entera de la búsqueda por ese sector por sus compañeros de trabajo. Tenemos que esperar con mucha confianza lo que se está investigando ahora y esperamos que la fiscal nos llame, además que todo se complica por la cuarentena.

-¿Cómo está Irsio, tus sobrinos?

-El está trabajando, pero él lleva un gran peso. Mucho más que nosotros, porque está preocupado de su trabajo, de Claudia, que sigue desparecida, y además de sus hijos. Con mis sobrinos estamos en contacto siempre. Mi sobrino cumplió 18 años el miércoles y fue un cumpleaños sin su mamá. Mi sobrina menor cumplió 13 años, en marzo pasado. Para ellos ha sido complejo porque están solos y su papá tiene que trabajar para seguir adelante, tratando de hacer una vida como todos, aunque, claro, con un enorme peso.

-¿Cómo describe a Claudia, cómo se llevaban ustedes?

-Yo soy la hermana mayor y nos llevábamos muy bien, nos gusta salir a comprar y cada 15 días nos juntábamos a comer algo. Todos los días nos contábamos cosas para saber cómo estuvo el día. Y es que una de las características de Claudia es su preocupación por mis padres. Siempre con regalos para ellos y siempre pendiente de sus cumpleaños. El curanto es otra cosa que no puede faltar. Y es que siempre llegaba dispuesta a comer algo rico. No tiene problemas con nadie. Siempre una persona buena.

-¿Qué paso ese día que desapareció, hablaste con ella?

-El 2 de diciembre habló conmigo a las 8.30 horas, y hablamos por alrededor de 15 minutos. Me dijo lo que hizo el día anterior y me contó que se dirigía a cobrar su sueldo y que quería que nos juntáramos ese día. Diciembre era el último mes porque iba a dejar de trabajar en la casa porque la señora (jefa de Claudia) quería que alguien trabajara todo el día, y Claudia podía desempeñarse sólo mediodía porque en la tarde tenía otro trabajo donde hacía aseo. Cuando estaba sin trabajo se las arreglaba. Por ejemplo, hacía milcaos o curanto y siempre inventaba algo para tener plata.

¿Qué pasó en la casa donde Claudia trabajaba como asesora de hogar?

-Estaba aburrida de ese trabajo porque ella sintió un rechazo, como una especie de celos. Ahora, estas personas nunca han preguntado por mi hermana, ni sobre qué le pudo haber pasado. Se trata de personas, parece, que no sienten dolor.

"Mi sobrino cumplió 18 años el miércoles pasado, fue un cumpleaños sin su mamá. Mi sobrina menor cumplió 13 años en marzo pasado".

"Estaba aburrida de ese trabajo porque ella sintió un rechazo como una especie de celos. Estas personas nunca han preguntado por mi hermana".

15 minutos habló Jessica por teléfono con su hermana la mañana del 2 de diciembre de 2019, cuando Claudia se dirigía a su trabajo.

8.30 horas del lunes 2 de diciembre del año pasado fue la última vez que las hermanas hablaron por celular.

15 años tenía Claudia Agüero cuando conoció a Irsio Hernández, con quien tiene dos hijos de 18 y 13 años.

José Agüero, padre de Claudia, siempre está informado de las diligencias que se cumplen en torno a la desaparición de su hija menor. Volvió a trabajar porque dice que "necesita distraer la mente", aunque no pasa un día sin pensar en su hija perdida hace 8 meses. "Se sabe que está la PDI trabajando y siempre se comunican con mi hija para informar. Pese a la cuarentena, ellos siguen adelante, y nosotros seguimos atentos por si existe alguna novedad". José hizo mención a una manifestación realizada frente a la PDI, "porque queremos que pronto existan noticias de lo ocurrido. El domingo 2 de agosto se cumplieron 8 meses y por eso esperamos que pronto se pueda aclarar todo y así poder volver a la normalidad".