Alma López

Atenta a un eventual repunte de casos positivos de covid-19 en Puerto Montt se encuentra la seremi de Salud, Scarlett Molt, quien aseguró que, debido a las movilizaciones masivas registradas en Puerto Montt el fin de semana -por el Día del Niño- se pudiera evidenciar, en una o dos semanas, las consecuencias de las aglomeraciones y filas en varios comercios de la ciudad.

-El fin de semana se unieron dos factores: el Día del Niño y el pago del 10%. ¿Cuál es el impacto de esto en el control de la pandemia?

-Impactó y lo hará, no solo en Puerto Montt, también en muchas comunas donde existe más densidad poblacional. No solo la entrega del dinero, sino que todo el trámite asociado ha sido perjudicial. Observamos filas de personas tratando de sacar clave única, filas confirmando sus datos, en el Registro Civil. Después fueron las formas de pago, con quienes tuvieron que hacer el retiro presencial, todo el proceso generó muchas aglomeraciones en diferentes áreas. Y una vez con el dinero se presentó el Día del Niño, fue un impacto ver los lugares con largas filas y aglomeraciones como si estuviéramos en periodo navideño. Preocupa que en unas semanas se vean efectos de las aglomeraciones del fin de semana, vamos a ver un repunte de los casos, porque estos movimientos masivos favorecen el contagio.

-¿Cuáles cree que han sido las fallas en la gestión para que, por ejemplo, Puerto Montt haya llegado a una cuarentena total?

-Más que fallas hablamos de que hicimos esfuerzos tratando de controlar la movilidad. Tuvimos dificultades en poder llegar a un consenso de todas las partes. En situaciones puntuales, como llegar a una solución en la calle Varas, que fue bastante complejo. Esto asociado a que la capital regional tiene un comportamiento de movilidad que difiere del resto de la región. Primero: Puerto Montt tiene una gran afluencia de personas desde la capital y los casos empezaron a aumentar posterior a los brotes en la Región Metropolitana, se sumó la movilidad de las personas respecto a los trabajos, tenemos mucha movilidad intercomunal y el punto cúlmine fue el brote amplio y peligroso de la cárcel de Alto Bonito

-Muchos consideran que la restricción al comercio los domingos fue un error. ¿Para usted fue una decisión errada?

-Para catalogarlo de efecto negativo tuviéramos que dimensionarlo con asociación directa de aumento de casos y esa tendencia no existe, no está; hay que recordar que solo después de 10 a 14 días podemos ver el impacto de una medida. Y lo que vemos ahora es una tendencia a la baja, luego de instalada la cuarentena. El fin de este procedimiento era evidenciar lo que constatamos, que eran los factores de riesgo y era esa movilidad permanente de personas yendo al supermercado.

-¿Por qué si Palena no tiene casos no avanza a la fase 4 del Paso a Paso?

-Tenemos solicitudes formales del alcalde de Palena (Ricardo Soto) de una evaluación para un posible avance en el plan Paso a Paso. El intendente conformó un comité de evaluación, donde hay representantes de varios sectores, no solo salud, también de economía, trabajo, educación, transporte y obras públicas, quienes entregamos a nivel central, que son los que hacen la autorización final. Desde el punto de vista epidemiológico, hay varias comunas de la provincia de Palena que llevan varias semanas sin casos y eso permite poder empezar a levantar restricciones. La próxima semana nos vamos a enfocar en ese levantamiento de condiciones sanitarias.

-Lo contrario pasa con Frutillar y Llanquihue. ¿A qué se debe el incremento de casos en estas comunas?

-En los últimos 7 días Llanquihue ha tenido estabilización en nuevos casos y una tendencia a disminuir la tasa incidencia de casos activos, ya que se ha hecho una buena estrategia de búsqueda de casos, es decir, detectar rápidamente los positivos para aislarlos. En cambio, Frutillar, tiene la tasa de prevalencia más alta de la región y la situación es particular porque los conglomerados de casos se están dando en zonas rurales. Esto está relacionado con trato estrecho, tanto de familiares, como en ambientes laborales. Es un comportamiento diferente a lo que vemos en Puerto Montt, por ejemplo, que está más relacionado a la movilidad.

-Dirigentes vecinales denunciaron que los enfermos en Frutillar no cumplen las cuarentenas. ¿Recurrirán a medidas para vigilar a estas personas?

-Sí. Junto al equipo de fiscalización de la Seremia de Salud, hemos definido realizar fiscalizaciones a domicilio. A partir de este sábado ejecutaremos visitas para supervisar el cumplimiento de las cuarentenas.

-Es conocido el conflicto y poco entendimiento con algunos alcaldes, en específico, Ramón Bahamonde, de Puerto Varas. ¿Cómo es la situación con los demás?

-Siempre hemos trabajado con la visión de todos los alcaldes. Ellos y sus equipos tienen la pertinencia territorial. Hemos intentado estar conectados con la mayoría, a través de reuniones, tratamos de mantenerlos permanentemente informados de las acciones que se van realizando. Es imposible que todos se encuentren absolutamente satisfechos, con algunos hay un trabajo más colaborativo y con otros ha sido más fácil, pero en general se llega a un término medio de entendimiento. Lo más importante es dejarles claro que nosotros trabajamos en base a datos técnicos, no solo a temas subjetivos y ahí a veces podemos tener diferencias.

-¿Cuál es el llamado a la ciudadanía de la región?

-El llamado a que todos incorporemos esta enfermedad en nuestro vivir diario, no va existir otra manera de protegernos sino el autocuidado. Nos preocupa cuando vemos esa indolencia al entorno, lo que pueda generar el relajarse con las medidas de prevención. Es un trabajo que tenemos que seguir haciendo porque esta enfermedad nos va a acompañar por mucho tiempo.

El grupo etario que más se enferma en esta región oscila entre los 24 y 34 años, pero los fallecidos son los mayores de 65. Es una situación que necesita la disciplina de la sociedad. Nos ha costado que asuman las restricciones.