Paseo Illapel y coronavirus
A la gran mayoría de puertomontinos nos toma por sorpresa ver que las carpas instaladas por la municipalidad en pleno Paseo illapel sigan funcionando. Aun con las medidas de prevención que el Gobierno está tomando para evitar el contagio de la pandemia internacional del covid-19, se vuelve incomprensible que el alcalde Gervoy Paredes continúe validando las carpas y su funcionamiento.
¿Qué está esperando el alcalde para retirar definitivamente las carpas?
Liliana Castro
Pérdida de fondos en AFP
Considerando que estoy perdiendo rápidamente mis fondos ahorrados en AFP (Capital), a un ritmo letal de un millón diario, me atreví a consultarle a estos depredadores qué va a pasar una vez que llegue a cero fondos. Con seguridad me enviarán una carta de agradecimiento por los años que los alimenté y, a la vez, una invitación para seguir con ellos en la otra vida. Lo que no sé es si podré ahorrar desde el cielo, ya que estos tendrán su oficina en el infierno.
Carlos Olivares Covarrubias
Inmigrantes en el país
Si es por buscarle el lado bueno a la pandemia del coronavirus a nivel local, es que hemos vuelto a priorizar lo que realmente importa: la familia, el respeto a la autoridad y la vida como valor fundamental, entre otras cosas. Nos hemos olvidado de las discusiones sobre los cien y tantos géneros (se habla genéricamente de "infectados", como en castellano corresponde), de Greta Thunberg e incluso del espurio plebiscito para cambiar la Constitución, misma que ha permitido mantener el orden en Chile y que, paradojalmente, ha dado un segundo aire al Presidente, uno de sus confesos detractores.
Entonces, aprovechemos estos minutos de lucidez y necesidad para expulsar a los miles de inmigrantes ilegales que siguen en el país, precarizando el empleo nacional o incluso ligados a actividades ilegales y terroristas, que no han abandonado del todo y pueden retomar con fuerza en cualquier momento. Reza el antiguo adagio que "la caridad empieza por casa" y, a mayor abundamiento, el Padre Hurtado expresó claramente que "el que practica la caridad pero desconoce la justicia se hace la ilusión de ser generoso cuando sólo otorga una protección irritante, protección que lejos de despertar gratitud provoca rebeldía".
René Fuchslocher Raddatz
"Anticiparse al coronavirus"
Viendo la experiencia de los países donde el coronavirus lleva más tiempo en expansión, el historial de expansión en nuestro país, más las proyecciones de los entendidos en estadística, me pregunto, ¿por qué nuestras autoridades van detrás del virus covid-19?
Se van tomando medidas reactivas, al final, cuando los infectados sean 10.000, vamos a tener cuarentena obligatoria quizá para todo el territorio por meses.
Sugiero anticiparse al virus, tomar medidas más estrictas respecto de la movilidad de las personas; claro, tales medidas no son populares, pero hoy no es tiempo de estar haciendo mezquinos cálculos políticos.
¿Acaso le consultamos a nuestros hijos si quieren regresar al colegio después de las vacaciones?, no, porque sabemos que eso será mejor para ellos en el futuro aunque eso no sea una medida popular.
Tampoco es tiempo de estar tomando medidas con la billetera, esto es, en cuánto se afectará la producción de equis sector económico del país.
Es preferible que las empresas pierdan ahora (o dejen de ganar) por la menor actividad comercial que significa cuarentena total, a seguir dilatando la agonía con menguados ingresos, porque mientras más pronto se tomen medidas extremas para detener el avance del coronavirus, la expectativa es que más pronto nos recuperaremos.
En el intertanto habrá tiempo de reflexionar sobre el modelo económico que hoy tenemos. Si alargamos la agonía perderemos todas nuestras fuerzas (reservas) y habrá más calamidad y muertes que lamentar. Si tenemos vida y salud podremos recuperar nuestra economía, en caso contrario sólo seremos estadística.
Luis Toro C.
Venganza telefónica
Dicen que la venganza es dulce y tiene su hora; agregaría a veces se justifica; tal vez ahora sea el caso y desde nuestros hogares y con tiempo obligado, podríamos devolverles a las compañías de comunicaciones y otro tipo sus llamadas, las que nos llegan en forma de andanadas angustiantes y persistentes en una actitud descriteriada y desmedida de presión que a diario nos lanzan querámoslo o no.
Muchos estamos hasta más arriba de la coronilla y desde hoy les podríamos dar el castigo que bien se merecen.
José Manuel Caerols