"Tenemos claro que las Semanas Musicales se harán y esperamos que de forma presencial"
Aunque está pasando una cuarentena tranquila en su parcela rodeada de animales, Harriet Eeles, presidenta de las Semanas Musicales de Frutillar, no deja de trabajar por la cultura local. Es por eso que con total convicción afirma que el evento se realizará este 2021, pese a las emergencia sanitaria.
Sobre esto, pero además del mundo apícola, donde también trabaja -como encargada de la Cooperativa Mieles del Sur- comenta la inglesa de origen y chilena de alma.
- ¿Cómo ha pasado esta pandemia, tanto en lo profesional como en lo personal?
- Estamos frente a un escenario extremo, nuevo para todos, que nos obliga a ser sumamente conscientes y cuidadosos, pero que también nos exige creatividad, capacidad de adaptación y empatía. En lo profesional, ha sido un desafío aprender a trabajar a distancia, y nuestro equipo ejecutivo de Semanas Musicales de Frutillar, se ha adecuado muy bien, con la misma eficiencia y productividad de siempre.
Cada crisis trae también oportunidades para aprender algo nuevo, para inventar nuevas modalidades para hacer las cosas. En la Corporación Cultural estamos haciendo eso, generando ideas, redes y escenarios para llevar la cultura por otros canales. Así, del punto de vista de la gestión cultural, es una oportunidad para crecer, innovar, e incursionar en nuevas tecnologías.
En lo personal, estoy confinada en casa, pero con la suerte de estar junto a mi marido en nuestra parcela en Frutillar, con jardín, huerta, colmenas, frutales, perros, gatos y gallinas, por lo que no nos falta ni trabajo ni entretención. Solo echamos de menos a la familia, con quienes solo podemos compartir virtualmente.
- ¿Cómo cree que repercutirá la emergencia sanitaria en la cultura?
- Los efectos de la emergencia sanitaria en el ámbito de la cultura son devastadores, toda la industria de los espectáculos está parada, y las nuevas modalidades para hacer llegar la cultura a la comunidad, en su mayoría, no consideran la venta de los servicios, por lo que el tema del financiamiento es un enorme limitante para los gestores.
También es complicado presentar espectáculos de larga duración para un público confinado en sus casas, y que difícilmente pueden dedicar dos o tres horas seguidas a mirar una presentación a través de la pantalla chica. Sin embargo, veo con entusiasmo cómo la cultura ha sido una gran compañía para mucha gente en este tiempo y cómo la oferta y demanda de cultura online ha aumentado muchísimo.
- ¿Y en los artistas?
- Muchísimos artistas, técnicos de espectáculos y gestores culturales se han encontrado sin fuentes de ingresos, y lo están pasando muy, muy mal. Por esto, hay varias instituciones que están realizando campañas para obtener donaciones, para ir en ayuda de este grupo de personas, quienes han dedicado sus vidas a presentarnos, con tanta generosidad, su arte y creatividad, lo que ha ido enriqueciendo nuestras vidas y nuestra salud.
- ¿Ha conocido proyectos que estén realizando para obtener recursos?
- Una de estas iniciativas es la que tiene nuestra corporación cultural, que está apoyando la campaña "Toi Toi", del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile (CEAC), para poder llevar una ayuda económica a los artistas, técnicos y gestores independientes, que se encuentran con sus actuaciones, y contratos de trabajo cancelados. Aprovecho de invitar el público a contribuir a esto, a través de lwww.ceactv.cl, donde podrán hacer sus aportes.
También hay muchos festivales que se están organizando de manera virtual, donde se establecen mecanismos de compra de entradas o aportes voluntarios. Existen iniciativas de recaudación de fondos donde artistas financian sus proyectos. Hay diversas figuras que se están dando, y que son muy interesantes, porque pueden generar nuevas opciones a futuro, que funcionen como complemento de la forma tradicional de generación de recursos.
- ¿Ya se tiene planeado qué ocurrirá con las Semanas Musicales 2021?
- Lo que tenemos muy claro, es que la quincuagésima tercera edición de las Semanas Musicales se hará, y esperamos que sea posible realizarlas en forma presencial. Y si es que las condiciones en enero y febrero de 2021 no lo permiten, ya estamos trabajando en distintas alternativas para cumplir con nuestra misión de "…incentivar la creación, interpretación y difusión de la música docta de todos los tiempos; consolidar y generar nueva y amplia audiencia para las artes, y contribuir al desarrollo cultural, social y turístico de la región y del país".
- ¿Qué se puede adelantar sobre la próxima edición del evento?
- Estamos conversando sobre los distintos escenarios con nuestros coorganizadores (la Universidad de Chile y la Fuerza Aérea de Chile), y con nuestros aliados que nos acompañan con sus agrupaciones musicales estables. Debido a la situación que está viviendo el país, es probable que en la próxima temporada, pongamos énfasis en lo que es nuestro aporte a la comunidad, y trabajar, cómo dice nuestro lema, por una sociedad con alma.
- Y el mundo apícola, ¿lo ha visto afectado con esta situación?
- Pienso que no podemos separar el mundo apícola del mundo campesino en general. La crisis del covid-19 llegó cuando muchas actividades del campo estaban en periodo de cosechas, y visto que la gente de las zonas rurales, donde no todos tienen vehículo para salir a vender sus productos, se ha visto con la imposibilidad de llegar a sus mercados, han tenido una fuerte baja en sus ingresos. Además, han tenido dificultades para abastecerse con semillas e insumos para iniciar la nueva temporada, y por su lejanía de las municipalidades y las instituciones de fomento, no han podido aprovechar de los subsidios que los pequeños empresarios de las ciudades han podido obtener.
Su voz y sus necesidades no llegan a las instancias políticas donde se toman decisiones. Aparte, por su bajo nivel de ingresos, no tienen acceso a créditos bancarios. Los usuarios del Instituto de Desarrollo Agropecuario tienen prórroga de pago de sus créditos, pero no pueden postular a nuevos subsidios.
En el rubro apícola se ha visto casos de complicaciones en obtener permisos para desplazarse a manejar apiarios, o a mover colmenas, y tratándose de seres vivos, si no se pueden alimentar las abejas cuando lo necesitan, se mueren.