Johnson rechaza un referéndum escocés y los laboristas dicen que no lo impedirían
REINO UNIDO. La máxima autoridad británica dijo que la votación de 2014 fue "un evento único en una generación", por lo que no cree que se repita.
El Primer Ministro británico, el conservador Boris Johnson, rechazó ayer la idea de un nuevo referéndum independentista en Escocia, mientras que el opositor Partido Laborista sugirió que "no intentaría detenerlo".
La iniciativa de una nueva consulta entró en la campaña electoral británica después que la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon, revelara que esta semana solicitará a Londres la autorización para organizar un plebiscito tras las próximas elecciones generales, fijadas para el 12 de diciembre.
En 2014, la permanencia de Escocia en el Reino Unido se impuso con el 55% de los votos, en una votación que para el Primer Ministro británico fue "un evento único en una generación".
"No creo que la gente de este país piense que los referéndum sean lo mejor para mantener la armonía", afirmó Johnson ayer en una entrevista con la cadena Sky News.
Desde la oposición, en cambio, la portavoz de los laboristas, Rebecca Long-Bailey, se puso en el caso de ganar en las urnas a Johnson, quien aparece como favorito en los sondeos: "Si después de las próximas elecciones el Gobierno escocés determina que quiere promulgar otro referéndum, y sacan adelante todo el proceso legislativo dentro de su propio Ejecutivo, entonces nosotros, como Gobierno, no nos interpondríamos en su camino".
"No intentaríamos detenerlo, aunque, ciertamente, no haríamos campaña en ningún caso para que Escocia abandone el Reino Unido", destacó la laborista.
Para que se celebrara el último plebiscito de independencia, en 2014, el entonces Premier británico, el también conservador David Cameron, modificó la legislación que regula la autonomía escocesa a fin de permitir la consulta.
Aunque el Partido Laborista indicó que no se opondría a una nueva elección, su líder, Jeremy Corbyn, advirtió hace poco que no estaría dispuesto a cambiar esa ley en los "primeros años" al frente de un eventual Gobierno.
Miles de personas se concentraron este fin de semana en Glasgow, bastión del independentismo escocés, para respaldar a la ministra principal y pedir que se convoque una nueva consulta en 2020.
55% ganó la permanencia de Escocia en el Reino Unido hace cinco años, cuando el Premier era David Cameron.