Puerto Montt. Su primer Director fue el dirigente de la población Sr. Mardonio Vera Ruiz y el Capitán fue el Sr. David Vargas. Dentro de los primeros voluntarios es importante mencionar a Miguel Huidobro, Olegario Toledo, Gamaliel Palma, Víctor Coñuecar, Luis Parra, Mario Ortega, Luis Téllez Hernández entre otros. En ese periodo el mismo padre Fernández, como capellán de la Compañía, se encargó personalmente de invitar a distintos vecinos que podrían ser voluntarios.

El superintendente del Cuerpo de Bomberos en 1968 era Eugenio Schmidt y el Comandante era Félix Galilea Martínez. A este último le habría cabido un papel importante en términos de la idea original pues, como españoles, eran amigos con el padre Fernández. Sin embargo, para que el Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt los incorporara oficialmente les exigió tres requisitos que debían cumplir: tener un Cuartel propio, una dotación de al menos 30 voluntarios activos uniformados y un carrobomba, esto último era complejo ya que en esos años se financiaban principalmente con los propios voluntarios y ellos no tenían los recursos de otras compañías.

Ya a fines de 1968 se comenzó con la construcción del primer cuartel en su original emplazamiento de calle Santa Inés con calle Los Radales, en donde hoy está el gimnasio del Colegio Salesianos Padre Fernández. Prontamente, para 1969, pudieron celebrar la existencia de un nuevo cuartel gracias a que la CORVI tenía incorporado en su presupuesto un ítem para la construcción de cuarteles de emergencia de bomberos en las zonas afectadas por el terremoto. A pesar de ello, es importante destacar que el cuartel entregado solo correspondió a la estructura básica pues los propios voluntarios fueron implementándolo con portones, ventanas, rejas, pavimentación, etc. en un largo proceso a través de múltiples beneficios.

En una primera etapa del largo período de formación, la Compañía que los preparó con sus materiales, su técnica y sobre todo su larga experiencia fue la 2ª Germania. Entre los voluntarios que más destacaron de esa Compañía por su colaboración están Tótila Lintz, Tito Sánchez y Eduardo Brahm. Sin embargo, para 1972 el ánimo había disminuido considerablemente entre los voluntarios por no poder haber adquirido un carro bomba.

Finalmente, a fines de 1974 comienzan a apreciarse perspectivas de que podrían cumplir con el último requisito que les exigían: "El Director da cuenta que el Cuerpo de Bomberos mandó un oficio a Vialidad de petición de 1 camión Chevrolet modelo 1962 aproximadamente que tienen para su remate, este vehículo sería destinado a 8ª Cía. para confeccionar un carro bomba y que había que adquirir una portátil (moto bomba) y hacerle un estanque…" (Acta del 12 de noviembre de 1974).

Después de 9 años y tres meses desde su formación como Brigada llegó el gran día un 2 de septiembre de 1977. Siendo Superintendente del Cuerpo Félix Galilea y Comandante Tótila Lintz, el Consejo de Oficiales Generales dispuso que en un ejercicio realizado un viernes frente al edifico de la actual Gobernación se recibiera a la Octava Compañía de Bomberos "Fe, Unión y Esfuerzo", después y en el cuartel, para remecerlos llegó Tótila Lintz a felicitarlos: 'nos pegaba en el pecho con fuerza a cada uno'.

La asistencia ese día fue la siguiente: "Mario Ortega (Director), Carlos González (Secretario), Enrique Vidal (Tesorero), Adolfo Díaz (Tte. 1°), Carlos Cayupel (Tte. 2°), José Alvarado (Tte. 3°), Manuel Toledo (Tte. 4°), Miguel Maldonado, Héctor Mansilla, Miguel Huidobro, Juan Castillo, Mario González, Jorge Ojeda, Luis Cayupel, Luis Parra, Osvaldo Álvarez, José Maragaño, Carlos Ruiz, Carlos Oyarzo, Patricio Barría, Dagoberto González, Rubén Oyarzo, Oscar Nahuelpe, Roberto Subiabre, Julio Aras, Patricio Solís, Manuel Soto, Juan Huentén, Fabriciano Hernández, Gastón Zúñiga. En total 30 voluntarios".

En la siguiente parte abordaremos la historia del período entre 1977 y hoy, el que ha estado marcado por otra lucha agotadora para contar con un cuartel digno a su función desde que en 2003 entregaron su espacio al Colegio Salesiano y ocuparon las dependencias de la escuela Cristo Salvador.