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Profesor Hernán Flores S.
El pasado jueves 21 de noviembre, se cumplió un año desde el fallecimiento de este profesor normalista. Hoy recordamos su historia.
Hernán Flores Santibáñez, conocido y respetado maestro, nació el 13 de diciembre de 1938 en Puerto Montt. Allí hizo la enseñanza básica, en la Escuela N°2 y la media, en el Liceo de Hombres Manuel Montt. Los estudios superiores los cursó en la Escuela Normal José Abelardo Núñez de Santiago, donde se tituló como profesor normalista de educación primaria. Desempeñó su profesión en la Escuela Industrial, la escuela N°10 Angelmó y la Escuela N°3 Melipulli, establecimiento donde llegó a ocupar el cargo de Jefe Técnico hasta su retiro en el año 2008. También, trabajó como secretario en la Junta de Auxilio Escolar y Becas.
Sin embargo, la educación no fue el único ámbito en el que se vio involucrado, puesto que una de sus grandes pasiones fue el básquetbol, participando como seleccionado juvenil y adulto de la ciudad de Puerto Montt y jugador titular del equipo de la Escuela Normal, el cual participaba de la Liga Nacional de Básquetbol.
Asimismo, destacó en las actividades gremiales, especialmente en el período entre 1960 y 1973. Fue parte de la Asociación Deportiva Escolar y presidió la Unión de Profesores de Chile. Tras la fusión de los gremios de los profesores primarios y secundarios, ocurrió la fundación de la Federación de Educadores de Chile, en la que presidió a nivel comunal. También, fue presidente del Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación y secretario general del Colegio de Profesores a nivel regional.
En el ámbito político, militó en el partido Radical desde 1964. Participó en la campaña presidencial del Dr. Salvador Allende Gossens, fue dirigente de la Juventud y Asamblea Radical. En 1991, fue candidato a alcalde y concejal en las primeras elecciones realizadas en el retorno a la democracia. Igualmente, participó en todas las campañas políticas de la Concertación y fue acreditado como encargado local de votaciones en las elecciones municipales, parlamentarias y de presidentes entre 1995 y 2006.
Fue dirigente de la biblioteca pública Matías Yuraszeck, presidente de la Junta de Vecinos en Población Chiloé y parte de la Liga protectora de Estudiantes de Puerto Montt. Apadrinó la Escuela Juanita Gallardo en Maullín, junto a su esposa, Nélida Díaz Gallardo, por más de 20 años. Tras su retiro de las aulas, se hizo socio del Departamento de Profesores Jubilados de Puerto Montt.
Según relata su hermano, el ex-gobernador Gustavo Flores Santibáñez, una de las últimas actividades públicas que compartieron fue el acto en conmemoración de los 30 años del No, fecha especialmente significativa, ya que el 5 de octubre de 1988 contaron juntos los votos del plebiscito. Sin duda, la vida de este profesor forma parte del legado puertomontino, no solo por su larga trayectoria y comprometida participación ciudadana, sino también por las enseñanzas que dejó en cada uno de sus alumnos.
Sus más de 45 años al servicio de la educación, junto a su recorrido gremial y político, demuestran una gran vocación pedagógica que traspasa las salas de clases. Para todos sus conocidos, su muerte significa un gran dolor, pero también nos trae a la mente un sinfín de recuerdos y enseñanzas que permanecerán en nuestros corazones. A un año de su muerte, es evidente que solo muere quien ha sido olvidado y Hernán definitivamente no lo será.
CATALINA ARO FLORES. Su nieta. Estudiante de Periodismo Universidad de Chile.
Dignidad
Hace un par de años, vimos dos carabineros sin protección huyendo de unos jóvenes disfrazados con mamelucos blancos que les lanzaban bombas Molotov. En una sociedad acosada por la delincuencia, fue un triste espectáculo.
En esos días, la pregunta era: ¿Alguna autoridad policial o política habrá tomado alguna medida, habrá cambiado algún protocolo, habrá dado alguna instrucción, para que este vergonzoso hecho no se repita?
Al parecer no, ya que hemos visto en estos días un radiopatrullas siendo atacado salvajemente con adoquines y bloques de concreto por una masa de unas 50 personas, y el vehículo sólo atinaba a arrancar en medio de un taco. Una cuadra más allá, con el auto muy dañado y un carabinero sangrando con la cabeza rota, hicieron algunos disparos al aire dispersando rápidamente a esos verdaderos animales. Hay un mínimo de dignidad que debe tener la autoridad.
La población que observa a la policía escapar, siente que no hay autoridad alguna, y que lo único que queda es la autodefensa. Aquí el uso oportuno de las armas hubiera puesto las cosas en su lugar. Al huir, Carabineros no está respetando los DD.HH., sino los derechos de las bestias.
Los organismos de DD.HH. tendrían que reconocer su error, al afirmar que en Chile hay agresiones sistemáticas a la "población civil", pues no es así ni siquiera con los civiles más violentos, como lo demuestra este episodio, ya que si hubo algún protocolo violado no fue por hacer uso de las armas, sino precisamente por no hacer uso de las mismas.
JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ VIDAL.
Accesos para sillas de rueda
Los accesos para el desplazamiento de las sillas de rueda indiscutiblemente hablan por si solos, por su importancia para una mejora en la calidad de vida de las personas que tienen discapacidad.
Pero la sustancia no está en los accesos, está en el mal estado de las veredas en distintos sectores de la ciudad de Calbuco.
La construcción de los accesos, como un proyecto que beneficia, no tiene lógica alguna si las veredas son verdaderas trampas por su deterioro, desniveles, roturas. Son un daño latente para los habitantes de la isla de las Aguas Azules y más aún para las personas de la tercera edad, los niños, los que tienen algún tipo de discapacidad, que deben sortear y soportar el descuido de la falta de mantenimiento de las veredas en calles, avenidas, en distintos sectores calbucanos.
Debe considerarse que el tema tiene graves consecuencias y muy complejas para todos los transeúntes, que pudieran sufrir algún accidente, sobre todo cuando llueve y la humedad del piso complica.
No hay que esperar a que se conviertan en situaciones traumáticas, para algunos y para otros.
FRANK LAMBARRI RAMÍREZ.