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Sector pesquero artesanal revela duros momentos ante la caída de sus ventas

MENORES INGRESOS. Federación de Hualaihué ya no está llegando a España, hasta donde enviaba un 95% de su producción; en Anahuac, cada vez son menos los que salen a pescar y denotan merma considerable en la venta a domicilio.
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Erwin Schnaidt

Graves repercusiones económicas se enfrenta por estos días el sector pesquero artesanal de la región. Como consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia del covid-19, los mercados que habitualmente abastecía, han reducido en forma sustancial sus demanda.

José Alvarado, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de Hualaihué, en la provincia de Palena, se refirió en forma especial a la caída que ha mostrado el mercado español, altamente solicitante de la merluza austral.

Hasta marzo tuvieron registros normales de extracción de 246 toneladas, pero en abril no consideran superar las 40 toneladas. "Sale poco pescado, porque hay muy pocas empresas comprando. El mercado nacional está malísimo. Enviando pescado a Santiago y Valparaíso era otra entrada, pero los restaurantes están todos paralizados", resumió.

Su preocupación va en aumento, después que una de las empresas españolas a las que abastecían les comunicó que dejará de comprar, al menos hasta el próximo año.

A ese país enviaban cerca del 95% de sus ventas, "porque a nivel interno es muy poco lo que se entrega". Hasta marzo, estimo que lograron colocar en ese mercado unas 700 toneladas del producto".

Para aplacar este impacto, el dirigente propuso incluir la merluza que pescan recolectores de orilla en las canastas familiares que espera entregar el Gobierno Regional, a través de los municipios. "No es lo mismo que coloquen un tarro de jurel tipo salmón que un filete de pescado o un kilo de marisco fresco. Esto debería ser un tema país. El gobierno debería comprar nuestros productos. El Estado debe ayudar a la gente más postergada", agregó.

Las cifras abren la incertidumbre sobre el futuro, pero descartó vender a la industria pesquera la cuota asignada por la autoridad. "La gente que le adelanten la cuota está en su derecho de hacerlo, pero nosotros como Hualaihué no la hemos vendido. Más nos interesa pescar y tratar de alimentar a nuestra población", sentenció.

A pesar de este contrario escenario, esa Federación ha dispuesto ayuda social a sus afiliados. "Como somos un poco ordenados, entregamos 50 millones de pesos a distribuir entre los 29 sindicatos de la Federación, que se distribuye de acuerdo a las naves que tiene cada uno. Son en total 388 embarcaciones", resaltó.

Alvarado sigue apostando a una pronta recuperación, la que proyecta ocurra a partir de septiembre u octubre.

Casi sin pesca

El presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Caleta Anahuac, Juan García, comparte el diagnóstico que hizo su colega de Hualaihué.

En el caso de la organización puertomontina, admitió que a la estrepitosa caída de la demanda, se suma la presencia del lobo marino, por lo que "es muy poca la gente que sale a pescar. Y lo que llega, lo vendemos con nuestro carrito en el mercado local".

Sin embargo, la entrega a domicilio también ha experimentado una pronunciada caída. "Cuando partimos había harto pedido, en casi todo Puerto Montt, lo que ha bajado harto. Hoy ya no compran diez o cinco kilos, sino que compran uno o dos kilos".

García especificó que del 50 % de la flota que sigue activa, hoy se mantiene "menos de la mitad de eso. Con suerte cinco o seis botes, que son los más porfiados. Pero creo que ligerito van a colgar los guantes, porque el lobo (marino) no los deja trabajar".

Recordó que hacían envíos de merluza a Santiago, Concepción y Valparaíso, pero que "todo eso se cayó. Se pararon todos los pagos de facturas. Teníamos una cartera de 22 clientes y eso todo se murió. Ya no hay pedidos para afuera".

En lo que respecta a los negocios en la zona, el dirigente especificó que "son esporádicos. Son muy pocos los hoteles que seguimos abasteciendo".

El también presidente de la Asociación de Pescadores Demersales, precisó que ya no les quedan muchas opciones para descargar el pescado que mantienen en las cámaras de frío. "Tratamos de desahogar eso ofreciendo en todos los lugares que podemos. De hecho me voy ahora a Puerto Varas a dejar 20 kilos".

Consultado por lo que se prevé ocurrirá durante este mes y los siguientes, antes de la veda biológica de la merluza en agosto, el dirigente pesquero observa que se aproximan difíciles momentos. "Ha caído todo el mercado, el precio del pescado ha ido a la baja y se hace muy difícil vender. Además, como somos administradores de puerto, tenemos que cumplir con el pago de luz, que es muy alto; los sueldos e imposiciones de trabajadores que tenemos acá ", resumió.

Sin facturas

García evidenció que tampoco han recibido el pago de facturas pendientes, por entrega de pescado a restaurantes y hoteles. "No los queremos presionar, porque si dejaron de pagarnos, se debe a que debieron cerrar sus locales y se quedaron sin liquidez. Deben responder primero a su gente, entendemos muy bien la situación".

Reveló que intentaron acogerse al beneficio del crédito covid-19, para lo que acudieron a la banca local, donde no pudieron prosperar con esa idea. "No calificamos como pyme, porque somos sindicato. Para estos casos, los bancos siempre tienen sus aprensiones. Uno demuestra con toda nuestra información y aún así no nos consideran. No vemos la ayuda real a la pyme".

También han recurrido a autoridades sectoriales en busca de apoyo, especialmente para mantener activo el puerto pesquero, "porque en algún momento nos vamos a enfrentar a un posible cierre y cómo pagamos, cómo finiquitamos. Nosotros vivimos el día a día. No tenemos una caja de fondos llena de lucas para sustentar estos meses. Si esto cae mucho, nos vamos a ver en una situación demasiado complicada".

En cuanto a la ayuda de $250 mil pesos que ofreció la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), reiteró su crítica al método utilizado para seleccionar a los beneficiarios. "Usaron el mismo padrón de la crisis de la marea roja de 2016. De los 94 socios de la caleta, calificaron 20. De ellos, cinco no están en la actividad, trabajan en las salmoneras y tienen sueldos. Eso es lo que duele, porque a los pescadores que hacen el esfuerzo de salir a pescar, no les toca nada, no está ninguno, ya que no califican por no estar en el 40% más vulnerable de la población".

"No es lo mismo que coloquen un tarro de jurel tipo salmón que un filete de pescado o un kilo de marisco fresco. Esto debería ser un tema país. El gobierno debería comprar nuestros productos".

José Alvarado, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de Hualaihué

388 embarcaciones forman parte de la Federación de Pescadores de Hualaihué, afiliado en 29 sindicatos.

5 a 6 botes siguen en actividad en la caleta Anahuac de Puerto Montt, ante la menor demanda de merluza.