Fundación Mi Casa
Quisiera referirme a una publicación referente a los niños de Fundación Mi Casa, institución que se ubicó hasta el año 2004 en nuestro sector de Pelluco, cuando fue consumido por un voraz incendio.
La Fundación se ubicaba en la misma calle donde resido, calle Puerto Montt, por lo tanto, conozco algunos de los cambios que hubo en la institución durante largos años. Varios de los entrevistados del reportaje fueron compañeros de curso en la Escuela de Pelluco, entre los años 1976 - 1984 y con algunos de ellos nunca hemos perdido el contacto. Hasta el día de hoy conservamos la amistad.
La mayoría de los niños del año 1987 hacia atrás no llegaban al hogar por conductas delictuales. Esos niños, con esa categoría, generalmente estaban en el COD, o en hogar de los Carabineros. Por el contrario, a la Fundación, en su mayoría, llegaban por un tema de vulnerabilidad social, porque a los padres no les alcanzaba para mantenerlos, educarlos y en cierta forma, buscaban y pensaban que la Fundación le garantizaba una mejor vida para sus hijos. Muchas mamás o papás quedaban viudas o viudos, otros niños eran totalmente huérfanos, sin padres, sin hermanos, y no había una red de apoyo o algún familiar que se hiciera cargo y así llegaban a la Fundación.
Ejemplos hay varios: varios hermanos llegaban y no siempre se les separaba, a excepción si eran niños o niñas, los varones estaban en Pelluco y las niñas en Cardonal (varias de ellas, tuve de compañeras en el Liceo de Niñas Isidora, donde cursé toda mi enseñanza media).
Algunas de esas mamás, con el tiempo, fueron y son amigas de nuestra casa, ya que en su mayoría eran de sectores rurales, de otras comunas como Fresia, Maullín, Calbuco, entre otras, y por lo tanto cuando podían venían al hogar a ver a sus hijos. Y como los niños estaban en la Escuela, ellas se paseaban por la calle y mi madre, así como otras vecinas, salían a buscarlas, para que no se mojaran o se pasaran de frío, situaciones que crearon lazos de amistad que perduran con el tiempo.
Los recuerdos que tengo de mis compañeros y amigos, hoy se vuelven muy gratos y nostálgicos. En nuestros últimos años en la escuela fuimos 23 en total, 5 mujeres y 2 varones residentes de Pelluco y el resto era de la Fundación, hoy en su mayoría profesionales y lo mejor de todo éramos como hermanos, nos peleábamos, nos enojamos, como también nos "coludiamos" para hacer "travesuras" y nos "apañábamos cuando la ocasión lo ameritaba".
La Fundación que conocí y recuerdo, cada cierto tiempo hacía actividades extraprogramáticas, traía a las niñas de la otra Fundación e invitaba a los niños y niñas y vecinos del sector. Recuerdo que iban los tíos y algún compañero a pedirnos permiso a nuestros padres, y al final de la actividad, siempre nos regalaban un presente y nos iban a buscar y a dejar, eran otros tiempos, de respeto y comunidad.
Una vez que se supo del desfalco en la Fundación, por el año 1985 tal vez (no recuerdo exactamente la fecha), se contó otra historia en el Hogar. Los nuevos encargados que llegaron en esa época eran distintos, también comenzaron a llegar otros tipos de niños (del Sename se decía), y la relación con la comunidad cambió, empezaron los problemas, se veía más desorden, los niños andaban muy tarde en las calles pidiendo comida y plata, robando. Definitivamente otra cosa. Y cuando fue el incendio, ninguno de nosotros que se crió con la Fundación al lado, quedamos indiferentes a lo sucedido. Hubo mucha tristeza, porque se terminaba la Fundación, y varios de esos niños de esa época se perdieron en la vida, por supuesto se volvieron a la calle, en fin...
Hace poco nos reencontramos, con algunos de ellos. Comenzamos en kínder y finalizamos en Octavo, hermanos ante todo, y hemos hecho risoterapias. ¡Qué bien nos hace! Y al abrir la puerta de mi casa volví a ver a los mismos compañeros de los 14 y siempre años atrás.
Valeria Árgel Mancilla. Compañera de curso, amiga, hermana y vecina.
135 años de El Llanquihue I
Estimado Director: nos es grato como Universidad San Sebastián poder extender este mensaje a vuestra persona y a todo el equipo administrativo, comercial y periodístico de Diario El Llanquihue, el cuarto medio impreso más antiguo de nuestro país.
135 años en los que las páginas de El Llanquihue han logrado plasmar la historia de un territorio, cuya identidad se encuentra precisamente en sus habitantes, quienes hoy reconocen la importante labor informativa de un medio que ha sido actor clave en el desarrollo de la región.
Bajo ese contexto, nuestra Sede de la Patagonia reafirma el compromiso que como Universidad San Sebastián hemos adoptado para construir, entre todos, un camino que nos permita encontrar puntos de encuentro, desde la educación superior, empatizando -al igual que ustedes- con la realidad de nuestro territorio y aportando, además, a su progreso y desarrollo.
Sergio Hermosilla Pérez. Vicerrector Sede de la Patagonia
35 años de El Llanquihue II
Con motivo de nuestro aniversario, hemos recibido los siguientes saludos: Carmen Gloria Wittwer, fiscal regional de Los Lagos; Cristian Eguía, general de Brigada Aérea (A) y comandante en jefe de la III Brigada Aérea; Catalina Barría, subprefecta y jefa (s) Región Policial Los Lagos; Jorge Pizarro, presidente de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt; Empresa Saesa, zonal Puerto Montt; Roberto Ovalle, coronel y jefe del Departamento Comunicacional del Ejército.