Erwin Schnaidt
A un difícil escenario se enfrenta la industria mitilicultora regional, que incluso podría amenazar con la paralización de actividades, lo que impactaría en forma importante en el empleo del sector, en el que se desempeñan unas 20 mil personas.
Conforme expuso Branco Papic, presidente de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), a fines de enero recibieron un aviso de la empresa Rexin, que les comunicó que hasta el pasado lunes 10 de febrero recibían desechos de las plantas de proceso industrial de la Isla; mientras que para las instalaciones de la provincia de Llanquihue, ese plazo expira el próximo martes 25 de febrero.
El gremio cuenta con nueve empresas socias industriales en Chiloé y otras tres en el continente. Durante la temporada de proceso, que se extiende desde octubre a agosto, cada una de ellas genera a diario unos 45 metros cúbicos de residuos, los que hoy no tienen un vertedero donde ser llevados, luego que en mayo de 2019 cerraron todos los sitios de disposición final, lo que obligó a buscar una salida provisoria que se acordó con Rexin, a través del vertedero de su propiedad "El Empalme", en la comuna de Maullín.
Frente a esta realidad, expuso Papic, "las plantas de proceso se ven obligadas a funcionar hasta donde puedan y luego parar".
En esa asociación gremial han analizado la opción de transportar fuera de la región esos residuos, pero los mayores valores frenan todo intento. El dirigente especificó que el flete de 30 metros cúbicos hacia un vertedero industrial en Chiloé, cuesta 100 mil pesos; mientras que trasladar esa carga a un vertedero industrial de la Región del Biobío, aumenta a $2 millones 400 mil (tres veces más que llevarlos a Rexin", añadió.
Esas cifras hacen inviable impulsar una gestión de ese tipo. "Hay plantas pequeñas y grandes; no tenemos la misma espalda económica que la mayor industria acuícola del país, que son los salmoneros. Nosotros facturamos US$ 210 millones, no 5 mil millones, así que hay una gran diferencia", expuso.
El líder gremial sostuvo que ante esta condición adversa, es necesario buscar una solución inmediata. "Al no poder disponer en Rexin, significa que las plantas que puedan y que encontraron cupos en sitios de disposición final fuera de la región, los podrán llevar, pero hasta donde ya no puedan más, porque es carísimo", insistió.
Con autoridades
Ante la gravedad de la situación y la preocupación que ello genera, AmiChile ha sostenido reuniones con autoridades de la región, hasta el momento sin avances.
"Todos esperamos las gestiones que se puedan hacer, aplicando el criterio de la gran urgencia e importancia que tiene que estemos ad portas de paralizar una industria regional, que da empleo a unas 20 mil personas", comentó.
Papic admitió que espera "de buena fe" que los actores competentes "nos permitirán seguir funcionando, porque estamos en plena temporada. Hay buenas intenciones, así que estamos a la espera de las gestiones, para ver la posibilidad de continuar con Rexin o alguna solución en la Isla, que es más difícil".
El intendente Harry Jürgensen reconoció que el viernes de la semana pasada recibió a dirigentes de AmiChile, quienes le plantearon esta inquietud, la que fue llevada a la reunión del gabinete regional "como un tema importante y prioritario".
Precisó que al tratarse de una empresa privada, Rexin puede resolver a su voluntad qué carga recibir y qué clientes atender, por lo que "es difícil para la autoridad intervenir".
Admitió que les preocupa que la industria no cuente con un recurso para disponer los desechos que genera y que ello pueda afectar al empleo, por lo que "se está revisando a nivel de las autoridades correspondientes (Salud y Medio Ambiente) para ver una alternativa de solución", la que espera alcanzar en los próximos días, aunque estableció que considerar aplicarla en Chiloé "es muy complicado", especialmente por el rechazo de las comunidades locales.
Por eso insistió en que "la propia industria (mitilicultora) tiene que encontrar una solución, porque eso es parte del costo del producto final".
Gestiones de la empresa
Desde Rexin, explicaron que la decisión obedece a la imposibilidad de conseguir un permiso sanitario. Carla Oyarzún, subgerente general de esa compañía, expuso que hicieron "todo lo posible para cooperar con la industria de Chiloé, ante el cierre de los vertederos".
Para ello, recordó que durante el segundo semestre de 2019 recibieron residuos del sector mitilicultor "a un precio que no pagaba los costos de disposición (...), entendiendo la urgencia del momento y ante la promesa de la autoridad de trabajar en la aprobación de un sector para disposición, exclusivo para los residuos de Chiloé".
Oyarzún aseguró que Rexin invirtió en estudios de ingeniería requeridos para habilitar ese nuevo sector, para lo que en junio obtuvieron la resolución positiva del SEIA (Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental), aunque no ocurrió lo mismo con la Seremi de Salud, con rechazos en octubre de 2019 y enero de 2020.
Aún así, la subgerente general de Rexin afirmó que seguirán desarrollando "un proyecto que esté conforme con los requisitos legales, ambientales y los que las autoridades correspondientes indiquen, a fin de otorgar una alternativa sostenible y de largo plazo para la recepción de los residuos de la industria mitilicultora de la zona", enfatizó.