No olvidemos a los niños…
En el actual contexto ha surgido una diversidad de legítimas demandas y preocupaciones apremiantes, que tanto la sociedad civil como las autoridades están llamadas a resolver. Siendo todas importantes, es necesario discernir aquellas que son inaplazables y no deben quedar inadvertidas, pues atañen a quienes por sí mismos no tienen voz.
Es el caso de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, quienes siguen sufriendo y esperando ser considerados y protegidos por un Estado que históricamente les ha fallado. Ellos deben ser parte central de estas demandas sociales, no podemos permitir dejarlos una vez más en segundo plano. Su postergación nos interpela haciendo urgente enfrentar esta tragedia con decisión, profundidad y sentido solidario, compatible con la nueva sociedad que queremos construir de ahora en adelante. En Fundación Ciudad del Niño seguiremos aportando a la protección y dignificación de los niños, niñas y adolescentes que recibimos en nuestros programas. Trabajamos para dar continuidad a las intervenciones, acompañar, escuchar y contener a los más de 20 mil niños que atendemos en nuestros 103 programas desde Calama hasta Quellón, especialmente en estos momentos de crisis.
Apoyamos la expresión pacífica de las demandas sociales y como adultos tenemos la responsabilidad de enseñar a los niños, niñas y adolescentes a manifestar sus inquietudes pacíficamente, condenando la violencia y resguardando su seguridad e integridad, sin exponerlos a riesgos que pueden significar nuevas vulneraciones.
Creemos que el diálogo, la participación y el trabajo colaborativo y eficaz de las autoridades del Estado y la sociedad civil, nos permitirá ir dejando atrás esta crisis, alcanzando soluciones de bien común que beneficien a la niñez vulnerada en sus derechos.
JOSÉ PEDRO SILVA PRADO. Presidente Fundación Ciudad del Niño.
Paz y no violencia
La violencia nunca será la fórmula; muy por el contrario, descontrola el ánimo de la perturbada sociedad. Los destrozos, incendios y saqueos no son causa positiva para realizar los cambios profundos que se requieren.
Las marchas son generadores de posibilidades, como una postura lógica y actitud en una realidad compleja que se vive en la actualidad.
La paz es importantísima para los consensos sociales que se quieren establecer. Dañar Chile es simplemente desquiciado por donde se le mire. No se puede concebir que el destrozo sea la poesía maligna que amalgama la compañía del odio y la intolerancia galopante. La violencia destructiva no se considera, no es naturaleza .
FRANK LAMBARRI RAMÍREZ.
Estado fallido
Para Max Weber poder es "la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y sea cual fuere el fundamento de esa resistencia". La idea de potestad descansa, en último término, en la posibilidad de usar la fuerza física. La idea de Estado, por otra parte, reposa en el imperativo del orden y de la seguridad. Para ello y por lo mismo, el Estado tiene el monopolio del uso de la violencia física legítima, cuya aplicación es muchas veces la única forma de dar eficacia al derecho y de contener o reprimir la violencia ilegítima y el crimen. Cuando, como ocurre en la actualidad, se producen situaciones de emergencia pública que amenazan la vida, la libertad, la propiedad y la seguridad de la población -y que constituyen un ataque a la vida organizada de la comunidad- el Estado, como promotor del bien común, no puede renunciar a tomar medidas especiales de emergencia: salus rei publicae suprema lex est. Es imposible contener a los terroristas mediante un diálogo civilizado para hacerlos entrar en razón exhortándolos a deponer su actitud, con propuestas de amistad, con escudos protectores o con chalecos antibalas, o con balines de goma o de pintura. Lamentablemente el "discurso de los derechos humanos" ha sido usado para quitar legitimidad al uso de la fuerza y para desarmar psicológica y moralmente a quienes, por deber de autoridad, están obligados en justicia a aplicar la violencia física legítima para reprimir a quienes subvierten el orden social.
Si el Estado de Chile no logra aniquilar al terrorismo y terminar con el pillaje, nos convertiremos en un Estado fallido; aquellos que se caracterizan por su incapacidad para tener el control sobre regiones de su territorio y para asegurar en ellas el Estado de Derecho y el monopolio de la violencia física legítima.
En cualquier país civilizado del mundo los delincuentes que atacan a un policía son reprimidos muy severamente, incluso con armas letales. En Chile, en cambio, los policías no se atreven a disparar ni siquiera en defensa propia, sabiendo que si lo hacen serán perseguidos, humillados y encarcelados por cometer "delitos de violación de los derechos humanos".
ADOLFO PAÚL LATORRE. Abogado.
Impresentable
El llamado que hizo el senador y ex candidato presidencial, Alejandro Guillier, al Presidente Sebastián Piñera y al Congreso a renunciar y realizar elecciones anticipadas de ambos poderes del Estado, es totalmente impresentable. Quien manifiesta esta intención, promueve su descrédito y socava el poder de autoridades elegidas democráticamente, sin pruebas ni sustento alguno. Una situación como esta, es sancionada por nuestra Constitución, e incluso pueden cesar en su cargo al propiciar el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos a lo que señala nuestra carta fundamental. Los parlamentarios y las autoridades públicas debiesen ser los primeros en actuar con responsabilidad y criterio. Hoy Chile está trabajando en recuperar la confianza y fortalecer la democracia y, lamentablemente, gracias a comentarios como estos es que no podemos avanzar en un camino de diálogo y acuerdos.
VALENTINA RAMÍREZ H. Cientista Política.
Viaje de Evo
¿Y por qué Evo tuvo que pegarse un tremendo viaje con tantos contratiempos a México para asilarse, teniendo a la vuelta de la esquina a Venezuela? Algunos mal pensados piensan que Evo partió primero a México, por consejo del famoso "pajarito", de ir preparando la casa y las arepas, para cuando su socio bolivariano caiga de maduro...
LUIS SOLER MILLA.