Letra chica o miopía
En la edición del domingo pasado, el Sr. Pedro Díaz Polanco, director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Austral de Chile, ningunea el acuerdo histórico al que concurrieron prácticamente la totalidad de las fuerzas políticas con representación parlamentaria para que los chilenos y chilenas nos demos una nueva Constitución en democracia. Así lo ha reconocido la abrumadora mayoría de analistas, políticos, medios de comunicación y la misma opinión pública a través de encuestas. Utilizar el peyorativo de "letra chica" es una deshonestidad intelectual, hoy resorte fácil alimentado por la desconfianza patológica que atraviesa nuestra sociedad, e intelectualmente flojo para descalificar automáticamente sin mayor reflexión aquello con lo que simplemente se disiente.
La Ley 20.840, que sustituyó el rígido sistema electoral binominal en las últimas elecciones parlamentarias, lo corrigió por uno de carácter proporcional inclusivo, que busca asegurar la proporcionalidad y fortalece la representatividad del Congreso Nacional, estableciendo el aumento de parlamentarios, además de mayor participación femenina y la disminución de barreras para la creación de partidos políticos, aumentado de paso el número de diputados de 120 a 155. De esta manera se logró que el poder legislativo sea más representativo de la realidad del país.
El método de representación acordado para la Convención Constituyente podrá elegir, entre una de sus alternativas, el 100% de sus integrantes, manteniendo el modelo antes señalado (Sistema D'Hondt) que permitió que la Cámara de Diputados renovara el 50% de sus 155 vacantes en su última elección, por personas que nunca antes habían estado en el Congreso y donde ingresaron nuevas fuerzas políticas. Además, en el acuerdo del viernes se aprobó mejorar aún más la representación de género y de entregar una cuota de representación para los pueblos originarios. Efectivamente este sistema que aumenta la representatividad electoral se expresa a través de partidos políticos. Estos son la expresión organizada de intereses y visiones colectivas para organizar el Estado y conducir el gobierno y no la mera agrupación de intereses individuales, fragmentados y dispersos. En el actual ordenamiento los candidatos independientes si bien pueden participar, ya sea en solitario o sumándose a pactos con los partidos ya inscritos, no pueden conformar listas independientes que podrían ser innumerables, precisamente para que los elegidos representen visiones colectivas y no meras voluntades individuales sujetas a los vaivenes personales. Tampoco es razonable pensar que el independentismo esté provisto de una moralidad, eficiencia o virtud que los militantes de partidos no poseerían. No en pocas ocasiones, a través del velo de la independencia, se ocultan preferencias políticas simulando una neutralidad o autonomía de carácter, mientras los militantes serían considerados esclavos de oscuros y mezquinos intereses y órdenes de partido. Con todo, a pesar de que el eje izquierda-derecha puede estar superado, sigue siendo una buena orientación para muchos electores. Lamento que el Sr. Díaz Polanco no haya sabido reconocer un hito histórico cuando se presenta, que permitirá elaborar una nueva Constitución aprobada por el pueblo en democracia, y donde vimos la mejor expresión de la política cuando se ejerce sin complejos y no se abdica de ella. A lo mejor más que un problema de letra chica, fue simplemente uno de miopía.
HERNÁN MLADINIC ALONSO. Sociólogo.
Cambio y futuro
"Chile cambió" se menciona para resumir el contexto actual. Los significados y alcances del cambio aludido darán lugar a litros de tinta y horas de discusiones académicas. Como ocurre con eventos históricos complejos, probablemente jamás se llegue a una lectura unívoca y definitiva. No obstante, hay un ámbito en el cual se puede señalar desde ya, sin necesidad de estudios detallados o explicaciones exhaustivas, un cambio radical en la sociedad chilena.
El futuro aparece (con otro aspecto) para amplios sectores de la población. Durante años estuvo enclaustrado en el universo de los técnicos y la economía. Su expresión más evidente era encarnada por el ministro de Hacienda de turno, con su cíclica indicación en tono oracular: "Podremos crecer a X cifra si se llevan a cabo Y acciones. Sólo así avanzaremos para convertirnos en un país desarrollado en Z años". Literalmente, todo el mundo quedaba comprendido en esa proyección y expectativa de aumento en el porcentaje del PIB. O casi todo. Hoy ha irrumpido otro futuro: uno popular, que se imagina de modo colectivo y vibra en las calles. Su más reveladora expresión son los cabildos y las asambleas que se diseminan y florecen a lo largo del país. Es de esperar que este futuro defina el presente del próximo Chile.
PABLO ROJAS BAHAMONDE. Académico Escuela de Arqueología. Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt.
Paja y trigo
Si es por buscarle algo bueno a los convulsos tiempos que estamos viviendo, es que con un mínimo de diligencia podemos conocer quiénes están con nosotros y quiénes están en contra: políticos, jueces, periodistas, dirigentes gremiales y sociales, profesores, vecinos, parientes, etc.
Pero, junto con ello, es importante recordar qué manos lanzaron las piedras, aunque estén bien escondidas para cuando las cosas se calmen; pues sólo así podremos recoger el trigo en el granero y arrojar la paja al fuego eterno (Mateo 3:12).
RENÉ FUCHSLOCHER RADDATZ.
Desconexión
¿Quién está respondiendo a las demandas ciudadanas?
La crisis social se generó por las exigencias no escuchadas de los ciudadanos, entre las que se encuentran mejoras en la salud, transporte público, condonación del CAE, mejora a las pensiones y aumentar los impuestos a los más ricos, entre otras.
Sin embargo, y frente a ello, el PC plantea en una Acusación Constitucional contra el ex ministro del Interior, contra el Presidente, el subsecretario y de paso una Asamblea Constituyente. Al menos el Gobierno, intenta entregar respuestas que se acercan más a lo que, realmente, necesitamos lo chilenos.
RENATA GARCÍA D.