Multitudinaria despedida al cura Mariano Puga
"CURA OBRERO". El funeral atravesó la capital, con múltiples agradecimientos.
Los restos del sacerdote jesuita Mariano Puga Concha, conocido popularmente como "el cura obrero" recibieron ayer su último responso, tras su fallecimiento este fin de semana, a los 88 años. El ataúd del religioso fue llevado desde Villa Francia, en la periferia de Santiago, hasta Villa Grimaldi, pasando inclusive por Plaza Italia, lugar donde suelen registrarse enfrentamientos desde el 18 de octubre.
Puga, poco antes de morir producto de un cáncer linfático, pidió ser trasladado a la Comunidad La Minga, en Villa Francia, donde realizó los últimos años de su trabajo pastoral. Desde ahí, en la periferia de la capital, partió ayer el funeral del "cura obrero", cuyos restos fueron puestos en un ataúd con pinturas características del muralismo social. El féretro fue ubicado, a su vez, sobre un andamio y trasladado por el centro de Santiago en un camión abierto, lo que permitió a muchos transeúntes tocarlo e incluso, después, cargarlo por algunos metros.
En la Plaza de Los Héroes fue el punto de encuentro para quienes acompañaron en su partida al sacerdote conocido por su trabajo en la Vicaría de la Solidaridad, Villa Francia, La Legua, Pudahuel, Villa Grimaldi, Chiloé y la Pontificia Universidad Católica, donde, a mediados del siglo XX, entró a estudiar arquitectura y, en una actividad académica, conoció un campamento de San Joaquín que reorientó su vocación, llevándolo a tomar los hábitos en 1959.
Por estas razones, el funeral del religioso recorrió gran parte del centro de Santiago, pasando frente a La Moneda, lugar en que se hizo un minuto de silencio, además de diversos cánticos alusivos a la crisis social que atraviesa el país.
La última misa de Puga fue en la Iglesia de San Francisco, donde sus restos fueron recibidos al grito de "Mariano, escucha: gracias por tu lucha". El ataúd fue bajado del camión por vecinos de Villa Francia .
Cientos de personas esperaban a Puga en el interior del templo religioso, donde la misa fue oficiada con cantos folclóricos. Luego el cortejo se trasladó a Plaza Italia y, finalmente a Villa Grimaldi, donde hubo manifestaciones artísticas hasta la medianoche.