Correo
Futuro de la civilización
El mundo que todos conocemos, desde sus inicios se ha ido desarrollando a través de diversas civilizaciones, las que abarcaban determinadas regiones del planeta, con un comienzo de grandes adelantos para la época en que ellas se desarrollaron. Por la misma razón, ese auge y bienestar hizo que fuera apareciendo la corrupción y degeneración en sus clases sociales más altas, lo que significó el paulatino decaimiento, hasta su desaparición.
Cuando una de ellas desaparecía, en otro lugar del mundo asomaba otra, la que finalmente tenía el mismo destino que la anterior. Así fue creciendo nuestro mundo y fue apareciendo un sinnúmero de adelantos relacionados con transporte, comunicación e industria, apurados por las dos guerras mundiales del siglo pasado, especialmente la segunda, que significó un salto enorme para ese progreso y que, además, se tradujo en un libertinaje social que es el que estamos viviendo en la actualidad, en donde la mujer, más por necesidad que por deseos, tuvo que salir a trabajar, pues el hombre no pudo ser el proveedor del hogar. Todo esto con el consiguiente abandono en la crianza de los hijos, debido a los adelantos hogareños.
Por otra parte, vemos que la población mundial ya está cerca de los ocho mil millones de habitantes y sigue creciendo. ¿Qué pasará cuando esta se duplique o triplique? En nuestro planeta todo es perecible y, posiblemente, con el universo suceda lo mismo, lo que significa que también estaríamos condenados a desaparecer. Esa puede ser la causa de que los científicos del mundo estén buscando desesperadamente otro lugar para ubicar nuestra humanidad. Estamos viendo como Estados Unidos, China y los países árabes están empeñados en llegar a Marte.
Aldo Forno Bas
Cuarentena en Puerto Montt
El país hablando de desconfinamiento, y Puerto Montt de cuarentena. Claramente llegamos tarde.
Rafael González
Ciencia y covid-19
La ciencia, tecnología e innovación han sido clave para lograr mejores resultados, e incluso reducir la propagación e impactos del covid-19. Hace pocos días se presentó el primer ventilador mecánico hecho en Chile, se fabrican todo tipo de mascarillas, robots, y otras soluciones. Aun así, hay quienes dicen que llegamos tarde.
¿Lo estamos? Tenemos un ecosistema de innovación incipiente, apoyado por científicos que están generando un cambio de paradigma sobre la forma en que se vincula la ciencia con la sociedad. Como ejemplo, al concurso público "Salud mental, cómo la ciencia nos cuida" postularon 111 propuestas, 95 consideradas admisibles.
Se están buscando formas alternativas, más allá de los papers, para divulgar el conocimiento y aportar desde la academia con soluciones basadas en evidencia. Frente a mayores desafíos, mayores tienen que ser los esfuerzos, pero de las 111 propuestas sólo se financiarán 11 proyectos.
Si logramos tremendos avances con la inversión actual, ¿qué pasaría si realmente existiera la disposición para aumentar el financiamiento de la ciencia en Chile?
Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad Autónoma de Chile
Arquitectura del futuro
Una enorme tarea tenemos por delante, la espera ya no tiene cabida y debemos encontrar soluciones sustentables en lo social y ambiental. Como mejorar el trato, las confianzas sin perder los talentos para buscar propuestas a muchas preguntas y demandas que aún, un poco solapadas por la pandemia, volverán a ocupar nuestro quehacer. Ello nos entrega la enorme responsabilidad de revisar como enseñamos arquitectura, como reenfocar su rol social y toda su fuerza creadora o innovadora para proponer diseños participativos que puedan visualizar mejores formas de habitar en el futuro.
Seguramente creer en la naturaleza y agregar que la industria sin arte es brutal, que los hechos arquitectónicos nos acompañan en nuestro ser cotidiano fortalece la necesidad de revisar y ,cambiar el puro diseño hacia un rol más político y participativo. La crisis ecológica, la pérdida de biodiversidad y la desesperanza deben acuñar un camino diferente que permita regenerar y visualizar una imagen de espacios existenciales más acogedores, humanizar el paisaje de nuestras ciudades y equilibrar con espacios comunes de encuentro, de juegos para los niños y viviendas que respondan a cuidar la salud y desarrollar los sentidos y valores que acordemos, nos permitan ese vivir digno.
Acuerdos transversales que partan por refundar el valor del suelo y una arquitectura de calidad, como un derecho constitucional. Cada proyecto, cada casa debiera ser un acto de amor, de manera que la emoción de recibir una nueva vivienda permanezca en el tiempo, nos permita descansar y despertar llenos de esperanza.
Uwe Rohwedder, académico de la Universidad Central