Correo
Caso Ámbar
El dramático epílogo del caso Ambar deja claro que hay que hacer drásticas modificaciones a leyes y en especial a la Reforma Procesal Penal. Respecto de lo primero, no es posible que un doble homicida sin siquiera cumplir la mitad de la pena esté en libertad y que gracias a ello, cometa un tercer homicidio.
Quizás cuando la libertad condicional era responsabilidad política y a cargo de los seremis de Justicia se era más prolijo en las resoluciones. Ahora que está en poder de una comisión en cada corte de Apelaciones, ni siquiera se considera el informe de profesionales de Gendarmería, y que en el caso de Hugo Bustamante sugirió que su libertad no era conveniente.
Por otra parte, en el trabajo de detectives se echa de menos la propia iniciativa, hacer lo que el momento investigativo indica y no estar sujeto a las instrucciones de un fiscal, que generalmente no sabe de criminalística, y que éste (fiscal), para practicar medidas intrusivas, deba requerir autorización judicial. La investigación criminalística debe ser ágil, a veces un segundo frustra una diligencia, y lógico es entender que las autorizaciones no siempre son inmediatas.
En este caso, la PDI creó un equipo multidisciplinario, primero para encontrar con vida a la menor desaparecida, de nombre Ámbar, luego y en base a diligencias en el sitio de suceso, trabajó con peritos químicos y otros. Luego, con el resultado científico de éstos, las diligencias tomaron un cariz diferente y culminaron con el hallazgo de Ámbar y la detención del presunto homicida.
La PDI investiga y luego detiene, ya que si hace lo contrario, es decir, detener para investigar, los resultados en audiencia van destino al fracaso. Hoy los detenidos no declaran, se acogen al derecho de guardar silencio, como ha sido este caso, por ello el trabajo de los detectives, al final, hace innecesaria la declaración del imputado y las evidencias, rastros o indicios tendrán un peso tal, que lo que diga o no diga Bustamante no tendrá incidencia final.
Alberto Contreras Silva
Mapuches y Estado
El lector Adolfo Carrasco hace una relación de actos de violencia ocurridos en La Araucanía (en Carta al Director publicada el martes pasado y titulada "Violencia en el sur"). Se le quedan en el tintero los montajes con pruebas falsas para acusar a mapuches de actos que nunca cometieron, como quedó debidamente comprobado en los procesos.
No defiendo los actos de violencia, pero si queremos arreglar el problema no hay que echarle más bencina, tratando de "mafiosos" a los mapuches, por ejemplo, y pidiendo más mano dura, porque más violencia no soluciona nada. La historia está llena de abusos cometidos por el Estado y unos señores que se adueñaron de tierras ajenas a nombre de la "civilización".
De muestra un botón, porque la historia completa de los abusos no entra en estas líneas: El Mercurio de Valparaíso, 5 de abril de 1869: "Cautín, El día 13 de marzo salió el coronel González con 300 infantes, 80 cazadores, 70 lleulles y 25 indios amigos en dirección a los lugares denominados Trustris i Maquegua, de los cuales sacó 400 animales vacunos, 200 caballares y 2.000 ovejas. El día 22 llegó la división a Angol, trayendo mil cuatrocientos animales vacunos, trescientos caballares y un poco de ganado lanar, y habiendo consumido en el rancho de tropa de ocho a diez mil ovejas. Se han incendiado como 500 casas y una gran cantidad de sementeras de trigo y chácaras pertenecientes a las tribus enemigas".
Ese es el origen de todo: robo de animales, incendios de ranchos, destrucción de siembras y usurpación de tierras mapuches. Ahora ha llegado el momento de solucionar todos los males que trajo esa política profundamente equivocada. ¿Cómo? El obispo de Temuco, en entrevista al diario, ha señalado una condición básica: "reconocer que hay una deuda histórica objetiva".
Rudy Carrasco P.
Diputado Hugo Gutiérrez
Luego de escuchar y ver los múltiples comentarios y videos en redes sociales durante esta semana , respecto de la actitud del diputado Hugo Gutiérrez frente a una patrulla naval que cumplía funciones de control sanitario en Iquique, me queda muy claro que la igualdad que proclama el Partido Comunista es aquella en que " hay unos más iguales que otros".
Reinaldo Reinike Espinoza
"Síndrome Gutiérrez"
Se supo que en Sierra Gorda hay un concejal que también sufre del "Síndrome de Gutiérrez". La confirmación se tuvo cuando al ser sorprendido infringiendo el toque de queda, repetía que no necesitaba salvoconducto porque era una autoridad. No le sirvió de mucho, porque igualmente fue formalizado por el fiscal.
Urgente llamado a las autoridades, para que busquen la vacuna para el "Síndrome de Gutiérrez", que por lo visto es muy contagioso.
Luis Enrique Soler