Seguridad y teletrabajo
De manera esperada, el Gobierno decretó Estado de Catástrofe luego de que el coronavirus pasara a la Fase 4 en nuestro país. La medida implica una serie de restricciones dentro del protocolo de prevención para la expansión del denominado covid-19.
El mundo se enfrenta a la peor crisis sanitaria del último siglo, donde la economía a nivel mundial es desafiada y está sufriendo impactos impensados que seguro traerán consecuencias de largo aliento.
Sin embargo, se presenta una oportunidad única a la luz de los avances en la tecnología: el teletrabajo o la conexión remota cobrarán más fuerza que nunca y las empresas, centros de estudios, servicios públicos, ONGs, entre otros, se verán forzados a recurrir a estos sistemas como una forma de poder seguir adelante y no verse paralizados frente a las medidas de aislamiento que se persiguen para evitar una propagación mayor de la enfermedad.
Es aquí donde surge un gran desafío; la gente conectada desde sus hogares realizará una serie de operaciones desde sus conexiones "caseras". Estas operaciones pueden ser tan simples como navegar por un diario digital, o algunas más complejas como ingresar desde la casa al portal de una empresa directamente o a través de softwares especializados para realizar alguna transacción que involucre a clientes de dicha empresa. También, tenemos el caso de las actividades académicas online que se están implementando como parte de la suspensión temporal de clases presenciales para colegios y universidad.
Frente a este escenario, es obvio hacerse la pregunta: ¿Estamos preparados para tener ese grado de conexión remota de manera segura? La respuesta corta es no. Sabido es que, a nivel de empresas, con un grado de sofisticación más o menos importante, los ciberataques no han sido menores y con graves consecuencias. Imaginemos entonces los posibles riesgos a los cuales nos podemos ver enfrentados cuando miles de chilenos tendremos que optar por la conexión a distancia en estos días de resguardo y protección a nivel nacional, donde en la gran mayoría de los casos las medidas de control ante riesgos y las salvaguardas desde el hogar son tremendamente precarias.
Claramente, estas condiciones de exposición serán un apetitoso banquete para los cibercriminales, que seguro estarán más activos que nunca en buscar las falencias en estas miles de conexiones remotas que van a existir en ambientes con muy poca o nula ciberprotección.
Lamentablemente, la agenda legislativa ha avanzado poco en materia de ciberseguridad, donde el único proyecto de ley relevante es la nueva legislación en materia de delitos informáticos, quedando un abanico muy relevante de normas que siguen durmiendo apaciblemente en nuestro querido Congreso Nacional. Quizás esta sea la oportunidad, donde los verdaderos virus que causen más estragos operen como consecuencia del coronavirus, y nos permitan cambiar o dirigir el foco como país a temas tremendamente relevantes.
Esteban Elías, académico de la Universidad Central
Aclara contagio covid-19
En atención a las declaraciones que circulan en redes sociales, respecto de un posible caso de contagio con covid-19 de una funcionaria de nuestra empresa de seguridad privada que se desempeña en el interior del Hospital Puerto Montt; la gerencia general de la empresa viene a desmentir categóricamente estas publicaciones y a señalar lo siguiente:
Se ha tomado contacto con la funcionaria aludida, quien nos informó que tras presentar la sintomatología asociada al coronavirus, procedió a realizarse el examen respectivo en el mismo recinto asistencial, arrojando resultado negativo, dando cuenta sólo de una enfermedad respiratoria común, siendo derivada de alta al domicilio. Por esta razón, podemos asegurar que nuestra empresa no registra casos de trabajadores contagiados ni sospechosos de contagios de covid-19.
Jaime Villalobos Hurtado, gerente general de Villalobos Asociados Ltda.
No hay una cura mágica
Hace años, cuando nos encontrábamos frente a una enfermedad poco conocida, surgían voces que ofrecían "curas milagrosas". Tiempo después, en la época de la ciencia e información, nos encontramos con fenómenos similares. Sin embargo, es deber de nosotros no caer en la respuesta rápida, sino que basar nuestras decisiones en evidencia, especialmente, las autoridades sanitarias.
El aislamiento social es una de las principales herramientas, junto con el lavado de manos, contra el covid-19. El crecimiento exponencial de casos y la curva de infectados en Chile tiene un aire a película de terror, más que una realidad. Esto ha potenciado un comportamiento "subóptimo" o de psicosis colectiva, donde el surgimiento de "rumores" o "cadenas" con tratamientos, prolifera.
La vacunación también ha surgido como una luz de esperanza para muchos. Efectivamente, es importante vacunarse, pero las aglomeraciones para realizarlas ha sido contraproducente y, por ende, el llamado sería a la población a la calma (existen vacunas suficientes para los grupos de riesgo), y a la autoridad sanitaria a favorecer el aislamiento social, argumentando el distanciamiento y el llamado de manera ordenada a vacunarse (por ejemplo, por apellido).
Jorge Cienfuegos, académico de la Universidad Andrés Bello