Correo
Democracia y pandemia
Nos quitaron todas las libertades, y sin dictadura. El Estado de Excepción sigue, vamos ahora a los seis meses de toque de queda, mientras las ratas y pericotes en dos patas, felices, acometen igual.
Actualizando el lenguaje, tenemos: cuarentena, quédate en casa, lávate las manos, mascarillas, distancia social, termómetros, PCR, Zoom, pasaporte sanitario, código QR, sin buses, sin aviones, sin besos, sin abrazos, sin atraques, sin manos, sin pololas, sin nada de nada.
Puros deberes, protocolos para que los giles de siempre los cumplan. Y no insulto, no agredo, no denosto, no golpeo, no robo, no saqueo, no rompo, no injurio encubierto en redes, no bailo ni hago bailar, no pintarrajeo ni destruyo paredes, no escupo ni agredo, no tiro bombas ni disparo a policías ni balas locas, no hago fiestas, con drogas, copete, DJ, luminarias artificios, de toque a toque y con estoque, no me vitrineo en la TV y medios pensando en las elecciones, no soy candidato, no hago declaraciones tendenciosas, falsas, miserables o injuriosas en contra de otros chilenos en medios y redes.
Por el contrario, respeto a la autoridad, cumplo con mis deberes ante la sociedad, el Estado de Derecho, la Constitución y las leyes. Entonces, alguien me puede explicar por qué vamos a estar 90 días más encerrados y enjaulados en nuestra casa y lejos de los que más queremos. ¿No estará mal pelado el chancho? ¿Esta es la democracia y la institucionalidad que tenemos y queremos?
Algunos dicen que se soluciona con cambios o nueva constitucionalidad y otros que aún escuchan nostálgicas añoranzas de una fuerte voz de ultratumba de un pasado no muy lejano. Más parece que se divorciaron la señorita Democracia con el señor Estado de Derecho, ya se corrieron por la tangente y están sin vergüenza los padrinos en el Parlamento y la justicia social.
Ahora debemos agregar que el cura que los casó era de los mismos negros (dice la tonada) y que luego predicó: el diablo metió su cola en el seminario y la sacristía y todavía todos afirman que "el pueblo unido jamás será engrupido". Dicen que en el país de los ciegos... la vista mejora con la distancia. Sonría, "la vacuna viene ya". Un abrazote agradecido (con distancia social) a los cuidadores de nuestra salud física y mental.
Alfonso Muena R.
Soldado atropellado
El pasado 7 de junio, hace ya un mes, nos impactó la noticia de cómo un conductor irresponsable le quitó la vida al joven soldado conscripto Hugo Jonathan Muñoz Sotomayor, quien cumplía el servicio millitar voluntario, imbuido en el servicio a sus semejantes, en Estado de Excepción Constitucional por catástrofe nacional.
El responsable de su muerte no sólo lo hacía bajo toque de queda, sino que dándose a la fuga de un control sanitario. Lo atropelló alevosamente y consciente del daño, temerario, alevoso y mortal que su acción causaría. ¿Se ha arrempentido?
Hoy, en memoria de un joven que podría ser el hijo de cualquiera que lea esta nota, dos preguntas. ¿Qué sanción ejemplificadora y con el máximo rigor de ley ha recibido el culpable- responsable? ¿Y qué respuesta dará el Estado a las voces legítimas que han pedido una pensión de gracia y de por vida para los padres que entregaron a su hijo a la Patria, para entregar su vida si fuese necesario, y que lo hizo con heroísmo y valor?
Palabras fáciles de pronunciar para muchos, ¿o bastan las palabras de buena crianza del ministro de Defensa y comandante en jefe del Ejército? ¿Basta la entrega de la bandera, que podría permanecer manchada de olvido e impunidad?
Pido se haga justicia con la familia dalcahuina y chilena.
Eduardo Nievas Muñoz
Calidad de los legisladores
La senadora Jacqueline van Rysselberghe ha señalado que la rebaja de la dieta parlamentaria no ayuda en nada en mejorar la calidad de la política. Ella debería hacerse la pregunta al reves: si los desproporcionados ingresos de los parlamentarios ha significado un incentivo para que se legisle mejor y obviamente la respuesta es negativa.
Lo mismo sucede si nos preguntamos si ha servido para evitar la corrupción. Cuando en Chile las dietas eran bajas y no existían las famosas asignaciones, a los políticos se les respetaba aunque fueran de ideologías opuestas, ya que se tenían personas de la calidad de Salvador Allende, Raul Ampuero, Radomiro Tomic, Eduardo Frei, Alberto Baltra, Luis Bossay, Francisco Bulnes o Pedro Ibáñez. Mientras hoy sólo se les conoce por las leseras que hacen o dicen.
María Angélica Galindo
Deudas y la clase media
Parafraseando una frase de algunos años, aparecida en una campaña de aseo en Santiago, a propósito del último anuncio gubernamental de más créditos para ayudar a la clase media: "Si a la clase media quieren ayudar, no la hagan más endeudar".
Luis Enrique Soler