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En manos de la Fiscalía las indagatorias

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La fiscal Myriam Pérez está a cargo de indagar casos relacionados con posibles violaciones a los Derechos Humanos en Puerto Montt, en el contexto de hechos violentos por los enfrentamientos entre Carabineros y manifestantes. Uno de varios que indaga junto a la Brigada de Homicidios de la PDI tiene relación con el perdigón que impactó a un joven de 25 años, proyectil que se habría alojado en uno de sus ojos. La persecutora explicó que el Ministerio Público tomó conocimiento de este suceso a través del Hospital de Puerto Montt y del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). Se sospecha que la munición sería de metal. "Respecto a la naturaleza del proyectil que fue extraído es una situación que será objeto de análisis y pericia, pero hay alguna información que manejamos respecto a la materialidad de este elemento, pero prefiero tener claridad con el peritaje que se realice respecto de ese elemento", manifestó.

El jefe de la Décima Zona de Carabineros, general Patricio Yáñez, en tanto, comentó que todo lo realizado para resguardar el orden está de acuerdo al protocolo policial y que mediante los procesos definidos se deben establecer responsabilidades. De acuerdo al alto oficial, en los casos de extrema violencia se ha utilizado la escopeta antidisturbios con balines de goma. "No provoca la muerte, puede ocasionar alguna lesión importante, pero para ello se debe establecer alguna circunstancia, porque puede ser un rebote. Pero si una persona presenta una herida por perdigón, es porque tendría vinculación con algún hecho violento, que sea saqueo o destrozo que amerita el uso de balines de goma. Nosotros disparamos balines, porque está en riesgo la integridad de carabineros, la infraestructura privada o pública y de las personas", especificó.

Joven que asistía a perro durante disturbios terminó con un balín metálico en el brazo

TESTIMONIO. Estudiante de Veterinaria denunció a la Fiscalía el ataque. Afirma que "no tengo miedo" y que seguirá con su voluntariado.
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Carlos Véjar Davis

Una denuncia ante el Ministerio Público presentó una estudiante de Puerto Montt, con el fin de buscar al responsable de percutar un arma a postones (balines metálicos), que le causó una lesión de mediana gravedad en su brazo izquierdo.

El incidente ocurrió en el contexto de los desmanes acaecidos esta semana, a propósito del estallido social, mientras la víctima hacía labores de voluntariado en apoyo a los perros que viven abandonados en Puerto Montt.

Testimonio

Gabriela Contreras tiene 23 años. Estudia Medicina Veterinaria en la sede local de la Universidad Santo Tomás. Su vocación son los animales.

Desde que comenzó la crisis, no sólo ha participado en marchas y concentraciones pacíficas en contra de la desigualdad y otras demandas, sino que también se unió a uno de los dos grupos de voluntarios que cada día, cuando el sol comienza a caer, se reúne en el centro de la capital regional para asistir a los canes que viven en la calle.

En su labor hay un detalle no menor. A la misma hora, y como una especie de tradición maldita desde el 18 de octubre, encapuchados y Fuerzas Especiales de Carabineros se enfrentan violentamente entre barricadas, piedras y gases lacrimógenos. Una especie de zona de guerra, en la que los animales abandonados a su suerte poco y nada entienden de las escaramuzas entre sus nuevos compañeros de hábitat, mientras el gas irritante nubla la visión, aprieta la garganta y dificulta la respiración.

"Los perros son igual a los niños. Piensan que la gente está jugando, pero de repente los atropellan, los pisotean. Mucha gente se compadece, pero no hacen nada, porque no saben cómo ayudarlos. Por eso nos motivamos, porque aunque somos estudiantes, tenemos conocimiento", argumenta.

Con esa premisa decidió participar activamente, más aún por el tiempo libre que le generaba la suspensión de clases en la universidad.

El jueves 14 de noviembre, dos días después de una de las jornadas más violentas que tenga registro la historia puertomontina, con saqueos a bancos y a un par de farmacias, más una decenas de barricadas simultáneas, Contreras recibió un mensaje a través del perfil de Instagram de su grupo. Le advertían que una perra estaba en problemas a la altura del Banco de Chile. Eran alrededor de las 20 horas. Junto a otros seis amigos fue al lugar. "Cuando vimos a la perrita estaba en un charco de agua, muy asustada e hiperventilada. Nos trató de morder, así que como pudimos le hicimos un bozal", recuerda. Cuando estaban tratando de cargarla, para sacarla de ese sitio, cayó una bomba lacrimógena. Uno de los jóvenes, sostiene Gabriela, la alejó para poder avanzar hacia el improvisado refugio que levantaron a un par de cuadras de ahí.

Tras ese aviso, comenzaron a caminar en dirección a la plaza. Cuando casi llegaban al edificio Caracol, un amigo cargaba a la perra, otros llevaban leche y bicarbonato con agua (alivia el malestar de las lacrimógenas). Asimismo, un tercer grupo portaba vistosas pancartas que los identificaba como rescatistas de animales, con cruces de color rojo, las letras SOS y un dibujo que emula la huella de una mascota. Además, enfatiza la joven, caminaban con los brazos en alto.

"Afuera del Caracol había un contingente de Carabineros. Les mostramos nuestras credenciales y nos dejaron pasar. Yo vi que ellos les hicieron señas a otro grupo que estaba en la otra esquina de la cuadra, para que no nos hicieran nada. Cruzamos en diagonal hacia la plaza y cuando íbamos casi llegando al (restorán) Tablón del Ancla vi a un chico de la Cruz Roja. Ahí escuché el ruido, sentí un pinchazo y calor en el brazo", explica.

Balín

"La gente que estaba en la esquina se enfureció y empezó a insultar a la policía. Mis compañeros igual. Primero pensé que nos habían tirado una bomba lacrimógena", explica. Pero en el piso no había nada.

- ¿Qué hiciste después?

- Fue un momento súper rápido. El (voluntario) de la Cruz Roja me dijo: 'Te dispararon'. Vi que había gente grabando. No había encapuchados ni tampoco gente delinquiendo ni haciendo destrozos. Sólo estábamos nosotros. Por eso, no pueden decir que estábamos en el medio del caos, ya habían sacado a los manifestantes. De hecho, cuando pasamos al frente de la Catedral, recuerdo haber visto curitas. Todavía no me explicó qué pasó.

- ¿Dónde recibiste los primeros auxilios?

- Me encontré con un grupo de la Cruz Roja. Ellos atendían a un abuelito que le habían disparado en la cabeza, pero a él le había rebotado el perdigón. Me saqué la chaqueta, me vi el brazo y vi cómo el balín se alojó en el brazo.

"Lesión en brazo izquierdo con orificio de entrada único. Sin salida". Así resumieron en el Hospital de Puerto Montt su diagnóstico, según precisa la hoja de atención a la que tuvo acceso El Llanquihue. Tras someterla a exámenes de rayos, procedieron a extraer el balín de metal, utilizando anestesia local.

- ¿Tienes idea de quién te pudo haber disparado?

- Ninguna. Todos los carabineros estaban cubiertos con cascos, chalecos antibalas y todo eso que se ponen. Sólo vi el grupo armado en la esquina de Latam y les dimos la espalda porque confiamos. (Los carabineros) eran los únicos que estaban detrás de nosotros (...). No me van a amedrentar con esto.

La joven ahora está a la espera de ser sometida a peritajes en el Servicio Médico Legal de Puerto Montt e hizo un llamado a quien tenga videos y fotos de aquel día para compartirlos, puesto que ese material podría ser clave para esclarecer el caso. La Fiscalía habilitó el correo electrónico imagenesemergencia.loslagos@minpublico.cl, para colaborar con pruebas respecto de los actuales sucesos y eventuales violaciones a los derechos humanos.